Una conmovedora obra teatral que recorre 400 años del pasado de Kenia despierta el patriotismo de sus habitantes, desilusionados por la corrupción y la crisis económica.
Se trata de Vientos de cambio, escrita por el dramaturgo y actor Cajetan Boy, presentada en el teatro Carnivore de Nairobi.
Pocas veces en mi vida me he sentido orgullosa de ser keniata. Todo lo que veo es corrupción y pobreza. Pero esta obra me da orgullo de decir: 'Sí, esto es lo que soy', afirmó la espectadora Angeline Ngugi.
Ngugi se emocionó especialmente con la interpretación de la declaración de independencia, en 1963, por el presidente Jomo Kenyatta. En esa escena se entona el himno nacional y todos los espectadores lo cantan con entusiasmo.
Los ciudadanos keniatas en verdad se mercen una felicitación por haber sobrevivido pese a las dificultades. No tenemos oportunidades de empleo, el sistema educativo no es el mejor, pero sobrevivimos, perseveramos, dijo Boy.
Pienso que la adversidad puede hacernos mejores personas. Se trata de ver lo bueno que puede salir de los malos momentos y no estar siempre viendo las cosas negativas, añadió el autor.
La obra comienza con una escena en la costa del océano Indico, en 1584, cuando un joven llamado Juma ve cómo los recién llegados invasores portugueses atacan una población. Tambores, danzas y figuras en rojo, amarillo, púrpura, y naranja representan en el escenario la masacre del pueblo.
La historia luego se traslada a las costas del lago Victoria, en el occidente del país, donde la bisnieta de Juma, Awiti, es capturada por comerciantes árabes de esclavos y es obligada a trabajar en las plantaciones de especias de la cercana isla de Zanzíbar.
Awiti es seducida por su amo, Mustafá, quien le promete ayuda y protección, pero la vende cuando queda embarazada.
Cuando aceptes tu vida de esclava, todo te será más fácil de llevar, le dice su amante antes de abandonarla.
La puesta en escena es impactante. Los comerciantes tratan a su cautivos como animales, golpeándolos y violando a las mujeres en ciertos casos hasta la muerte. En una escena, una mujer se queja de las pesadas cargas que debe llevar y sus amos le sacan su bebé y lo descuartizan.
Esa escena es mi favorita. Puedes ver cómo los espectadores se emocionan. Antes de que comience la escena, aplauden y gritan, pero luego puedes ver que lloran, dijo el actor Mwalimu Derek Omfwoko, integrante del elenco.
En el tercer acto, el nieto de Awiti, Hamiti, es mucho más afortunado y trabaja en el palacio del sultán de Zanzíbar. Cuando la esclavitud es abolida, consigue trabajo de portero para una familia británica, los McQueens.
La vida de sus nietas, Ikua y Wamaitha, nos trae a la era moderna. Las dos hermanas eligen estrategias opuestas en la lucha por la independencia.
Wamaitha es miembro del grupo independentista Mau Mau, que se esconde en los bosques y mata a colaboradores del gobierno colonial, mietras su hermana Ikua odia la violencia y prefiere métodos pacíficos.
Boy admitió que tuvo algunos temores al incursionar en un tema histórico aún fresco en la memoria.
Hay tantas opiniones sobre los Mau Mau como escritores. Todos tienen una visión distinta sobre el asunto. Lo que intenté hacer fue ponerme en la perspectiva de cada uno, señaló el autor.
Cuando Wamaitha presencia la masacre de Lari, donde los Mau Mau mataron a toda una aldea incluyendo mujeres y niños, abandona la lucha e intenta convencer a su grupo de que pare la violencia contra su propio pueblo. Pero ella también es asesinada por los Mau Mau.
El autor de la obra señaló que Wamaitha es su personaje favorito.
Ella tiene una fuerza que no era común para las mujeres de su tiempo. Cuando se dio cuenta de que estaba haciendo algo mal, no tuvo reparos en cambiar de actitud. Cuando se dio cuenta de que matar inocentes estaba mal, tuvo la valentía de pararse y pelear contra ello, explicó Boy.
Esta es una obra muy bella porque está escrita por un keniata e interpretada por keniatas. Es una obra muy especial, afirmó el actor Peter Mudanya Kisanya, otro integrante del elenco.
Cuando actúo, siento que me posesiona la energía que puede hacerle sentir a la gente lo que es ser keniata, añadió Mudanya.
Boy quiere que los espectadores reciban la misma energía.
Debemos estar orgullosos de nuestros logros. Es cierto, hay muchas cosas oscuras sobre nuestro país ahora, pero hay muchas cosas que brillan. Pienso que deberíamos concentrarnos en esto, señaló Boy. (FIN/IPS/tra-eng/ks/mn/rp/cr/02
