HAITI: ¿EEUU empujó a Aristide o lo dejó caer?

Mientras el líder rebelde Guy Philippe se declara ”jefe militar” de Haití, abundan las especulaciones sobre el papel de Estados Unidos en el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide.

Más de un experto afirma que, una vez fuera del poder el campeón de los pobres en la nación más miserable de América, es tiempo de avanzar en la construcción de la democracia en Haití, pero será imprescindible antes desarmar a los bandos en pugna.

Aristide dijo el lunes a la cadena televisiva CNN que soldados estadounidenses lo obligaron a subirse a un avión, en lo que calificó de ”secuestro” y de ”moderno golpe de Estado”.

”Debimos irnos (de Haití) y pasar 20 horas en un avión estadounidense sin saber a dónde nos dirigíamos. Hasta que nos dijeron, 20 minutos antes de aterrizar, que íbamos a República Centroafricana”, agregó.

El secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell aseguró, por su parte, que Aristide ”no fue secuestrado”. ”No lo obligamos. Entró en el avión por su propia voluntad, y esa es la verdad”, dijo Powell a la prensa el mismo lunes.
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Horas después del vuelo, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) autorizó el envío de una fuerza multinacional para intervenir en Haití.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo este martes: ”Espero que esta vez la comunidad internacional tome el camino largo, no una vuelta rápida. Insumirá años (construir Haití) y confío en que tengamos la paciencia de hacerlo.”

El portavoz de la Comunidad del Caribe (Caricom) y canciller de Jamaica, Keith Knight, dijo este martes a la cadena canadiense de radio y televisión CBC que no daba crédito a las versiones según las cuales los insurgentes se unieron a Washington para derrocar a Aristide.

De todos modos, la Caricom criticó la semana pasada a la comunidad internacional por no enviar antes una fuerza militar de paz a Haití, y Knight sugirió este martes que el bloque no reconocería un gobierno que incluyera a los insurgentes.

”La comunidad internacional, que en este caso abarca Estados Unidos, Francia y, en menor medida, Canadá, ya dejaron en claro que no harán ninguna intervención positiva en Haití”, advirtió el activista Charles Arthur, director de la organización británica Haiti Support Group.

Por el contrario, añadió, la misión militar internacional tendrá la misión ”de proteger las propiedades que disponga la comunidad internacional: la infraestructura de la capital, las embajadas, las grandes empresas, los barrios donde viven los ricos… la infraestructura básica”.

”El mantenimiento de la paz, la ley y el orden, de hecho, significará preservar a quienquiera esté a cargo del ejército y la policía de Haití, y tal parece que será Guy Philippe”, sostuvo Arthur.

El líder insurgente, un ex policía y cadete del ejército, huyó en 2001 de Haití, después de participar en un fallido golpe de Estado contra Aristide. El y muchos de sus seguidores tienen malos antecedentes en materia de derechos humanos.

El portavoz del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense, Richard Boucher, rechazó las atribuciones de ”jefe militar” que Philippe se adjudicó. ”Los rebeldes deben dejar las armas y volver a casa”, dijo Boucher, según la agencia de noticias AP.

Arthur sostuvo que el mundo no debería lamentar la caída de Aristide.

”Resulta claro que Estados Unidos es la principal fuerza que logró su salida. No creo que los izquierdistas y progresistas del mundo deban concentrarse en la cuestión de la presidencia de Aristide”, afirmó.

”En mi opinión, basada sobre el trabajo con organizaciones de base haitianas durante 12 años, Aristide no fue capaz de atender las demandas y aspiraciones de los pobres del país, que constituyen 85 por ciento de la población”, agregó Arthur.

”Esa fue una de las razones que permitió a Estados Unidos removerlo del poder”, según el activista.

Hace más de una semana, cuando Philippe avanzaba hacia Puerto Príncipe desde el norte, Aristide se mostró de acuerdo con un plan de solución política formulado por la Caricom, según el cual él permanecería en la presidencia hasta 2006, compartiendo el poder con la oposición.

Pero sus detractores se negaron a aceptar la iniciativa.

Estados Unidos ”facilitó la salida” de Aristide, ”pero no creo que sea responsable” de que el líder haitiano perdiera el poder, dijo Carolyn Fick, profesora de historia de la canadiense Universidad Concordia.

”Hubo negociaciones y presión internacional sobre Aristide, pero también hubo presión interna, a pesar de sus declaraciones en contrario”, agregó Fick.

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