Las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) levantaron este martes el paro armado que impusieron desde el 28 de septiembre en el nororiental departamente de Arauca para frenar el avance de los paramilitares de derecha.
El décimo frente «Guadalupe Salcedo», de las FARC ordenó el cese de la medida, que interrumpió las actividades económicas y el transporte, incluso de ambulancias, y dejó pérdidas por más de cinco millones de dólares.
En un comunicado, la organización insurgente sostuvo que luego del paro armado «queda demostrado que en Arauca (los efectivos de) el ejército oficial se visten y actúan como paramilitares».
Los medicamentos y alimentos se agotaron hace pocos días en Arauca, departamento petrolero fronterizo con Venezuela, con una superficie de 23.000 kilómetros cuadrados y más de 300.000 habitantes.
«Nadie puede moverse y al que lo haga le va a salir caro», ordenó el comandante Rafael, del décimo frente. Los insurgentes cumplieron. El 8 de este mes asesinaron a Ruben Castillo, un taxista que, según las FARC, violó las restricciones.
Arauca tiene una larga historia de violencia, cuyo detonante fue el petróleo y que se intensificó con la llegada en septiembre de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El semanario El Espectador informó que el departamento tiene el mayor número de armas por habitante del país.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) fue, en los años 80, la primera organización irregular armada en llegar a Arauca, y logró entonces financiarse mediante la extorsión a la multinacional Mannesmann, constructora del oleoducto Caño Limón- Coveñas, el principal del país.
Las FARC llegaron después. A sangre y fuego impusieron su ley y desplazaron a los «elenos» (guerrilleros del ELN), con el propósito de controlar la política local y los recursos petroleros. En las pasadas elecciones regionales las FARC ordenaron no votar, mientras que el ELN dispuso lo contrario.
La primera incursión de las AUC fue en el municipio de Tame el 6 de septiembre, cuando unos 200 hombres amenazaron con asesinar a todos los que tuviesen nexos con la guerrilla y colaborasen con los atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas.
El ELN atacó 415 veces el oleoducto desde 1986. Las pérdidas superan los 254 millones de dólares, según la empresa estatal Ecopetrol.
Hace cinco meses, luego de de 133 ataques sufridos desde enero, la multinacional estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) decidió suspender el bombeo. Las pérdidas suman ya 30 millones de dólares pues Arauca produce 105.000 barriles de crudo diarios.
Con la llegada de los paramilitares se desató una oleada de asesinatos de líderes políticos y sociales. Algunos de los cadáveres cargan un letrero que reza: «Murió por guerrillero y vienen más muertes».
Entre los asesinatos selectivos figuran el de los congresistas Octavio Sarmiento y Alfredo Colmenares, acribillados en la primera semana de este mes.
Sarmiento fue líder de la Unión Patriotica, movimiento de izquierda nacido tras los acuerdos de paz del gobierno con las FARC en l984. Colmenares, del opositor Partido Liberal, fue el primer gobernador elegido en las urnas en Arauca. Su gestión fue criticada por la realización de obras ostentosas.
Los dos crímenes fueron reconocidos este fin de semana por las AUC en su página en la red informática mundial Internet. Los congresistas asesinados eran «bandidos reconocidos», dijeron los paramilitares, para quienes Sarmiento impulsaba a las FARC y Colmenares al ELN.
«Estos dos maleantes» sometieron a «altos índices de corrupción» al departamento de Arauca, «en alianza con la guerrilla», afirman las AUC.
El gobernador de Arauca, Héctor Gallardo, sostuvo que jamás se comprobó que el dinero del departamento haya quedado en manos de guerrilleros, a pesar de muchas investigaciones realizadas al respecto.
El diputado independiente Gustavo Petro dijo a IPS que «además de la tendencia tradicional de la guerra en Colombia a la conquista de territorios, en el caso de Arauca hay un nuevo elemento: la lucha de los paramilitares por el control de la frontera con Venezuela».
Este interés se relaciona con la reforma agraria en ciernes en Venezuela, sostuvo Petro. «Los paramilitares pueden traspasar la frontera apoyados por la derecha y para impedir la reforma agraria van hundir el país vecino en sangre», agregó.
La dirección departamental del Partido Comunista sostuvo que 1.000 militares ingresaron en Arauca.
Albeiro Vanegas, diputado liberal en representación de Arauca, advirtió que el departamento sufrirá una masacre sin precedentes si el gobierno no toma medidas urgentes contra las AUC.
Los paramilitares instalan todos los días retenes (puestos de control) en la carretera Tame-Puerto Rondón sin que el ejército se presente en la zona, afirmó Vanegas.
En las dos últimas semanas, las AUC dieron muerte, en masacres y en asesinatos selectivos, a 145 personas.
«Aceptar a los 'paras' (paramilitares) como 'salvadores' es criar cuervos para que después nos saquen los ojos», advirtió el lunes el diario El Tiempo, único de circulación nacional, en su editorial del lunes.
«Más grave que su crecimiento es el respaldo que el paramilitarismo está ganando en importantes capas sociales», agregó El Tiempo.
Desde que Arauca se convirtió en departamento hace 10 años, 25 dirigentes políticos fueron asesinados allí. (FIN/IPS/yf/mj/ip/01