/CORRECCION/ INDIA: Pakistán acusado por ataque a oficina de EEUU

El ataque de este martes a la Oficina de Información Estadounidense en la oriental ciudad de Kolkata (ex Calcuta), en el que murieron cinco personas y 20 resultaron heridas, es responsabilidad de Pakistán, aseguró el ministro del Interior de India, Lal Krishna Advani.

Informes de inteligencia prueban la participación del servicio secreto pakistaní en el ataque, efectuado por hombres armados con rifles AK-47, que se trasladaban en motocicletas, sostuvo Advani.

La organización con sede en Pakistán Harkat-ul-Jehadi-Islami (Organización para la Guerra Santa Islámica) se atribuyó el atentado, afirmó la policía de Kolkata, capital del estado oriental de Bengala Occidental, gobernado por el Partido Comunista.

Los muertos y heridos eran policías y transeúntes. En el momento del ataque, no había nadie dentro del centro, donde se encuentra la oficina del portavoz del consulado de Estados Unidos en la ciudad, y una biblioteca abierta al público.

Pakistán rechazó las acusaciones de Advani. «Son cargos totalmente infundados. Como saben, Pakistán ha condenado el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones», afirmó un portavoz de Islamabad a varias agencias de noticias indias.

El incidente no ayuda a crear un clima de distensión entre los dos vecinos rivales, que en las últimas semanas desplegaron tropas y equipamiento a lo largo de su frontera común, luego del ataque suicida contra el parlamento indio, el 13 de diciembre.

Nueva Delhi acusó a grupos islámicos pakistaníes por el atentado, en el que murieron 14 personas.

«India ha sido asolada por el terrorismo transfronterizo por demasiado tiempo», dijo Advani este martes durante un seminario organizado para discutir los peligros que afronta el país.

El ministro volvió a acusar a Islamabad de perpetrar una «guerra por poder» contra India para lograr lo que no pudo en tres enfrentamientos militares: la anexión de los dos tercios de la región septentrional de Cachemira que controla India desde 1947, cuando tropas pakistaníes ocuparon el tercio restante.

«El uso del terrorismo como un instrumento de la política de estado de Pakistán» causó desde entonces unas 50.000 muertes, sostuvo Advani.

India se niega a retirar sus tropas de la frontera hasta que Pakistán no pruebe que realmente pretende poner fin al movimiento islámico extremista en su país, tal como prometió el 12 de este mes, el presidente militar, Pervez Musharraf.

Ni el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, ni el secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, lograron distender el conflicto en sendas visitas a la región.

El ataque de este martes se produjo mientras el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Muller, se encontraba en Nueva Delhi discutiendo medidas antiterroristas con su homólogo de la Oficina Central de Investigación de India.

Muller pidió detalles sobre el secuestro del avión de Indian Airlines con 150 pasajeros a bordo, perpetrado en diciembre de 1999 por militantes islámicos pakistaníes.

El vuelo, desviado desde Katmandú, Nepal, a la ciudad afgana de Kandahar, fue liberado a cambio de la entrega de tres militantes extremistas encarcelados en India, entre ellos Omar Sheikh, un ciudadano británico de origen pakistaní, integrante de la Organización para la Guerra Santa Islámica, que se atribuyó el atentado del martes.

Muller dijo a la prensa que no tenía información sobre transacciones financieras entre Omar Sheikh o su grupo y Mohammed Atta, uno de los terroristas que conducían los aviones estrellados en Estados Unidos el 11 de septiembre, más allá de la suministrada por India.

«Estamos interesados en la información que las autoridades indias tengan sobre Al Qaeda», acusada por Estados Unidos de los atentados del 11 de septiembre, dijo Muller, quien viajó por la tarde a Islamabad.

Los secuestradores del avión de Indian Airlines y los militantes liberados se encuentran en la lista de 20 personas que India reclama a Pakistán, como condición para retirar sus tropas de la frontera y reanudar el diálogo bilateral.

Fuentes indias aseguran que la organización de Sheikh tiene vínculos con el líder clandestino Aftab Ansari, con sede en Dubai, encargado por el servicio secreto pakistaní de efectuar ataques terroristas en India, contra instalaciones estadounidenses como la embajada y las sedes consulares.

Luego de una reunión de Advani con el embajador de Estados Unidos, Robert Blackwill, ambos países decidieron coordinar la protección de los edificios de la embajada, consulados y demás centros estadounidenses en el país.

El canciller de India, Jaswant Singh, dijo que el atentado de este martes no fue completamente sorpresivo. «Teníamos ciertos temores fundados. Esperamos medidas inmediatas al respecto», dijo Singh a la prensa. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/js/dc/ip/02

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