En América corren las apuestas sobre quién ocupará finalmente la secretaría general de la OEA. Chile, México y cuatro países de América Central sacaron ya sus candidatos a la cancha, donde miden fuerzas con jugadas vistosas y otras no muy limpias, según observadores.
Tras bastidores, cada uno de ellos busca o dice tener ya asegurado el apoyo de Estados Unidos, que mantiene una histórica influencia y poder sobre la OEA (Organización de Estados Americanos) aunque sólo representa un voto entre los 34 estados miembros, todos los del continente excepto Cuba, suspendida desde 1962.
En los últimos días el lenguaje diplomático de unión y concertación, periódicamente usado por los países integrantes del foro, dio paso a uno duro y seco debido a la competencia. Para ocupar la secretaría general de la OEA se requiere un mínimo de 18 votos.
Los postulados hasta ahora son el ministro de interior de Chile, Miguel Insulza, a quien se adhirieron de modo expreso Argentina y Brasil, el canciller de México, Luis Derbez, que cuenta con el apoyo seguro de Canadá y Belice, y el ex presidente salvadoreño Francisco Flores (1999-2004), al que respaldan Costa Rica, Guatemala y Nicaragua.
A esa competencia podría sumarse un candidato del gobierno de Perú, aunque el viernes declinó esa posibilidad una de las personalidades manejadas, el ex presidente interino de ese país Valentín Paniagua (200-2001).
Se pone interesante la contienda, habrá que ver si la mentada integración continental no sale más golpeada de este juego, aunque es saludable que la competencia sea abierta y con las cartas sobre la mesa, dijo a IPS Jorge Chabat, un investigador del departamento de estudios internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México.
Por su parte, Rosana Fuentes, directiva del departamento de estudios internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), opinó que el proceso de elección será largo y penoso y a fin de cuentas tendrá saldos desfavorables.
Quien gane el máximo cargo de la OEA deberá empezar trabajando con la mira de sanar heridas, divisiones y dejar clara sus posturas frente a Washington, señaló Fuentes a IPS.
La OEA, que ha vivido varios períodos bajo la sombra del dominio estadounidense, se quedó sin secretario general en octubre, cuando el ex presidente costarricense Miguel Angel Rodríguez debió renunciar al cargo pocas semanas después de asumir por el escándalo desatado en ese país ante denuncias de corrupción en su contra durante su mandato de 1998 a 2002.
En sus 56 años de vida, el foro americano permitió el derrocamiento del gobierno reformista de Guatemala en 1954, suspendió a Cuba como miembro en 1962 y toleró o hizo muy poco contra las invasiones estadounidenses a la República Dominicana en 1965, Granada en 1983 y Panamá en 1989.
Además fue inoperante para frenar la guerra civil en varios países de América Central en los años 80 y permitió que Washington interviniera abiertamente apoyando a dictaduras y gobiernos represores en toda América Latina en los años 70 y comienzos de los 80.
En otro frente, cuando se declaró la guerra entre Argentina y Gran Bretaña en 1982, por la posesión de las isla Malvinas, no logró activar sus mecanismos de actuación regional frente a acciones extra continentales.
Empero, en los últimos años la OEA tuvo actuaciones de corte independiente en materia de protección y defensa de los derechos humanos e intervino con relativo éxito para desactivar crisis políticas en varios países, aunque también recibió críticas por no poder defender a gobiernos elegidos en las urnas como el de Jean Bertrand Aristide en Haití, que fue derrocado con apoyo de Washington.
Aunque aún no hay fecha definida para elegir al nuevo secretario del organismo continental, los próximos cinco años con posibilidades de reelección, la competencia se desató a inicios de este mes luego que el gobierno de México anunciara que postulará para el cargo a su canciller Derbez.
Desde entonces se intensificaron los viajes de diplomáticos a diversos países y las llamadas telefónicas entre gobiernos con la meta de comprometer apoyos.
México actuó de forma unilateral y no respetó su compromiso de buscar junto con Chile un candidato de consenso y mantener diálogos sobre el asunto, declaró la diputada socialista chilena Isabel Allende.
A su entender, ese fue el motivo para que su país lanzará la candidatura de Insulza, quien ya compitió sin éxito por el cargo con Rodríguez.
El gobierno estadounidense de George W. Bush señaló públicamente que prefiere al ex presidente salvadoreño a cualquiera de las otras candidaturas, pues ningún representante de América Central ha ocupado la secretaria de la OEA, que hasta ahora ha estado en manos de Colombia, Chile, Uruguay, Ecuador, Argentina y Brasil.
A pesar de sus cabildeos, Flores no ha podido obtener aún el apoyo de Honduras y varios gobiernos del continente, como Venezuela, sostienen que se trata de un candidato muy cercano a las posiciones de Washington.
En tanto, Chabat cree que Derbez es también apoyado por el gobierno del presidente George W. Bush, pero dice que no lo puede reconocer abiertamente, pues existe el riesgo de que el mexicano sea identificado como el candidato estadounidense.
Entre funcionarios cercanos al presidente mexicano Vicente Fox, se comenta que éste lanzó la candidatura de su canciller después de que habló personalmente con Bush para asegurarse su adhesión.
Si la diplomacia mexicana hizo bien su trabajo, seguramente antes de postular a Derbez se aseguró el respaldo de Washington, sostuvo Fuentes.
En ese sentido, el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Robert Noriega, dijo el viernes que su país considera con seriedad la candidatura de un país amigo, expresión que fue considerada como un tácito apoyo a México.
Además, fuentes de la cancillería mexicana indicaron que Derbez tiene el voto asegurado de Paraguay, Uruguay y de San Vicente y las Granadinas, además de Canadá y Belice.
También esa cartera indicó que Derbez será recibido el 5 de enero por los cancilleres de la Comunidad Económica del Caribe (Caricom), en una reunión en la que puede recibir el apoyo en pleno de sus 14 países miembros, según publica este sábado el diario mexicano Reforma.
En cuanto a Insulza, ahora es el propio presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien declaró que ve con muy buenos ojos esa postulación.
El canciller chileno Ignacio Walker sostuvo que Insulza está en posición inmejorable, tras haber recibo el apoyo expreso de Argentina y Brasil, cuyos gobiernos alientan el proceso de integración de América del Sur y que han expresado de forma abierta posiciones contrarias a Washington en materia de comercio y política internacional.
Brasil no tiene motivos para apoyar a otro candidato que no sea Insulza, indicó el canciller de ese país, Celso Amorim.
A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, en una carta entregada a diplomáticos de Chile, expresó que ese país está con Insulza por sus meritorios antecedentes en la defensa de la democracia y los derechos humanos.
A todo esto, el presidente Fox visitó el martes y el miércoles El Salvador para asistir a la cumbre centroamericana con el objetivo central de impulsar la candidatura de Derbez.
Según explicaron fuentes oficiales, Fox trató de convencer a sus pares que su canciller es el mejor candidato a la OEA, pero al parecer no lo logró.
Los mandatarios de América Central, con excepción de Honduras, mantuvieron su postura de que Flores es el candidato adecuado. Sin embargo, declararon estar abiertos a otras posibilidades si la suya no prospera.