La economía de Cuba creció este año 2,6 por ciento, por encima del 1,5 planificado, gracias al aumento de la producción petrolera, altos precios del níquel y la reactivación del turismo, entre otros factores, informaron este viernes autoridades de la isla.
En un informe ante la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, confirmó además que la producción azucarera fue de sólo 2,205 millones de toneladas.
”En estos resultados productivos influyeron fuertes tensiones financieras para asegurar a tiempo los insumos necesarios para la cosecha, problemas organizativos y una temporada meteorológica adversa”, explicó.
El ministro no especificó el monto de los ingresos que se perderán por la menor disponibilidad de azúcar para exportar, en momentos en que los precios internacionales del dulce han mejorado un poco.
En la temporada anterior (2001-2002), la producción del otrora principal producto cubano de exportación fue 3,6 millones de toneladas.
El gobierno cubano no había divulgado hasta este viernes los resultados de la zafra azucarera 2002-2003, finalizada en junio, y también se abstuvo en 2003 de brindar informes parciales sobre la marcha de la economía, como hizo en años de mejores resultados.
La producción de crudo nacional creció 2,9 por ciento, lo que unido a la extracción de gas permitió sumar 4,3 millones de toneladas de petróleo equivalente, cifra cuatro por ciento superior a lo logrado en 2002.
”A pesar de las grandes dificultades por los altos precios del petróleo, durante el presente año se ha garantizado un suministro más estable”, dijo Rodríguez, cuyo informe no indicó la cuantía de los gastos en importaciones.
Según otros cálculos, el crudo de producción nacional satisface algo más de 85 por ciento de la demanda para la generación de energía eléctrica, aunque este año no cesó el impacto de imprevistos apagones sobre muchos hogares.
Expertos consultados por IPS alertaron que en alrededor de la mitad del sistema de generación de energía eléctrica nacional hay problemas con accesorios, piezas de repuesto y mantenimiento, lo que causa pérdidas importantes de la energía producida.
Según esas fuentes, Cuba importa actualmente de 5,5 a 6 millones de toneladas anuales de petróleo, y aproximadamente 45 por ciento de esas compras proviene de Venezuela.
La producción de níquel, un importante rubro de exportaciones, fue 4,7 por ciento menor que la registrada en 2002, cuando la isla logró 75.600 toneladas, ”pero se obtuvieron ingresos superiores a partir de un notable incremento de los precios”, afirmó Rodríguez.
Cuba ocupa el cuarto lugar mundial en la producción de níquel, y sus reservas están entre las tres mayores del orbe, pero, según especialistas, su capacidad actual mantiene un volumen bajo de producción.
Este año, los precios del níquel se movieron entre 11.000 y 13.000 dólares por tonelada, lo que unido a los buenos precios del tabaco torcido influyó en el crecimiento de 14,1 por ciento de las exportaciones.
En tanto, el turismo se recuperó notablemente luego de la contracción sufrida desde 2001, con crecimientos de 12,7 por ciento en el número de visitantes y de 16 por ciento en los ingresos.
Según esos datos, la isla habrá recibido al finalizar diciembre 1.900.000 turistas. Otras fuentes consultadas por IPS estimaron que el ingreso de dinero relacionado con el turismo sumará este año cerca de 1.800 millones de dólares.
Los expertos señalan que el turismo tiene un impacto multiplicador importante para el resto de la economía, particularmente en la generación de empleo y demanda de alimentos frescos y elaborados de factura nacional, entre otros.
Sin embargo, alertan que el costo para la obtención de un dólar de ingreso se ha elevado, y ronda actualmente los 83 centavos de dólar.
Rodríguez advirtió que el panorama internacional para 2004 ”dista bastante de ser halagueño”, con altos precios del petróleo, e inestables y bajas cotizaciones para los productos básicos de exportación.
En ese contexto, Cuba prevé para el año entrante un crecimiento económico similar al logrado en 2003, con énfasis especial en los programas de desarrollo social puestos en práctica en el último bienio, especialmente en las áreas de educación y salud.
