El desenlace de la votación sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se conocerá sólo este jueves, aunque ya se descuenta un clima crispado.
La intensidad del debate cambió de modo radical en pocas horas, a causa de las reacciones de países europeos y americanos ante las detenciones y ajusticiamientos efectuados en las últimas semanas en Cuba.
Hasta ahora, la discusión giraba en torno a una iniciativa de Perú, Costa Rica y Uruguay, que exhortaba a las autoridades cubanas a recibir a la jurista francesa Christine Chanet, representante personal del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
El texto de los tres países latinoamericanos, presentado apenas la Comisión inició sus seis semanas de sesiones anuales, el 17 de marzo, fue considerado por medios diplomáticos como inocuo y hasta complaciente con Cuba.
En las últimas semanas, las autoridades sometieron a juicios sumarios a más de 70 opositores y establecieron penas de prisión de hasta 28 años. El viernes, y tras un proceso sumarísimo, fueron ejecutados tres secuestradores de una lancha que procuraban escapar a Estados Unidos.
Horas antes de la votación, Costa Rica desistió del patrocinio de ese proyecto e introdujo una enmienda que obtuvo el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos.
El texto costarricense propone incluir un párrafo en la resolución sobre Cuba que expresa preocupación por los últimos acontecimientos en ese país e insta a su gobierno a liberar de inmediato a todos los detenidos.
Cuba replicó de inmediato con otra propuesta de enmienda que incluye dos párrafos de resolución.
En uno, se exige el cese inmediato del bloqueo unilateral e ilegal contra ese país dispuesto por Estados Unidos y en el restante se pide a la ONU que evalúe los efectos de los actos terroristas contra La Habana lanzados desde territorio estadounidense.
Una complicación procesal obligó a postergar hasta este jueves el examen de las tres iniciativas. El reglamento de la Comisión determina que una propuesta de resolución sólo podrá ser debatida y votada 24 horas después de su presentación.
La intempestiva aparición de los dos proyectos causó confusión que llevó a algunos países, como Estados Unidos, a apoyar de manera simultánea la propuesta de las tres naciones latinoamericanas y la enmienda posterior de Costa Rica.
Cuando Cuba, en medio de las sonrisas de numerosos delegados, observó la contradicción en que incurría la representación estadounidense, el enviado de Washington, embajador Kevin E. Moley, respondió que vamos a apoyar cualquier cosa que demuestre la hipocresía del gobierno cubano.
El debate mantuvo ese tono acre, con acusaciones de Cuba contra la Comisión por falta de credibilidad y de prestigio a causa de que en 50 años nunca ha condenado a países industrializados como si no tuvieran violaciones y en cambio victimiza a los países del mundo en desarrollo.
El enviado de La Habana, Juan Antonio Fernández Palacios, director de asuntos multilaterales de la cancillería, sostuvo que los autores de la resolución original —Perú, Costa Rica y Uruguay— , han jugado un papel de lacayos sirviendo los intereses de Estados Unidos.
Cuba y Uruguay rompieron relaciones diplomáticas el año pasado, en ocasión de votarse una resolución similar, auspiciada por Montevideo.
Fernández defendió las ejecuciones porque fueron aplicadas a terroristas y a secuestradores. Son tan terroristas quienes secuestran aviones para estrellarlos contra las Torres Gemelas de Nueva York como quienes secuestran aviones y lanchas en Cuba, dijo, en referencia a los ataques del 11 de septiembre de 2001.
El enviado de La Habana aceptó comentar las actitudes de distanciamiento del régimen cubano adoptadas después de los fusilamientos por algunas personalidades, como el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de literatura.
Fernández dijo que esperamos que nuestros amigos, que son muchos en todas partes del mundo, entiendan nuestras razones cuando la verdad se vaya abriendo.
El diplomático añadió que su gobierno apoya las declaraciones del presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, quien anunció el martes que la delegación argentina en la Comisión de Derechos Humanos se abstendrá en la votación sobre Cuba.
Fuentes latinoamericanas aseguraron que de los once países de la región que integran el organismo, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Perú y Uruguay votarán afirmativamente alguna resolución respecto de Cuba.
En cambio, votarán por la negativa o se abstendrán Argentina, Brasil, Cuba, Paraguay y Venezuela.
Ante el aplazamiento del examen de la cuestión cubana por dificultades procesales, el cuerpo especializado de la ONU adoptó una decisión significativa al rechazar una propuesta europea de condena a Rusia por la situación de los derechos humanos en la república de Chechenia.
La guerra en esta república autónoma que se declaró independiente en 1991 ha dejado miles de muertos. La mayoría de la población chechena de confesión islámica aspira a la independencia de Rusia, que retomó el control del territorio en 1999.
Las milicias chechenas se enfrentan a las autoridades rusas en acciones bélicas y atentados terroristas.
El hecho significativo fue que los países de religión musulmana que integran la Comisión se abstuvieron o votaron en contra del proyecto europeo, que pretendía censurar las violaciones cometidas por fuerzas rusas contra pobladores chechenos.
La iniciativa europea fue rechazada por 21 votos contrarios, 15 favorables y 17 abstenciones, en el cuerpo donde están representados 53 países.
Según organizaciones de derechos humanos, en las redadas rusas contra las aldeas chechenas se han efectuado centenares de detenciones arbitrarias y saqueos.
En cambio, fue aprobada por 28 votos favorables, 10 contrarios y 14 abstenciones, otra resolución patrocinada por la Unión Europea que denunciaba las violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos que se perpetran en Corea del Norte.
