ASIA SUDORIENTAL: Puñalada de Birmania a la ASEAN

Los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) culminaron este martes una reunión en la capital de Laos, con una puñalada a traición propinada por Birmania.

Nadie aquí consideró una coincidencia que la junta militar birmana incrementara su presión contra la líder de la oposición democrática, Aung San Suu Kyi, justo cuando se desarrollaba la cumbre en Vientiane.

El lunes, un representante de la opositora Liga Nacional por la Democracia (NLD) de Birmania confirmó que la junta extendió un año más la pena de prisión domiciliaria contra Suu Kyi, cuya liberación piden los demás países miembros del grupo regional.

”Esto es claramente una bofetada en la cara de la ASEAN”, sostuvo Debbie Stothard, coordinadora de la Red Alternativa de la ASEAN sobre Birmania (ALTSEAN), una organización no gubernamental defensora de los derechos humanos.

”Demuestra cuán seguro se siente el régimen militar birmano en la ASEAN, pues sabe que (el grupo) no lo presionará más para liberar a Suu Kyi ni para adoptar reformas democráticas”, dijo Stothard a IPS.

En vísperas de la cumbre en Vientiane, analistas especulaban sobre la forma en que los líderes de Rangún explicarían a los demás países la falta de avances democráticos y la permanencia de Suu Kyi en su prisión domiciliaria.

La ASEAN está integrada por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.

Estos países en más de una ocasión han pedido a Rangún que propicie una apertura democrática y permita la liberación de la líder opositora y premio Nobel de la Paz.

Los gobernantes de estos países, más los de China, Corea del Sur y Japón, aprobaron en Vientiane un comunicado en el que subrayaron la necesidad de crear un área de libre comercio en Asia oriental para 2010. También afirmaron su compromiso para luchar contra el terrorismo.

Pero la algarabía por estas coincidencias se arruinó cuando llegó la noticia de que la junta militar birmana, liderada por el general Than Shwe, había decidido extender la prisión domiciliaria de Suu Kyi.

Las fuerzas armadas que gobiernan Birmania desde el golpe de Estado de 1962 han mostrado escaso respeto por las libertades políticas y civiles y por los derechos humanos. El disenso y las proclamas de libertad suelen chocar con la fuerza bruta, en forma de bastones y balas.

Khin Nyunt fue designado primer ministro el 25 de agosto de 2003, luego de que un ataque cometido por sicarios contra Suu Kyi causara indignación mundial.

Poco después, el flamante jefe de gobierno lanzó una ofensiva de seducción dirigida a sus vecinos del sudeste asiático y a la comunidad internacional para convencerlos del compromiso de Rangún con la reforma política.

Pero, en octubre, Than Shwe decidió expulsarlo del cargo para concentrar todo el poder, lo que implicó un retroceso en las tímidas reformas.

El Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, como se llama oficialmente la junta militar, no tiene ningún temor a que la ASEAN responda con dureza, sostuvo Aun Naing Oo, investigador asociado al Fondo para Birmania, instituto con sede en Washington creado por académicos birmanos en el exilio.

”Están decididos a continuar con su propia agenda, aun cuando sea estúpida, como la decisión de esta semana de ampliar la prisión de Suu Kyi mientras se desarrollaba la cumbre de la ASEAN”, dijo a IPS.

Rangún siempre ha mostrado sin tapujos su actitud autoritaria ante sus pares de la ASEAN desde que se sumó al grupo en 1997. Esto ha sido posible gracias al apoyo de Tailandia, que con frecuencia defiende a Birmania de las críticas lanzadas por Estados Unidos o Gran Bretaña.

La junta militar birmana también se beneficia del principio que rige a la ASEAN de no interferir en los asuntos internos de los países miembro.

Las autoridades militares birmanas proscribieron al NLD después de su victoria en las elecciones parlamentarias de 1990.

Los militares tienen cerca de 39 cárceles en todo el país con unos 1.400 presos políticos, entre los cuales hay parlamentarios, escritores, activistas y monjes budistas.

Ante todo esto, el principio de no intervención de la ASEAN es cada vez más cuestionado por los mismos miembros, sobre todo considerando que Birmania debe asumir la presidencia rotativa del grupo en 2006.

”La ASEAN acabaría con su credibilidad internacional, y socavaría sus logros como grupo regional si los generales birmanos asumen la presidencia”, sostuvo Stothard.

”En los próximos seis meses se verá cuán dispuesta está la ASEAN a dañarse a sí misma permitiendo que Birmania siga así”, añadió.

Una presidencia birmana podría afectar los planes del grupo regional de recuperar peso internacional tras la crisis financiera de 1997, de la que todavía no se ha recuperado del todo.

Ante esto, legisladores malasios iniciaron una campaña, con apoyo de parlamentarios de Camboya, Filipinas, Indonesia, Singapur y Tailandia, para impedir que Birmania asuma la presidencia del grupo.

”La presidencia de la ASEAN no puede ser concedida a Myanmar (Birmania) en 2006 sin que se ponga en marcha antes un sistemático e irreversible proceso de cambio de su gobierno”, señalaron los legisladores en un comunicado tras una reunión en Kuala Lumpur el domingo.

Los parlamentarios incluso sugirieron expulsar a Birmania del grupo regional. ”Proponemos una inmediata revisión de la membresía de Myanmar”, señalaron.

Para la oposición birmana, la reunión en Kuala Lumpur fue una grata sorpresa.

”Los militares quieren la presidencia de la ASEAN para obtener legitimidad. Pero, ¿le concederá la ASEAN lo que quieren después de lo que ocurrió en la cumbre de esta semana?”, preguntó Aung Naing Oo.

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