RUSIA: Moscú teme represalias de musulmanes chechenos

Rusia reforzó la seguridad de las instalaciones de agua y las centrales nucleares en Moscú, ante la eventualidad de atentados de los rebeldes musulmanes de Chechenia como reacción ante la campaña militar de Estados Unidos en Afganistán.

Estados Unidos bombardeó este martes por tercer día consecutivo objetivos en Afganistán con el fin de acabar con la organización Al Qaeda (La Base) del extremista saudita Osama bin Laden, a quien responsabiliza de los ataques del mes pasado contra Nueva York y Washington.

Bin Laden está en Afganistán y el movimiento fundamentalista islámico Talibán, que controla más de 90 por ciento de ese país, se ha negado a entregarlo a Estados Unidos.

Cientos de personas murieron en Moscú en septiembre de 1999 en atentados contra dos edificios de apartamentos que, según aseguran las autoridades, fueron perpetrados por separatistas chechenos con el apoyo de Bin Laden.

Moscú, que respalda la campaña antiterrorista de Estados Unidos, acusó a los musulmanes que luchan por la independencia de la república autónoma de Chechenia de mantener estrechos lazos con Bin Laden y el Talibán.

«El presidente Vladimir Putin pretende aprovechar los hechos del 11 de septiembre para obtener carta blanca para las fuerzas rusas en Chechenia», opinó Elizabeth Andersen, directora ejecutiva de la división de Europa y Asia central de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

HRW, con sede en Nueva York, documentó «violaciones muy graves de derechos humanos» por las fuerzas rusas en Chechenia, incluso asesinatos, torturas, desapariciones y bombardeos indiscriminados.

La conducta de las fuerzas rusas en Chechenia constituyen un castigo colectivo contra la población civil, sostuvo en los últimos días Diderik Lohman, el representante de HRW en Moscú.

Putin dio un ultimátum la semana pasada a los separatistas chechenos para que depusieran las armas en 72 horas, prometiendo el perdón a quienes no hubieran cometido crímenes graves.

El diputado Sergei Kovalyov aseguró que la fuerza aérea rusa bombardeó las aldeas chechenas luego de que venciera el ultimátum de Putin sin que los rebeldes depusieran las armas.

El encargado de derechos humanos de Putin, Vladimir Kalamanov, dijo que las acusaciones de HRW no «tenían fundamento» y que la declaración de Kovalyov es un «producto de su imaginación».

Putin declaró a la prensa durante una cumbre entre Rusia y la Unión Europea (UE) en Bruselas la semana pasada que Moscú estaba listo para el diálogo con los separatistas chechenos, pero que éstos deben cortar primero todos los vínculos con el terrorismo internacional.

Funcionarios de la UE limitaron sus críticas contra las acciones de Rusia en Chechenia en interés de armar una coalición amplia contra terrorismo internacional.

«La Unión Europea expresó su apoyo a las gestiones de las autoridades rusas para hallar una resolución política» en Chechenia, señaló una declaración conjunta de Rusia y la UE.

Sergei Yastrzhembsky, el portavoz de Moscú sobre Chechenia, dijo a la prensa que al menos cuatro de los responsables de los atentados del 11 de septiembre habían luchado contra las fuerzas rusas en Chechenia. También aseguró que los rebeldes chechenos reciben «millones de dólares» de al menos 100 fuentes terroristas extranjeras.

El enviado de Putin a Chechenia, Viktor Kazantsev declaró que está dispuesto a reunirse con el líder rebelde checheno Aslan Masjadov para discutir el desarme, pero advirtió que Moscú no aceptará jamás la independencia de la república.

Hasta hace poco Moscú se negaba al diálogo con los rebeldes, a los que calificaba de terroristas.

En los últimos meses unos 100 refugiados chechenos realizaron una huelga de hambre y exigieron negociaciones entre Putin y Masjadov, elegido por voto popular en 1997 pero declarado delincuente por Moscú desde entonces.

"Las autoridades federales no deben tener contactos… con Masjadov o sus partidarios», dijo el administrador encargado de Chechenia, Ajmad Kadyrov, a la prensa en Grozny, la capital chechena.

La guerra y los presuntos abusos de las tropas rusas en Chechenia provocaron la huida de miles de chechenos a la vecina región rusa de Ingushetia, donde se encuentran más de 100.000 refugiados.(FIN/IPS/tra-en/sb/mn/aq/ip/01)

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