AMÉRICA DEL SUR-PAÍSES ÁRABES: Entendimiento político y comercio

El entendimiento político y la construcción de estructuras para intensificar el intercambio económico y comercial son los objetivos prioritarios de la Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), sin precedentes y que durará dos días, desde este martes, en la capital brasileña.

El gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva asumió el desafío de realizar el encuentro como una forma de ampliar las perspectivas de las dos regiones mediante la profundización del conocimiento mutuo.

"Enviamos al resto del mundo el mensaje de que dos regiones pueden trabajar de forma positiva", afirmó Pedro Motta, director del departamento de África de la cancillería brasileña.

"No tenemos la pretensión de resolver los problemas del mundo", agregó en alusión a la inquietud de Israel y otros países sobre el alcance político de la cumbre.

La declaración de Brasilia, que será firmada al final del encuentro, no avanza sobre asuntos de Medio Oriente o el conflicto entre israelí-palestino más allá que resoluciones ya aprobadas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, aclaró el diplomático con intención de tranquilizar a Israel.

Miembros de la comunidad árabe brasileña han destacado que en la base del entendimiento político entre las dos regiones están la visión constructiva de este encuentro y la firmeza de su condena al terrorismo y a la producción y utilización de armas de destrucción masiva.

La cumbre también podrá ayudar a cambiar la identificación de los países árabes con gobiernos autoritarios y fundamentalismo religioso, existente en parte de América del Sur.

El encuentro recibió hace una semana el respaldo de la secretaria de Estado (ministra de Relaciones Exteriores) estadounidense, Condoleezza Rice, que durante su visita a Brasilia consideró positiva la iniciativa.

Pero diplomáticos brasileños han encontrado dificultades para responder a críticas en medios de comunicación por la intensificación de vínculos políticos y económicos con países gobernados por regímenes dictatoriales, mientras que la promoción de la democracia es planteada por Brasilia como un requisito para las relaciones con otras naciones del hemisferio americano.

Periodistas han destacado también importantes ausencias en el encuentro, como las del rey Abdulá de Jordania y los presidentes Hosni Mubarak, de Egipto, Muamar Gadafi, de Libia y Bashar Assad, de Siria.

Pero se confirmó la llegada de los presidentes Abdelaziz Bouteflika, de Argelia, Jalal Talabani, de Iraq, Mahmud Abbas, de Palestina, Néstor Kirchner, de Argentina, Hugo Chávez de Venezuela y Tabaré Vázquez, de Uruguay, además de primeros ministros y cancilleres de otras naciones.

Cuatro organismos regionales y 34 países estarán representados en la cumbre, que ha exigido la movilización de 9.000 efectivos de seguridad, un despliegue inusual en las avenidas de la capital brasileña.

Paralelamente al encuentro político, más de 800 empresarios árabes y sudamericanos estarán reunidos para identificar los principales obstáculos a la intensificación de relaciones comerciales y crear una red de contactos entre hombres de negocios.

Los empresarios participarán en un seminario sobre aspectos de la cultura de negocios de las dos regiones, tendencias, flujos de inversión y perspectivas de incremento de la actividad relacionada con el turismo.

Los organizadores del encuentro esperan resultados concretos de esta cumbre, entre ellos la anunciada inauguración en diciembre de una línea regular de transporte aéreo diario entre las ciudades de Dubai y Sao Paulo.

Los empresarios detectaron la necesidad de establecer una conexión marítima regular directa entre Oriente Medio y América del Sur para ampliar el intercambio comercial entre las dos regiones, que actualmente moviliza más de 10.000 millones de dólares anuales.

"Hablaremos también sobre la necesidad o no de nuevos acuerdos y probablemente será firmado en esta ocasión un acuerdo comercial entre el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), adelantó el jefe del departamento de promoción comercial de la cancillería brasileña, Mario Villalba.

La cumbre ha estimulado también la realización de estudios sobre los profundos vínculos culturales bilaterales, resultado de la influencia de la inmigración árabe a Sudamérica que se inició a fines del siglo XIX.

Las autoridades de ambas regiones decidieron crear sendas bibliotecas de obras primas de la producción intelectual de los idiomas árabe, español y portugués.

"Esto tiene una profunda carga simbólica", dijo el embajador Edgard Telles Ribeiro, director del Departamento cultural de la cancillería brasileña, aludiendo implícitamente a la Biblioteca de Alejandría (Egipto) que tuvo notable influencia en la formación de la cultura occidental.

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