Argentina vivirá durante el próximo invierno una crisis energética que eventualmente podría derivar en cortes de en los suministros. Es por ello que el gobierno de ese país presidido por Néstor Kirchner está trabajando de cabeza en un plan de emergencia, que evalúa, entre otras medidas, limitar las exportaciones petroleras, gasíferas y de corriente eléctrica a Chile y Brasil para abastecer el mercado interno. Las autoridades argentinas admitieron que el crecimiento de la demanda hará que la oferta no sea suficiente para cubrir todas las necesidades de combustibles cuando la caída de la temperatura haga encender la calefacción en millones de hogares, informó el diario local Clarín. Y el gobierno de Kirchner no está dispuesta a que las "familias argentinas" se queden sin suministro, por lo que evalúa varias alternativas, como imponer cuotas a las exportaciones de Chile y Brasil, importar gas de Bolivia, hacer que las fábricas consumidoras financien la compra de combustibles y racionar la entrega a las estaciones de servicio para forzar el uso de bencina.
