EEUU: Gobierno obstruye justicia para agricultores negros

Agricultores negros de Estados Unidos arruinados por políticas agrícolas racistas hasta 1996 solicitaron la intervención del Congreso legislativo porque el Departamento de Agricultura les negó a la mayoría la indemnización a que tenían derecho.

Hace cinco años, ante una demanda judicial colectiva, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos admitió que había tratado de manera injusta a los agricultores negros que solicitaban asistencia, y prometió pagarles hasta 2.300 millones de dólares como compensación.

Pero según el Grupo de Trabajo Ambiental y la Asociación Nacional de Granjeros Negros, el organismo finalmente negó compensación a 86 por ciento u 81.000 de los 94.000 agricultores que la reclamaron.

El Departamento de Agricultura negó responsabilidad por el resultado de las reclamaciones, porque quedaron en manos de un árbitro.

Sin embargo, la agencia contrató abogados del Departamento de Justicia para responder a reclamos individuales, a un costo de 12 millones de dólares y 56.000 horas de trabajo, según un informe del Grupo de Trabajo Ambiental y la Asociación de Granjeros Negros, titulado ”Obstrucción de Justicia”.

Hasta ahora, el gobierno ha pagado 657 millones de dólares a 13.151 demandantes.

”Gran parte del arreglo se basó en la buena fe” de los demandantes, pero ”el Departamento de Agricultura aprovechó las deficiencias del acuerdo para negar compensaciones”, afirmó Arianne Callender, abogada del Grupo de Trabajo Ambiental y principal autora del informe.

”También presentó cientos de apelaciones a sentencias favorables (a los demandantes), tratándolos como adversarios. Y los agricultores no cuentan con recursos para hacer frente a una gran agencia como el Departamento de Agricultura”, dijo a IPS.

”Las implicaciones son enormes. Si se permite que esto continúe, el granjero negro se convertirá en algo del pasado”, advirtió Callender.

Linwood Brown, uno de los agricultores que nunca recibió plena compensación, describe la discriminación de que fue víctima en una sección testimonial del informe.

”Yo solicitaba asistencia (del gobierno) al principios de cada año, pero no recibía el dinero hasta junio o julio”, declaró Brown, dueño de un terreno de 33 hectáreas en Virginia, donde cultivaba maíz, frijoles de soya y tabaco.

Una vez recibidos los fondos, ”no tenía tiempo para plantar y fertilizar en el momento adecuado, por lo tanto la producción se resentía, y obtenía, digamos, 80 por ciento de la cosecha normal”, explicó.

”Luego usaban ese argumento contra nosotros, diciendo que el rendimiento era tan bajo que no nos podían otorgar los fondos solicitados”, agregó Brown.

Además, también se exigía a los agricultores negros del condado de Brown que se reunieran con un supervisor blanco para recoger sus cheques y justificaran cada gasto, mientras a los granjeros blancos se les entregaba una suma global, señala el informe.

Aunque Brown recibió una restitución parcial, se le negó compensación por cada uno de los años, entre 1980 y 1994, en que fue víctima de un tratamiento injusto.

”Esto mismo le ocurrió a muchos granjeros. El Departamento de Agricultura concluyó que hubo discriminación, pero no les pagó. Por el contrario, peleó cada caso hasta el final. El sistema de los buenos muchachos todavía está vigente, y funciona bien”, agregó.

El acuerdo de 1999 fue resultado de una demanda colectiva conocida como ”Pigford versus Veneman”, en la que agricultores negros acusaron al Departamento de Agricultura de negarles en forma deliberada créditos esenciales y otra asistencia financiera que estaba rápidamente disponible para granjeros blancos en situación similar.

La mayoría de los demandantes que no recibieron indemnización habían presentado sus reclamos en forma tardía, porque sus abogados les informaron mal del vencimiento del plazo. Otros no contaban con documentación suficiente, les dijeron.

Incluso unos 9.000 agricultores (40 por ciento del total) que cumplían los requisitos para recibir compensaciones automáticas de 50.000 dólares (haber solicitado un préstamo al Departamento de Agricultura entre 1981 y 1996, que la respuesta de la agencia haya sido racialmente discriminatoria, y haber presentado una queja por el tratamiento recibido) no recibieron nada.

El informe también acusa al Departamento de Agricultura de entorpecer los esfuerzos de los agricultores damnificados por probar la discriminación contra ellos, suprimiendo información que había compilado sobre la falta de equidad en el tratamiento a granjeros negros y blancos.

Como resultado, los agricultores negros debieron reconstruir, por sus propios medios, historias que estaban fácilmente disponibles en la agencia.

”Miles de nosotros estamos perdiendo nuestras tierras porque el Departamento de Agricultura excluyó a los granjeros afro-estadounidenses de los programas de créditos agrícolas durante décadas”, afirmó John Boyd, presidente de la Asociación Nacional de Granjeros Negros.

Entre 1982 y 2002, el número de granjas en manos de afro-estadounidenses cayó de 54.367 a 29.090, y en total, la comunidad perdió sus granjas a un ritmo tres veces superior que los blancos, señala el estudio.

La Asociación y el Grupo de Trabajo Ambiental planean ahora presionar al Congreso para que ordene al Departamento de Agricultura que compense totalmente a los casi 9.000 granjeros que reunían las condiciones para la indemnización automática y vuelva a estudiar los cerca de 64.000 reclamos presentados fuera de fecha.

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