ESPAÑA: Izquierda y autodeterminación avanzan en Cataluña

La izquierda nacionalista y republicana tendrá un papel clave en el gobierno de la nororiental Comunidad Autónoma de Cataluña, una de las 17 que forman España, debido al resultado de las elecciones generales del domingo, y eso fortalecerá la demanda de soberanía regional.

Esa demanda apunta en lo inmediato, como la de la Comunidad Autónoma del septentrional País Vasco, a lograr una reforma del Estatuto de Autonomía vigente.

De prosperar tales reclamaciones, a las que se oponen tanto el gobernante y centroderechista Partido Popular como la principal fuerza de oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el país se convertiría en un Estado federal, y a ello podrían seguir demandas de independencia de ambas regiones.

Ninguno de los partidos que participó en los comicios logró la mayoría de 68 necesaria para elegir al próximo presidente en el parlamento, que tiene 135 integrantes.

El que obtuvo más diputados fue Convergencia y Unión (CIU, por sus siglas en catalán), coalición nacionalista moderada, cuyos representantes en el parlamento nacional apoyan al Partido Popular, y que ha gobernado Cataluña 25 años, con su líder Jordi Pujol en la presidencia.

En estas elecciones, marcadas por el retiro de Pujol, CIU logró 46 diputados, 10 menos que en las inmediatas anteriores de 1999, mientras Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) se convirtió en el árbitro de la investidura del próximo presidente, al pasar de 12 a 23 diputados.

Otra coalición nacionalista de izquierda, Iniciativa por Cataluña-Los Verdes, también logró casi duplicar el número de sus parlamentarios, al pasar de cinco a nueve.

De las dos fuerzas políticas con presencia en toda España, Partido Popular, aumentó de 12 a 15 diputados, y el Partido Socialista de Cataluña, rama local del PSOE, y principal rival histórico de CIU, bajó de 50 a 42.

El Estatuto de Autonomía de Cataluña establece que antes del 6 de diciembre se deberá constituir el parlamento con su nueva integración, para iniciar unos 10 días más tarde el proceso de designación del presidente de esa Comunidad Autónoma, que luego deberá nombrar a los consejeros (ministros) de su gobierno.

Los 23 diputados de ERC serán decisivos para la formación de mayoría, y todo apunta a que la negociación a tal efecto se realizará en los próximos días entre ese partido y CIU, aunque nadie excluye que ERC también negocie con el PSOE.

El líder de ERC, Joseph Lluís Carod-Rovira, proclamó ante periodistas el fin del bipartidismo (de CIU y el PSOE) en Cataluña y prometió un gobierno ”de concentración nacional”, tal como lo había planteado en la campaña electoral.

”No queremos pactar contra nadie, ni contra el catalanismo ni contra el progresismo, porque no queremos pactar contra nosotros mismos”, afirmó, además de reclamar que ”se abran los brazos a la inmigración” y ”se ponga la lengua catalana en el lugar que se merece”.

El líder y candidato a la presidencia de CIU, Artur Mas, aseguró este lunes que no aceptará que el nuevo presidente sea Carod-Rovira, en alusión a insistentes rumores sobre esa posibilidad.

”En todo caso se podría hacer una negociación con todos los partidos nacionalistas” para conformar el nuevo gobierno, comentó.

Mas destacó que CIU y ERC suman 69 diputados y pueden pactar la reforma del Estatuto de Autonomía.

Carod-Rovira había señalado la misma perspectiva al asegurar: ”Todos, menos el Partido Popular, apostamos por un nuevo marco legal, ya que el actual es del pasado y con él no iremos a ninguna parte”.

”Hay que reformular el Estado español como un espacio de convivencia igualitario en derechos y deberes, respetuoso con la diversidad”, alegó.

Esa demanda se suma a la del gobierno autónomo del País Vasco, que también ha comenzado a discutir en su Parlamento cómo llegar a una reforma del Estatuto, con un plan que busca la soberanía y contra el cual el gobierno central presentó la semana pasada un recurso ante el Tribunal Constitucional.

El nuevo líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, que será candidato a la presidencia del gobierno español en las elecciones generales de marzo de 2004, reaccionó con dureza ante el avance nacionalista y sus demandas de soberanía, que pueden interpretarse también como independentistas.

Rajoy afirmó en rueda de prensa que ERC ha apostado por la libre asociación con España como paso previo a la independencia, y que la propuesta de nuevo Estatuto de Autonomía presentada por CIU ”introduce el concepto del derecho de autodeterminación, que no es compatible con el que aprobó en referéndum la inmensa mayoría de los catalanes”.

Con los ojos puestos en la próxima contienda electoral, recordó que el PSOE también presentó un proyecto de reforma de ese Estatuto, y opinó con sorna que ”es difícil de saber lo que dice”.

El líder del Partido Socialista de Cataluña, Pasqual Maragall, ex alcalde de la capital catalana, Barcelona, convocó a un pacto de izquierdas que incluya a su partido, a ERC y a la coalición Izquierda Unida y los Verdes, que sumarían 74 diputados.

Pero todo indica que en ese pacto el PSOE debería ceder la presidencia a ERC, o al menos otorgarle un número mayoritario de ministerios, y eso sería difícil de aceptar en Cataluña, y aun más en la dirección central socialista.

Además, un vuelco del PSOE hacia posiciones izquierdistas y nacionalistas como las de ERC probablemente le quitaría votos en el resto de España.

Según las opiniones conocidas, lo más probable es que CIU y ERC pacten el nuevo gobierno, aunque el grupo izquierdista ya anticipó que pondrá como condición que cese el apoyo al Partido Popular por parte de los liderados por Mas.

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