Venezuela aseguró a los países de América Central que la OPEP no es la responsable de los altos precios internacionales del crudo y les aconsejó buscar ayuda compensatoria, para afrontar su elevada factura petrolera, en un fondo que ese grupo tiene para el desarrollo.
Los precios escapan a los esfuerzos de países como Venezuela y de la propia OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), dijo el presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Alí Rodríguez, tras reunirse en Caracas con el vicepresidente de Honduras, Vicente Agasse.
Rodríguez reiteró la tesis oficial venezolana de que los elevados precios en el mercado petrolero mundial responden a problemas estructurales de refinación en Estados Unidos, a la guerra desatada en el Medio Oriente y a la especulación en los mercados de futuros.
Agasse se entrevistó con Rodríguez y con el vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, en representación de sus pares del istmo para pedir que le trasmita a la OPEP, de la que Venezuela es el único integrante latinoamericano, la necesidad de que aumente su oferta de modo que bajen los precios.
A su vez, los presidentes centroamericanos se reunirán con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, y con el mexicano, Vicente Fox, durante la III Cumbre de la Unión Europea y América Latina y el Caribe, a realizarse el próximo fin de semana en la central ciudad mexicana de Guadalajara, para pedir mejores condiciones de precio y de pago por el petróleo que adquieren.
Mediante el llamado Acuerdo de San José, México y Venezuela se reparten por mitad desde 1980 el suministro de 160.000 barriles de 159 litros de petróleo por día a una decena de países de América Central y del Caribe, los cuales son financiados hasta 20 por ciento de cada factura en forma de créditos blandos, es decir bajos intereses y largo plazo de pago.
Ese acuerdo, en los primeros 20 años de vigencia, movilizó unos 3.000 millones de dólares en financiamientos de este tipo.
Adicionalmente, Venezuela estableció en 2001 un modelo de Acuerdo de Caracas, con varios países del área, a través del que suministra en condiciones aún más flexibles otros 80.000 barriles diarios de petróleo, 53.000 de los cales van a Cuba.
Para toda América actúa como referencia el crudo marcador estadounidense, West Texas Intermediate, que este miércoles volvió a subir de precio para cotizarse a 41,62 dólares el barril, cerca de su récord de 41,85 dólares alcanzado el 17 de este mes.
Los precios de un galón (3,8 litros) de combustible en América Central están por encima de los 2,20 dólares, igual que en las zonas más costosas de Estados Unidos.
Honduras mostró interés en sumarse al esquema de Acuerdo de Caracas, dijo Rodríguez, pero recordó que los países más pobres de la región pueden acudir al denominado Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional, a fin de atender sus necesidades de recursos para proyectos de desarrollo que sean aplazados para atender la costosa factura petrolera.
El Fondo OPEP fue establecido en 1976 para cooperar con naciones en desarrollo, tanto en proyectos públicos como del sector privado, y se nutre con aportes voluntarios de los 11 miembros de la organización petrolera.
Hasta abril, el Fondo había financiado 738 proyectos de desarrollo en 99 países y por un monto de 4.260 millones de dólares, así como había entregado 668 créditos a productores por 310 millones. También participó en otros programas de cooperación por un total de 5.472 millones de dólares, en casi tres décadas de actividad.
El año pasado en la región se beneficiaron Guatemala, con 10 millones de dólares para el desarrollo rural de su zona oeste, Cuba, con 10 millones para un programa de irrigación, y el Banco de Integración Centroamericana, con 15 millones de dólares.
Dos semanas atrás, los presidentes de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador se dirigieron formalmente a la OPEP para exigir que se reduzcan los precios tomando en conciencia los efectos nefastos que provocan en la economía de nuestra región.
Los cuatro países, a quienes se sumó luego Panamá, pidieron que su voz sea oída en la conferencia que la OPEP realizará en Beirut el próximo 3 de junio. El pedido centroamericano fue aprovechado por Rodríguez para subrayar la tesis de que factores que escapan a la Organización son los causantes de que suba el precio del petróleo.
En primer lugar, la situación del mercado de gasolinas en Estados Unidos, donde desde hace casi 30 años no se construyen nuevas refinerías, aunque algunas se han ampliado, y eso ocasiona un déficit de 2,7 millones de barriles diarios de ese combustible, ante una demanda que sobrepasa los nueve millones de barriles por día.
Rodríguez dijo que Estados Unidos importa diariamente unos 10 millones de barriles de petróleo, gasolinas incluidas, lo que incrementa el precio de ese carburante en toda la cuenca del Atlántico, y los precios altos para los derivados arrastran los de la materia prima con que se elaboran, el crudo.
Como segunda razón, el titular de Pdvsa citó la guerra en la Iraq ocupada por la coalición liderada por Estados Unidos y su reflejo en la península arábiga y en general en todo el Medio Oriente, lo que genera una zozobra que impacta la seguridad de los suministros y eso se refleja en los precios.
En tercer lugar, está la especulación de mercado. La demanda real de petróleo en el mundo está en 80,2 millones de barriles diarios, pero en el mercado de futuros se negocia el doble, 160 y a veces 180 millones de barriles diarios que son solamente contratos o barriles de papel, destacó Rodríguez.
Por añadidura, la OPEP tiene una sobreproducción estimada en 2,2 millones de barriles diarios, por encima del convenio de 10 de sus 11 socios para extraer 23,5 millones de barriles por día, un límite que podría revisarse en la cita de Beirut.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Defendió para su crudo, desde 2000 una banda de precios que da 22 a 28 dólares el barril, aunque en lo que va de año lo ha vendido a más de 30 dólares.
Iraq está excluido de los acuerdos de producción desde 1990, cuando invadió Kuwait y dio paso a la primera guerra del Golfo, y extrae actualmente poco más de dos millones de barriles diarios, por lo que, sumados, la producción total de la OPEP se acerca a los 28 millones de barriles por jornada.
Bajo presión estadounidense y británica, Arabia Saudita, el mayor productor mundial y de hecho el líder de la OPEP, anunció que pedirá en Beirut un incremento de más de dos millones de barriles diarios en la oferta de crudo que hace al grupo.
Venezuela, el tercer productor del grupo en volumen, se ha opuesto a la apertura de los grifos, con apoyo hasta ahora del segundo socio, Irán, que, sin embargo, cambió de parecer en los últimos días y se inclina a favorecer la propuesta saudita.