ARGENTINA: Ministro de Economía abandona un barco a pique

El ministro de Economía de Argentina, Jorge Remes Lenicov, renunció este martes debido a la falta de apoyo parlamentario a su iniciativa de cambiar depósitos a plazo fijo por bonos a cinco y 10 años, en medio de la peor crisis económica en la historia de este país.

La dimisión de Remes Lenicov fue confirmada por una fuente del Ministerio de Economía a la estatal agencia de noticias Telam. La renuncia fue aceptada por el presidente Eduardo Duhalde, según la agencia.

El fracaso de las gestiones del gobierno para lograr en el parlamento la urgente aprobación de la ley para el canje de depósitos a plazo fijo por bonos tuvo efectos inmediatos y devastadores: la dimisión de Remes Lenicov y de su equipo, un sistema financiero al borde del abismo y Duhalde en situación límite.

Los bancos están cerrados desde el lunes. El Banco Central preveía su reapertura para el viernes, cuando, según se suponía, el proyecto de ley del Ministerio de Economía habría sido aprobado.

Pero ahora también es incierto el futuro de los bancos, así como el de los nueve millones de cuentahabientes, impedidos por decreto de retirar sus ahorros desde diciembre.

La permanencia de Remes Lenicov al frente del Ministerio de Economía había sido confirmado el lunes por Duhalde, quien lo calificó entonces de ”ministro de lujo”.

El ahora ministro renunciante había regresado el lunes de la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI), celebrada en Washington, y transmitió entonces a Duhalde las severas exigencias del organismo para destrabar la ayuda financiera que sólo llegaría en mayo o junio.

Remes Lenicov se encontraba luego de su dimisión reunido con el actual secretario de Energía, Alieto Guadagni, a quien se mencionaba como su posible sucesor al frente del Ministerio.

La renuncia de Remes Lenicov fue presentada luego de que los senadores del gobernante Partido Justicialista resolvieran suspender por segundo día consecutivo la sesión destinada a considerar el proyecto de canje de depósitos.

En esa sesión se preveía también la discusión de otras iniciativas, entre ellas una reforma de la carta orgánica del Banco Central, la fusión de bancos públicos y la derogación de un coeficiente de indexación de créditos.

El jefe de gabinete de la presidencia, Jorge Capitanich, explicó que los senadores oficialistas proponían este martes cambios al proyecto, que incluyeran una mayor protección a los ahorradores y que impusieran garantías a los bancos.

De lo contrario, sugierieron los legisladores, Duhalde debería aprobar la norma por decreto, sin apelar a la convalidación parlamentaria y asumiendo solo el costo político de su decisión, según la versión de Capitanich. El presidente había indicado el domingo que podría renunciar si carece de respaldo parlamentario.

Minutos antes del fracaso de la sesión, el presidente se reunió con el equipo de Remes Lenicov y luego con los gobernadores provinciales, en procura de una solución urgente a la crisis, cuya última fase de agravamiento data de diciembre.

La renuncia del ministro de Economía fue reclamada por diversos legisladores oficialistas en reuniones mantenidas con representantes del gobierno, según versiones periodísticas.

Esos parlamentarios querían dejar de lado el plan de Remes Lenicov y convocar al Grupo Fénix, un equipo de economistas con amplia trayectoria universitaria que en los últimos días logró que Duhalde atendiera una propuesta más heterodoxa que la que planteaba el ministro renunciante.

Entre esos expertos figura el economista Aldo Ferrer, quien considera necesario reactivar el mercado interno antes de cerrar la negociación con el FMI, que exige nuevos recortes de gastos en el marco de una recesión que ya lleva cuatro años.

Remes Lenicov era criticado por legisladores afines al gobierno debido a su insistencia en alcanzar un acuerdo con el FMI, que, además del ajuste, pide eliminar bonos que sustituyen la moneda local, liberar el tipo de cambio, despedir empleados públicos y derogar leyes que penalizan delitos económicos.

El FMI y el Grupo de los Siete países más industrializados, con cuyos representantes se reunió Remes Lenicov la semana pasada en Washington, exigen un ajuste de gastos y la inmediata derogación de la ley de quiebras para desembolsar parte de la ayuda, dijo el lunes el ministro renunciante a Duhalde.

Pero el presidente consideró que no había margen político para nuevos ajustes en medio de la depresión económica.

De todos modos, Duhalde había programado presentar el lunes el proyecto de ley de canje de depósitos a plazo fijo congelados por bonos del tesoro, con la intención de que fuera aprobado antes de este miércoles.

Pero el plan no se cumplió como el mandatario quería.

Senadores y diputados de todos los sectores, incluidos los de su propio Partido Justicialista, se resisten a votar sin cambios un proyecto que origina muchas dudas y un fuerte rechazo entre los ahorradores incapaces de acceder a los 40.000 millones de dólares que tienen depositados en los bancos.

Las organizaciones que nuclean a los bancos advirtieron este martes, en un informe a la Corte Suprema de Justicia, que el sistema financiero está ”al borde del colapso”, como consecuencia del acelerado retiro de depósitos ocurrido en las últimas semanas, incluso luego de decretarse el feriado bancario.

”La situación es de una gravedad inusitada”, expresaron los banqueros.

El retiro de dinero del sistema bancario fue habilitado por fallos judiciales de amparo presentado por ahorradores afectados por el congelamiento de los fondos.

Si todos los afectados lograran que la justicia les permitiera retirar sus ahorros, 75 por ciento se quedarán sin cobrar por falta de dinero en los bancos, añadieron los banqueros.

El gobierno proyectaba extender el feriado bancario y cambiario hasta el viernes, según había señalado el domingo un portavoz del Banco Central, confiado en que el jueves habría ley. El presidente, en cambio, había dicho que sin ley los bancos abrirían igual ”y que sea lo que Dios quiera”.

La negativa de los parlamentarios a aprobar la iniciativa estuvo enmarcada por la fuerte protestas de ahorradores, que cercaron el edificio del Congreso legislativo con el fin de impedir el acceso al recinto.

Centenares de policías fueron desplegados en torno del edificio, junto a un vallado de más de dos metros de altura, una protección que no pudo evitar la llegada de manifestantes, en especial de trabajadores bancarios que temen por sus empleos.

Los legisladores, con esa presión, se negaron a aprobar la ley sin antes obtener un mayor compromiso de los bancos de que garantizarán las deudas emitidas en bonos. Los ahorradores celebraron afuera lo que consideraron un triunfo y advirtieron que seguirán resistiendo en defensa de sus depósitos. (FIN/IPS/mv/mj- dm/if ip/02

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