La detención este lunes en Francia de tres destacados miembros de la dirección de ETA arrincona más que nunca a este grupo terrorista, en momentos en que mantiene contactos con otras fuerzas políticas del País Vasco y con el socialismo gobernante en España.
Ante las muestras de su debilidad creciente, aumentan las expectativas de una negociación que lleve a ETA a abandonar la violencia, tema que se discute dentro del grupo y en sus aledaños, a la vez que siguen los contactos informales en tierras vascas y con dirigentes del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Harriett Aguirre García, considerado el jefe de los escasos grupos operativos que todavía tiene ETA, Idioia Mendizábal Múgica, acusada de participar en varios atentados, y un tercer militante, cuya identidad no fue suministrada por la policía, fueron detenidos en la localidad francesa de Aurillac, por efectivos de ese país coordinados con sus iguales de España.
El Parlamento aprobó el 17 de junio llevar adelante una negociación para que se encarase mediante "los poderes competentes del Estado", con la salvedad de que debería llegar precedida por la evidencia de "una clara voluntad" etarra de poner fin a sus actividades violentas, que tendría que estar asentada en "actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción".
Ese proceso, que todavía no ha entrado en lo que propiamente puede llamarse negociación, está controlado directamente por el presidente del gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien todas las semanas se reúne a solas con el director general del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz, según afirmaron a IPS fuentes que pidieron mantener el anonimato.
Pero aunque se habla de negociación y existen constancias de que hubo reuniones informales entre dirigentes del PSOE y de Batasuna, el partido político ilegalizado por considerarlo parte de ETA, este grupo ha cometido atentados en los últimos meses, aunque ninguno de los cuales ocasionó muertes.
ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence) recibió varios golpes en los últimos años, incluyendo la detención de su cúpula, lo que ha disminuido su capacidad para cometer atentados.
De hecho, en los dos últimos años no mató a nadie y desde que se aprobó en el Congreso legislativo la autorización al gobierno de Zapatero para negociar, colocó bombas de escasa potencia y en lugares no sujetos a vigilancia.
En julio hizo estallar cuatro de esos artefactos, dos dentro del País Vasco e igual cantidad en otras comunidades autónomas de España. En agosto se abstuvo y en septiembre volvió a atacar haciendo estallar otras dos pequeñas bombas caseras en las ciudades de Ávila y Zaragoza, ambas fuera del País Vasco.
Las detenciones producidas este lunes se enmarcan en la política gubernamental centrada en la afirmación de que "lo primero que tiene que hacer ETA es abandonar las armas", después de lo cual se hablaría.
Este operativo policial es el sexto contra la dirección etarra desde la detención en octubre de 2004 de Mikel Antza, considerado en ese momento su jefe máximo.
A partir de entonces, entre otros, fueron detenidos Peio Esquisabel Urtuzaga, considerado el jefe del denominado aparato internacional y su segundo, José Manuel Ugartemendía Isasa, quien años atrás fue concejal por Batasuna.
El ministro del Interior de España, José Antonio Alonso, informó que, producto de la investigación conjunta con Francia, los efectivos de ese país allanaron este lunes una vivienda en la que detuvieron a los tres acusados de pertenecer a ETA.
En el registro del local encontraron dos pistolas, dos subfusiles, un fusil de asalto, un lanzagranadas, material electrónico, documentos variados y herramientas para el robo de automóviles.
Según Alonso, las detenciones y la documentación encontrada en la vivienda suponen un duro golpe para la organización terrorista, "que incide directamente en su capacidad operativa". Además, aclaró que los detenidos no pensaban participar en nuevos atentados, ya que se dedicaban a impulsar a otros para hacerlo, a los que entregaban armas y dinero para moverse.
ETA surgió en los últimos años de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975). Su debilidad actual se debe tanto al abandono de la violencia por sectores que rompieron con ella, al desarrollo de la autonomía en el País Vasco y a la represión policial que se realiza respetando la ley, con la sola excepción de los dos primeros años (1983-1984) del gobierno del socialista Felipe González, cuando se realizaron acciones de "guerra sucia".
La capacidad de autogobierno del País Vasco, una de las 17 comunidades autónomas que integran España, es de las más importantes del mundo, quizás sólo superada por las canadienses.
Los ciudadanos vascos eligen a sus diputados, quienes constituyen el Parlamento Autónomo y designan a su gobierno, también autónomo. Ese gobierno y ese parlamento poseen atribuciones en materia impositiva, de educación, turismo, agricultura, economía y seguridad, contando con su propia policía autónoma.
Desde que en 1978 comenzó el proceso de autonomización, el idioma vascuence, que antes lo hablaba menos de 10 por ciento de la población, es lengua oficial al igual que el castellano, obligatorio en todas las escuelas y en la administración pública.
Ello, además, dentro de un proceso de integración de España en la Unión Europea, en la que desaparecen las fronteras entre los países, incluyendo el uso de una moneda común en casi todo el bloque, como es el euro. Esa situación disminuye la fuerza de las consignas independentistas de ETA.
La negociación de la que todos hablan, que unos apoyan y otros critican ûen especial el centroderechista Partido Popular, que es la fuerza opositora más fuerte—, está condicionada por ese debilitamiento.
Por ello, el gobierno reitera una y otra vez que la condición ineludible para hablar es que previamente ETA abandone la violencia y entregue todas las armas y explosivos de que disponga. (
