El VI Encuentro Latinoamericano de Cine, celebrado en Lima, otorgó su máximo premio a la película argentina El hijo de la novia, del director Juan José Campanella.
Excepto el premio otorgado por los críticos cinematográficos, todos los galardones del también llamado Festival de Lima fueron resueltos por votación del público, que presenció más de 50 películas durante los 10 días del encuentro, que concluyó el 10 de este mes.
El hijo de la novia ya había recibido varias distinciones, como el premio del Público en el Festival de Cine de La Habana y la selección para competir por el Oscar de la Academia de Hollywood a la mejor película extranjera, el año pasado.
Interpretada por Norma Aleandro, Ricardo Darín y Héctor Alterio, la película narra la conmovedora historia de un porteño (Darín) obsesionado con su empresa, a quien un suceso inesperado le cambia la vida.
La madre del protagonista (Aleandro), enferma de Alzheimer, añora la boda de traje blanco que nunca tuvo, y su ferviente deseo impulsa al padre (Alterio) a llevar a cabo la demorada ceremonia.
La sorpresa de la clausura fue la presencia del cineasta Campanella, que no había sido invitado al festival, y al que los organizadores debieron convocar de apuro al conocerse el fallo del público.
Campanella recibió personalmente el trofeo de plata y un cheque de 10.000 dólares, y firmó contratos para exhibir el filme en varios países latinoamericanos.
En cambio el director colombiano Jorge Alí Triana, quien estuvo en Lima durante las primeras jornadas del festival, retornó a su país antes de saber que los espectadores otorgaron el segundo premio, dotado con 7.000 dólares, a su filme Bolívar soy yo.
La historia de Bolívar soy yo describe la extraña reacción de un actor que debe representar al libertador Simón Bolívar en una telenovela, cuando se rebela contra el guión y la historia, negándose a aceptar la muerte del héroe.
Es un intento de rescribir la historia. A diferencia del libro de (Gabriel) García Márquez, (El general en su laberinto), que narra el último viaje del libertador, desde Bogotá a Santa Marta, donde muere, la película es un viaje al revés, de Santa Marta a Bogotá, rumbo a la vida, explicó Alí Triana a la prensa.
La brasileña A la izquierda del padre, de Luis Fernando Carballo, y las chilenas La fiebre del loco, de Andrés Wood, y Taxi para tres, de Orlando Lubert, completan la lista de cinco obras más votadas por el público.
Lubert obtuvo por Taxi para tres la Concha de Oro del Festival de San Sebastián, España.
A la izquierda del padre, galardonada con la medalla Fellini de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, es un filme extraordinario, (que) describe la historia de una familia de inmigrantes libaneses llegada a Brasil en la década del 40, relató el actor y promotor cultural Pericles Cáceres.
Tal vez su excesiva duración, tres horas, conspiró para que el público no le diera el primer premio, pero estuvo entre las cinco más votadas, agregó Cáceres.
Pero los críticos peruanos y extranjeros no compartieron los gustos de los espectadores y eligieron por abrumadora mayoría a Perfume de violetas, de la mexicana Maryse Sistach, como la mejor película exhibida en el festival.
La obra relata la relación de dos adolescentes con la apabullante Ciudad de México.
El brasileño Selton Mello (A la izquierda del padre) y la chilena Tamara Acosta (La fiebre del loco) se llevaron los premios a la mejor labor protagónica masculina y femenina.
En segundo lugar quedaron el actor colombiano Robinson Díaz (Bolívar soy yo), y la actriz cubana Isabel Santos, de Miel para Oshun, filme dirigido por Humberto Solas, que pretende ser una visión conciliadora con los exiliados cubanos en Estados Unidos.
El festival enmarcó un homenaje regional al legendario director brasileño Glauber Rocha, fundador del movimiento conocido como cinema novo.
Su hijo, el también cineasta Eryk Rocha, presentó en Lima el filme documental Rocha que voa (Roca que vuela), surgido en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba, para registrar el paso y la obra del director brasileño por la isla.
También fue homenajeado el director peruano Francisco Lombardi, ganador de varios premios internacionales, quien rememoró sus 20 años en el cine y concluyó: me siento en la mitad del camino. (FIN/IPS/al/dcl/cr/02
