METAS DEL MILENIO: El agua va contra la corriente

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que, de no tomarse medidas, 1.800 millones de personas vivirán dentro de 20 años en países o regiones con escasez absoluta de agua.

La Cumbre del Milenio debería analizar la posibilidad de establecer un tratado internacional que proteja el derecho humano al agua, dijo Kathryn Mulvey, directora ejecutiva de Corporate Accountability International, la organización no gubernamental antes conocida como Infact.

"¿Qué medida puede tomar la cumbre para asegurar que dos tercios de la población mundial tengan suficiente acceso al agua para 2015?", se preguntó, en alusión a la reunión de jefes de Estado y de gobierno que se celebrará este mes en el recinto de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

"Es imperativo que nos unamos para proteger el derecho humano al agua y para resistir a la mercantilización de un elemento tan esencial para la vida humana", dijo Mulvey a IPS.

Desde ese enfoque, el agua debería ser libremente disponible, pero cada vez es más escasa porque grandes empresas convierten su extracción, procesamiento y distribución en una industria de lucro, y aumenta así el precio más allá del alcance de quienes más la necesitan.

La cumbre, a la que asistirán más de 170 líderes mundiales y se desarrollará del 14 al 16 de septiembre, revisará los avances alcanzados para el cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio.

Tales metas fueron aprobadas por la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2005, en una instancia similar a la de este mes y también en presencia de numerosos jefes de Estado y de gobierno.

Pero expertos advierten que, al ritmo actual, no se cumplirán en 2015 la mayoría de los objetivos, incluida la reducción a la mitad de la población pobre y hambrienta del mundo, la consagración de la educación primaria universal y la mejora de los servicios de agua potable y saneamiento.

"En poco más de dos decenios, más de dos tercios de la población mundial carecerá de acceso suficiente al agua. Mientras, el suministro de agua se ha convertido en una industria de 400.000 millones de dólares y que está en crecimiento", sostuvo Mulvey.

Pero en lugar de aliviar los problemas de escasez, la industria del agua se ha caracterizado por inflar precios y otras prácticas de corrupción corporativa que han sumido a ciudades y a países enteros en crisis, aseguró la activista.

Mulvey advirtió que la actual corriente de privatizaciones, a cargo de empresas como Suez, y la expansión del mercado de agua embotellada, a manos de corporaciones como Coca-Cola, contribuyen a agravar los problemas.

Esas grandes compañías actúan al amparo de una enorme influencia política y financiera sobre gobiernos y agencias de regulación de todo el mundo, aseguró.

"Para avanzar hacia la meta de asegurar el acceso de la población al agua, debemos exponer primero las acciones peligrosas e irresponsables de corporaciones como Suez y Coca-Cola", consideró Mulvey.

Roberto Lenton, presidente del Consejo de Colaboración para el Suministro de Agua y Saneamiento (WSSCC), dijo que el problema de la privatización es multidimensional.

"Pero no llega a ser un gran tema, y no es un factor significativo" en relación con los Objetivos del Milenio, añadió. Lenton consideró que el sector privado se ha involucrado, en la mayoría de los casos, en países de mediano ingreso, no en los más pobres.

"Y si se analizan las inversiones del sector privado en agua y saneamiento, han caído en los últimos años a causa de los riesgos", dijo Lenton a IPS.

En una columna publicada para el diario estadounidense The New York Times, Tom Standage, autor de "La historia del mundo en seis vasos", afirmó que la mayoría del público no encuentra diferencia entre el agua de grifo y la embotellada. "Aun así, todos la compran, y en enormes cantidades", anotó.

Solo este año, el público estadounidense habrá gastado 9.800 millones de dólares en agua embotellada, según la Corporación de Marketing de Refrescos.

"Onza a onza, cuesta más que la gasolina, aun con los precios actuales. Dependiendo de la marca de fábrica, el agua embotellada cuesta entre 250 y 100.000 veces más que la del grifo", según Standage, quien es editor de la sección de tecnología de la revista británica The Economist.

El secretario general de Servicios Públicos Internacionales de Francia, Hans Engelberts, dijo que casi todos los expertos en materia de agua aceptan que el experimento de privatización, que ya lleva 15 años, no ha logrado facilitar el consumo de los pobres.

"Incluso el Banco Mundial admite regularmente que sus políticas privatizadoras han sido un fracaso", agregó. Y el problema no han sido los sindicatos, los gobiernos antioccidentales, las organizaciones no gubernamentales y los activistas que protestan.

El problema radica en el intento de lucrar vendiendo el servicio a los más pobres.

"Para decir lo obvio, una característica de los pobres es que tienen poco dinero. Las grandes empresas descubrieron que son incapaces de extraer suficiente dinero, aun con préstamos del Banco Mundial y de gobiernos garantes", concluyó.

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