COMERCIO: Cambios de cartel en la OMC

El reparto de papeles entre el elenco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha deparado sorpresas durante las negociaciones en curso de la Ronda de Doha, con aparente pasaje a segundo plano de las antes ”estrellas” Canadá y Japón, y destaque de Brasil e India.

Hasta hace poco más de un año, era impensable que las representaciones canadiense y japonesa faltaran de las grandes puestas en escena que monta el sistema multilateral en su programa de expansión de la apertura de mercados.

No en vano los dos países figuraron temporada tras temporada, desde la creación de la OMC en 1995, en el reparto estelar bautizado como ”Cuadrilátero”, junto a las dos mayores potenciales comerciales, Estados Unidos y la Unión Europea.

Al Cuadrilátero se le reconoce que ha desempeñado una parte protagónica en la obra de liberalización comercial.

Pero en las últimas semanas, las delegaciones de Canadá y Japón han brillado por su ausencia en las negociaciones estratégicas de la fase crítica de las negociaciones de Doha, iniciadas en noviembre de 2001 en esa ciudad, durante la IV Conferencia Ministerial de la OMC.

La activista Aileen Kwa de la organización no gubernamental Focus on the Global South (Foco en el Sur Global) observó que el proceso de negociaciones de los últimos días, reducido a cinco delegaciones, causó ”desagrado” en numerosos países en desarrollo y ”aun en países industrializados, como Canadá y Japón”.

El rumbo de las discusiones, que en su primera etapa concluyen este viernes, fue impreso otra vez por Estados Unidos y la Unión Europea, aunque flanqueados ahora por Australia, Brasil e India. El grupo que forman es llamado las ”Cinco Partes Interesadas” (CPI).

Australia coordina el Grupo de Cairns, una alianza de 17 países exportadores agrícolas eficientes, creado en 1986 en la ciudad australiana de ese nombre para combatir los subsidios y el proteccionismo agrícolas

Brasil e India armonizan las voluntades de un bloque de 19 naciones, denominado Grupo de los 20, que incluye a China y promueve desde su creación hace casi un año la defensa de los intereses comerciales de los países del Sur en desarrollo.

Canadá es uno de los miembros de Cairns y en esa calidad sólo recibía la información que Australia diseminó estos días después de las largas sesiones de las CPI, que se concentraron en las controvertidas negociaciones sobre agricultura.

La situación de Japón fue aun menos favorecida porque pertenece al Grupo de los 10, un entendimiento de naciones que son importadoras netas de productos agrícolas y procuran mantener regulado el ingreso de alimentos.

El G-10 careció de un representante directo en las CPI y padeció la falta de información, como lamentó en términos severos la representación de Suiza, otro de los pesos pesados del comercio que esta vez ha quedado afuera de la esfera decisiva de las negociaciones.

La delegación suiza, que coordina el G-10, opinó que ha sido ”catastrófico el manejo de las negociaciones” y que existe frustración entre todos los miembros de la OMC, salvo las CPI, dijo. Se trata de una forma de negociar escandalosa, afirmó.

En contraposición, Brasil e India han protagonizado una carrera ascendente desde el comienzo del G-20, pocas semanas antes de la V Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, en septiembre de 2003.

Los dos países han terminado prácticamente por representar de manera tácita a la gran mayoría de las naciones en desarrollo durante todo el proceso iniciado luego del fracaso de Cancún, primera señal de peligro para la suerte de la Ronda de Doha.

Negociadores brasileños e indios participaron de manera activa en la elaboración de un acuerdo sobre agricultura en las CPI. El contenido de ese entendimiento será volcado en el documento que los 147 países miembros de la OMC discutirán este fin de semana para establecer el documento marco de la segunda fase de la Ronda de Doha.

El embajador de Zambia, Love Mtesa, dijo que las distintas alianzas de los países en desarrollo habían entregado sus propuestas de negociación a Brasil e India, para que las expusieran en el marco de las CPI.

La negociación durante esta semana en un grupo cerrado de cinco miembros despertó inquietudes en algunas delegaciones y en representantes de las organizaciones no gubernamentales.

Chandrakant Patel, de la organización africana Seatini, estimó que el actual proceso de negociaciones es inaceptable porque excluyó a muchas delegaciones.

Pero el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, dijo a periodistas que ”es mejor participar entre cinco que dejar a Estados Unidos y la Unión Europea que negocien y produzcan un documento”.

Mtesa afirmó que no se puede culpar a India y Brasil. Yo creo que hacen un buen trabajo, afirmó el representante de Zambia.

El director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, acogió calurosamente el acuerdo alcanzado por las CPI porque representa ”un aporte importante a las negociaciones”.

Sin embargo, advirtió que la concertación de un acuerdo marco sobre agricultura sólo es posible mediante el concurso de los restantes miembros de la organización.

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