Hace unos pocos años era difícil imaginar que en el continente americano se pudieran reeditar conflictos limítrofes o pugnas diplomáticas, en particular luego de firma de la paz en 1998 entre Ecuador y Perú y del acuerdo entre ese último país y Chile en 1999. Pero esa certeza se ha convertido en incertidumbre, tras desatarse la disputa entre el gobierno chileno y Bolivia por la insistencia de La Paz en llevar a los ámbitos multilaterales su añejo reclamo de una salida soberana al océano Pacífico. Por ello, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, que se realizará el 6, 7 y 8 de junio en Quito, promete ser una caja de Pandora. Bolivia ha desplegado una ofensiva diplomática para regionalizar el tema y para que su problema sea discutido en la Asamblea. Su canciller Juan Ignacio Siles ha hecho una gira por varios países para conseguir adhesiones a la tesis de su país y, por consiguiente, en Chile existe preocupación por esta estrategia.
