El gobierno mexicano radicalizará el combate al narcotráfico y espera a cambio una reacción criminal violenta, por lo que reclama más cooperación a Estados Unidos en el control del tráfico de armas y de drogas en la frontera común.
Después de reunirse con el presidente Vicente Fox el 3 de este mes, el secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta, informó que se radicalizaría el operativo México Seguro, en marcha desde junio para frenar la oleada de más de 600 asesinatos cometidos durante el primer semestre de este año.
México Seguro es ejecutado por todas las fuerzas federales de seguridad encabezadas por el ejército, y comprende el desplazamiento de militares y policías a zonas críticas de al menos ocho de los 31 estados de este país.
Huerta admitió que con la presión que ejercerán las fuerzas de seguridad cabía esperar una reacción violenta de los carteles de la droga. El hampa nos está viendo, nos está cuidando para ver en qué momento sorprende, indicó el funcionario.
El operativo tendrá nuevas etapas en diferentes lugares del país, y anunciaremos los matices y las modificaciones en el momento que hayan ocurrido, no vamos a avisar qué vamos a hacer, por más que ocurran eventos, advirtió.
La decisión se produce después de que Estados Unidos cerró temporalmente su consulado en Nuevo Laredo, en el fronterizo estado mexicano de Tamaulipas, luego de que el viernes 29 de julio un comando de 30 hombres atacó con lanzagranadas, bazucas y rifles de alto poder una finca donde se almacenaban armas.
Al día siguiente, varias personas arrojaron dos granadas contra el público que presenciaba una riña de gallos en el occidental estado de Jalisco. En el ataque murieron seis personas, y la policía dijo que se trató de una venganza entre narcotraficantes.
Después de estos hechos, la Procuraduría General (fiscalía) de la República reconoció que los carteles de la droga se han abastecido de armas de alto poder en el mercado negro, principalmente en Estados Unidos, y ahora cuentan con material bélico similar al del ejército.
Además, las autoridades presumen que los carteles han reclutado a ex combatientes colombianos y a pandilleros centroamericanos de las bandas conocidas como maras.
La organización criminal que encabeza Osiel Cárdenas cuenta entre sus filas con militares desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, hoy identificados como los zetas, a los que se atribuyen varios asesinatos.
El embajador de Estados Unidos, Antonio Garza, reforzó sus observaciones sobre la inseguridad de algunas zonas de este país y anunció el cierre temporal del consulado en Tamaulipas, reabierto el día 3 luego de intensas negociaciones con autoridades mexicanas.
Los muertos los estamos poniendo nosotros, tenemos que hacer un cambio en la lucha contra el narcotráfico, ver con una óptica global que involucre en las soluciones a otros países, dijo a IPS el diputado Rafael García, del izquierdista y opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El presidente de la Cámara de Senadores, Diego Fernández, del conservador y gobernante Partido Acción Nacional, sostuvo que la sociedad no percibía el avance del gobierno sobre el crimen organizado, y se pronunció por un combate más intenso, pero sin caer en la brutalidad ni en la represión bárbara.
Por su parte, el izquierdista Jesús Ortega, coordinador parlamentario del PRD en el Senado, cree que al gobierno le falta actuar con más eficiencia y desarrollar un auténtico sistema de inteligencia que le permita hacer frente al narcotráfico.
Si el gobierno requiere más recursos para mejorar el armamento o sistemas de inteligencia que le permitan obtener mejores resultados en la lucha contra los carteles de la droga, que lo pida y el Congreso está dispuesto a ayudar en esta lucha, añadió Ortega.
Roberto Madrazo, ex líder nacional del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) y precandidato a la Presidencia para los comicios de 2006, se pronunció por crear un frente nacional contra el contrabando de drogas.
El país está sufriendo una embestida nunca antes vista, parece que el narcotráfico está ganando la batalla y que tenemos que aceptar su demostración de violencia. Tenemos que estar unidos sin importar las diferencias políticas o el partido al que pertenecemos, subrayó Madrazo.
Durante los 71 años en que el PRI se mantuvo en el poder, hasta 2000, no se había visto una ofensiva tan violenta del narcotráfico en este país de 104 millones de habitantes.
Cifras oficiales señalan que más de 600 personas han sido asesinadas en lo que va del año, la mayoría por cuestiones vinculadas a venganzas del narcotráfico, según la fiscalía. Algunas de las víctimas fueron acribilladas con armas de alto poder, otras recibieron un tiro de gracia, a unas las torturaron antes de morir, o sus cadáveres fueron abandonados en parajes envueltos en cobijas.
La población ha perdido libertades mientras el hampa ha ganado espacios, y las autoridades estatales y federales no han logrado controlar a la delincuencia, dijo a IPS Elena Morera, presidenta de la organización independiente México Unido contra la Delincuencia.
Es positivo que el gobierno federal haya anunciado acciones más enérgicas contra los delincuentes, pues el país parece haber sido secuestrado y está a merced de lo que dispongan las mafias, agregó.
De acuerdo con la fiscalía, en México operan al menos siete organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, en su mayoría procedentes de América Central.
La misma fiscalía ha informado que debido al refuerzo de los operativos de seguridad en la frontera sur de Estados Unidos, el mayor mercado consumidor, gran parte de la droga se queda en México y eso ha incrementado el consumo en el país, y con ello las disputas entre narcotraficantes por controlar la distribución.
Para evaluar nuevas medidas, el presidente Fox reunió a su gabinete de seguridad, integrado por funcionarios de la fiscalía, de las carteras de Defensa, Seguridad Pública, Marina y Gobernación (Interior), y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional. (