ELECCIONES-VENEZUELA: Triunfan Chávez y la abstención

El presidente venezolano Hugo Chávez se anotó una nueva victoria cuando sus candidatos ganaron la mayoría de gobernaciones y alcaldías disputadas en los comicios del domingo, en este país donde seis de cada diez votantes lo apoyan y cuatro respaldan a la oposición.

En 22 de los 23 estados del país se eligieron gobernadores y los chavistas ganaron 20 de las plazas en juego, según cifras parciales conocidas este lunes, aunque en tres entidades los resultados eran muy ajustados y la oposición podría colocar nuevos lunares en el mapa rojo, color distintivo del chavismo, que ahora arropa al país.

Todavía no hay cifras consolidadas sobre las 333 alcaldías disputadas, de las que más de 200 eran opositoras, pero los jefes políticos reconocían que el avance del oficialismo en las gobernaciones hará cambiar de manos numerosas jefaturas municipales.

Fuera de los estados, en el distrito capital o municipio Libertador de Caracas fue reelegido Freddy Bernal, un lugarteniente de Chávez, y en la alcaldía mayor de la urbe, que abarca cinco municipios en una complicada repartición de atribuciones, el chavista Juan Barreto reemplazó al opositor Alfredo Peña.

La abstención fue la nota dominante de la jornada, y el rector del poder electoral Jorge Rodríguez la estimó este lunes ”por encima de 55 por ciento” en un padrón de 14,2 millones, lo que significa que votaron unos 6,4 millones de electores y se abstuvieron 7,8 millones.

En el referendo del 15 de agosto participaron casi 10 millones de sufragantes, y 59 por ciento ratificó a Chávez como presidente, en tanto 41 por ciento votó en contra.

Chávez ganó la elección presidencial de 1998 con 56 por ciento de papeletas y en 2000 fue nuevamente elegido con 60 por ciento, en tanto la suma de votos populares en la justa de este 31 de octubre, si se proyectan resultados de los primeros cuatro millones escrutados, le vuelven a acordar un 60 por ciento de sufragios.

”En realidad, en Venezuela hemos tenido desde 1998 prácticamente la misma elección, con diferente pregunta”, dijo a IPS Germán Campos, profesor de ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela. ”Los códigos con los que la población ha atendido las elecciones han sido los mismos”.

Las primeras declaraciones apuntan a que Venezuela pone fin, con el referendo y la elección del domingo, a la etapa de agitación iniciada a fines de 2001, cuando empresarios, sindicatos, partidos y medios de comunicación opositores impulsaron una salida anticipada de Chávez de la presidencia, que culminará en enero de 2007.

En ese camino hubo decenas de marchas multitudinarias por la renuncia del presidente, un golpe de Estado que duró dos días en abril de 2002, y una huelga patronal y sindical de dos meses —diciembre de 2002 y enero de 2003— que paralizó la industria petrolera y causó pérdidas por 10.000 millones de dólares.

Chávez mismo, que hizo una intensa campaña por sus candidatos a gobernadores, anunció que ”profundizará la revolución”, con ”guerra a muerte al latifundio, a la corrupción y a la burocracia”, y había pedido a los suyos ”pulverizar a la oposición”.

Pero en sus declaraciones del domingo y este lunes tendió una mano a sus opositores y propuso a todos los nuevos gobernadores y alcaldes trabajar juntos contra la pobreza, porque ”la revolución llegó para quedarse y Venezuela cambió para siempre”.

Henry Ramos, secretario general del partido socialdemócrata Acción Democrática, que gobernó varias veces Venezuela entre 1945 y 1993, dijo que la organización se entregará a un examen en frío de los resultados y la nueva realidad política. ”Nos pondremos un bloque de hielo en la cabeza”, aseveró.

Acción Democrática queda como segunda fuerza política del país y primera de la oposición, a distancia del gobernante Movimiento Quinta República.

Ramos lamentó que el partido se hubiese distanciado de los sectores populares entre los que históricamente fue muy fuerte ”y en aras de la unidad por el inmediatismo de salir de Chávez, acompañamos a quienes hacen política esencialmente para la clase media y alta, sin construir una estrategia propia y dejándole el pueblo a Chávez”.

En el nuevo partido de centro-derecha, Primero Justicia, su principal dirigente Julio Borges dijo que ”el domingo se cerró una etapa para muchos de los partidos y líderes opositores tradicionales, y el país irá a la búsqueda de liderazgos alternativos”.

Enrique Mendoza, el principal líder que condujo la coalición opositora Coordinadora Democrática al proceso de referendo contra Chávez, sería la baja número uno, pues habría perdido su primera elección en dos décadas, al arrebatarle el oficialista Diosdado Cabello la gobernación del estado de Miranda, al este de Caracas.

En Carabobo, asiento de manufacturas y nudo de comunicaciones al oeste de Caracas, había este lunes una cerrada lucha por la gobernación entre el chavista Luis Acosta, un general retirado, y Henrique Salas, hijo del caudillo regional del mismo nombre cuyo partido Proyecto Venezuela se juega su suerte con esta plaza.

Seguidores de Chávez ganaron o recuperaron estados agrícolas y ganaderos en el occidente, y petroleros en el oriente, así como el sureste asiento de industrias pesadas.

Acción Democrática arrebató al chavismo la isla de Margarita, en el Caribe, y posiblemente se imponga en el estado más importante del país, Zulia, tradicional productor petrolero, ganadero e industrial en el oeste fronterizo con Colombia.

Para el analista político opositor Teodoro Petkoff ”la gran inquietud que surge es cómo va a administrar el gobierno su enorme poder regional y local. ¿Reforzará, como es de temer, su empeño en echar atrás la descentralización y fortalecer los privilegios del poder central?”.

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