COLOMBIA: Gobierno y guerrilla buscan en Cuba acortar distancias

Representantes del gobierno de Colombia y del rebelde ELN mantuvieron este miércoles en la capital cubana una reunión a puerta cerrada, en un clima matizado por críticas y recriminaciones mutuas.

La denominada Cumbre por la Paz inaugurada el martes por la noche en La Habana es seguida con atención por el presidente de Cuba, Fidel Castro, cuya estrategia de lucha armada ha inspirado a más de un movimiento insurgente de América Latina desde los años 60, entre ellos el propio ELN (Ejército de Liberación Nacional).

El ELN, con alrededor de 5.000 combatientes, es la segunda fuerza guerrillera colombiana, después de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que también llevan adelante negociaciones de paz con el gobierno.

Las sesiones de La Habana, que proseguirán hasta este jueves y a las que también asisten unas 100 personas en representación de la sociedad civil colombiana y de la comunidad mundial, se realizan en el Palacio de Convenciones, escenario habitual de reuniones internacionales.

«Aspiramos a que este análisis contribuya al mantenimiento, consolidación y ulterior profundización del proceso de paz», dijo el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, al instalar la reunión, de la que no se esperan acuerdos concretos, pero sí que continúen abiertos los canales de diálogo para futuras negociaciones.

En tanto, Oscar Santos, portavoz del ELN para el proceso de paz, comentó a IPS que su organización llegó con optimismo a la cita, aunque pensando en que «no debemos crear falsas expectativas, porque crean frustraciones».

Santos, junto a los jefes rebeldes Ramiro Vargas y Milton Hernández, encabezan la representación del ELN en la reunión, en tanto la delegación gubernamental la preside Camilo Gómez, Alto Comisionado para la Paz.

Gómez exhortó al ELN a no caer en un «interminable debate sobre lo que no se hizo o lo que debió ser», y a asumir un compromiso «para concretar los avances».

«Todos queremos avanzar en una solución que genere más justicia social y que acabe de una vez por todas con la violencia», aseguró el delegado del gobierno de Andrés Pastrana, cuyo período presidencial finaliza en agosto próximo.

La realización de la Cumbre responde a uno de los acuerdos adoptados a fines del año pasado en la misma capital cubana por delegados de ambas partes, luego de que se reanudaran los contactos que habían sido suspendidos en agosto por decisión de Pastrana ante una presunta falta de voluntad de paz del ELN.

«En la actualidad se continúa creyendo que hay conflicto porque existe guerrilla y por eso se intentan soluciones equivocadas», se quejó Vargas, al presentar las propuestas del ELN en la cumbre.

Vargas explicó que en procesos de paz anteriores se pensaba que «la desmovilización y el desarme de la insurgencia eran suficientes», sin tener en cuenta que los orígenes del conflicto armado parten de la injusticia social.

«Si no existe voluntad y decisión» de trabajar para cambiar la situación, caracterizada por falta de democracia real y por violaciones sistemáticas de los derechos humanos, «prácticamente los caminos de la paz estarán cerrado», advirtió.

El ELN instó al gobierno y al Congreso de Estados Unidos a abandonar su política de «incrementar la guerra» en Colombia, para, en cambio, fortalecer la iniciativa de paz.

«Sería una contribución a ella (la paz) si el dinero y recursos (destinados) al llamado Plan Colombia se utilizan para resolver los grandes problemas sociales que sustentan el actual conflicto colombiano», señaló Vargas.

El Plan Colombia fue diseñado por Pastrana para luchar contra el narcotráfico y llevar a cabo planes de desarrollo, con un costo de 7.500 millones de dólares, 1.300 millones de los cuales son aportados por Estados Unidos.

El ELN también propuso a Washington realizar un foro internacional para intercambiar opiniones sobre el narcotráfico, «que ayude a construir políticas que superen las tradicionales medidas represivas» que agravan el problema.

«Invitamos a que no se le tenga miedo a la idea de legalizar la cocaína», señaló el vocero del ELN, para quien el narcotráfico es un asunto de responsabilidad compartida entre países productores y consumidores.

Santos informó a IPS que el ELN «ha estado muy desligado» del fenómeno del narcotráfico en Colombia, por tanto tiene autoridad moral para hablar sobre este asunto en particular.

En su opinión, las jugosas ganancias que produce el negocio de la droga son las que lo hacen más atractivo. «Si le quitamos esto es posible que la sociedad pueda encontrar otros caminos» para resolver ese flagelo, consideró el guerrillero.

En las conversaciones de La Habana también asisten los embajadores en Bogotá del llamado Grupo de Países Amigos, conformado por Cuba, España, Francia, Noruega y Suiza, así como el estadounidense James Lemoyne, enviado especial a Colombia del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan.

Los insurgentes del ELN se han reunido en los últimos cuatro años con representantes del gobierno y de la sociedad civil colombiana en distintos países. En el caso de los contactos que se realizan en Cuba, ésta es la primera vez que se da acceso a la prensa, al menos a parte de las sesiones. (FIN/IPS/pg/dm/ip/02

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