ECONOMIA-HONG KONG: Apogeo y caída

El profesor universitario Daniel Guo tiene un salario envidiable y un apartamento muy cómodo en Hong Kong. Pero cada vez siente menos confianza en el futuro de esta antigua colonia británica devuelta a China en 1997.

Cuando llegó a Hong Kong desde la denominada China continental hace 10 años, Guo creyó que se había tropezado con un arcón lleno de oro. Como académico, comenzó a gozar de un sueldo y de beneficios con los que en su tierra natal sólo podía soñar.

Pero las cosas no se ven tan bien en la actual región administrativa especial china de Hong Kong.

Con la economía deprimida por quinto año consecutivo y un desempleo de 8,6 por ciento, apenas por debajo del pico histórico, su vida antes soñada se está ensombreciendo con recortes salariales y de beneficios sociales.

”En estos días, el nuevo El Dorado es China continental”, dijo Guo. ”Todos estamos viendo las posibilidades que se abren allí. Este año se anunció en la meridional ciudad de Guangdong el primer salario para un académico de un millón de yuanes anuales”, agregó el profesor. Ese monto equivale a 121.116 dólares.

”Hace 10 años, si alguien me hubiera dicho que yo consideraría la posibilidad de volver a trabajar en la China comunista, le habría dicho que estaba loco”, indicó.

Los hongkongueses se están quedando atrás, luego de sentirse algunos pasos adelante de la madre patria a la que se reincorporaron bajo la consigna ”una nación, dos sistemas”, la cual les permitió mantener cierta autonomía política y económica.

Luego de que Gran Bretaña devolvió el territorio a China en 1997, la estructura legal y económica heredada del dominio británico le abrió a Hong Kong la posibilidad de situarse como principal centro financiero del país más poblado del mundo.

Hoy, la imagen de ciudad de oportunidades ilimitadas y gran calidad de vida ha sido opacada por el brillo de Shangai y Shenzen, los nuevos y pujantes centros financieros chinos.

Un analista económico residente en Hong Kong, David Webb, indicó que la región administrativa especial china está sufriendo una ”segunda ola de fuga de cerebros”.

”En las vísperas de la devolución de 1997 a China, hubo muchísimas personas que viajaron a Canadá, Australia, Estados Unidos y Gran Bretaña. Hoy, tenemos una segunda fuga de cerebros a Shangai, Beijing y Guangzhou”, dijo Webb.

El sector más significativo del éxodo a China continental es el constituido por profesionales universitarios y gerentes de nivel medio. Pero también las industrias cruzaron la frontera interna, y cada vez más hongkongueses compran viviendas en ciudades vecinas como Zhuhai y Shenzhen.

”Hasta la zona roja (de prostíbulos) de Wanchai se están cerrando porque los servicios sexuales en Shenzhen son mucho más baratos”, lamentó Cheung Yip, camarero en un restaurante sobre la playa.

Antes del colapso económico, Yip dirigía su propia empresa importadora de pescado, pero se fue a pique, como tantas otras compañías de la región.

El restaurante donde ahora trabaja aún sirve langosta roja de Tasmania o garoupa atigrado, un pescado importado de Sudáfrica, pero los días de alto consumo se han ido. Los gastos cayeron durante los 57 meses de recesión.

La caída comenzó con la crisis financiera asiática de 1997, pocos meses después de la entrega de Hong Kong de Gran Bretaña a China. La región administrativa especial, que tiene un sistema monetario autónomo, se negó a seguir el ejemplo de otros países del sudeste asiático, que resolvieron devaluar.

Desde entonces, la pérdida de competitividad sembró recesión, caída de precios inmobiliarios y del mercado bursátil y un desempleo récord. Un equipo de economistas de la agencia Dow Jones Newswires calculó el desempleo en 8,6 por ciento.

Pero ese porcentaje es mejor que hace algunos meses, cuando la región sufrió el impacto del síndrome respiratorio agudo severo, que vació los comercios minoristas y auyentó el turismo.

El público acusa a la administración poscolonial, a cargo del jefe ejecutivo Tung Chee-hwa, a quien atribuyen una excesiva intervención en la economía y un aumento desmedido del gasto público.

El desempleo amenaza a todos, dijo la maestra de preescolares Judy Lam. En una ciudad donde el principal mecanismo de ahorro es la inversión en propiedades, la depreciación de los bienes raíces implica para muchos una deuda hipotecaria mucho mayor al valor real de sus viviendas.

”Si pierdes el trabajo pero tienes que pagar una hipoteca y el valor de tu casa cayó a la mitad, estás en un grave problema”, dijo Lam.

Los hoteles y centros de comerciales de Hong Kong comenzaron a colmarse otra vez, pero los grandes gastadores son los nuevos ricos de china continental. ”Oh, sí, en estos días tienen muchísimo dinero”, dijo Yip.

China intentó darle una mano a Hong Kong, como la implementación de proyectos de infraestructura transfronteriza para dinamizar la economía.

Además, Beijing eliminó la obligatoriedad de unirse a un grupo de excursionistas para que los chinos del continente visiten Hong Kong, y pronto se les permitirá ingresar a la región administrativa especial con 5.000 dólares, más del doble que ahora.

Pero si la propia Hong Kong no se reforma y se reinventa a sí misma, según Webb, dentro de cinco a 10 años quedará sumida en una especie de adormecimiento financiero.

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