La pérdida de Estados Unidos de su lugar en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU fue consecuencia de la reacción del Sur en desarrollo ante la actitud negativa del Congreso estadounidense hacia el foro mundial.
«El voto secreto es una de las armas más eficaces del arsenal de la ONU porque ofrece un panorama real de los sentimientos políticos internos de la mayoría de las naciones soberanas. Evidentemente enviamos un mensaje claro sobre lo que sentimos hacia Estados Unidos», dijo un diplomático del sudeste de Asia.
Por primera vez desde la creación de la comisión en 1946, Washington fue excluido del organismo de 53 miembros en una votación secreta realizada el jueves en el Consejo Económico y Social (Ecosoc), integrado por 54 países y dominado por el Sur en desarrollo.
En la votación, Ecosoc eligió a 14 países para cubrir las plazas vacantes dejadas por estados cuyos mandatos, de tres años, ya concluyeron.
La derrota estadounidense fue «humillante» y «asombrosa», según diversas opiniones. De los 54 votos en juego, Estados Unidos quedó eliminado del grupo de Europa occidental y otros estados al recibir sólo 29, frente a los 52 de Francia, 41 de Austria y 32 de Suecia.
Estados Unidos sufrió una derrota similar hace unos tres años cuando quedó excluido de la Comisión Asesora sobre Asuntos Administrativos y Presupuestales de las Naciones Unidas (ACABQ), un organismo clave en la administración de los fondos del foro mundial.
La Comisión de Derechos Humanos es conocida por censurar sistemáticamente la violación de derechos humanos en países como Birmania, Cuba, Irán, Iraq y Sudán.
Ecosoc está integrado por 14 países de Africa, 11 de Asia, seis de Europa oriental, 10 de América Latina y el Caribe y 13 de Europa occidental.
En la votación del jueves «no sólo fueron enemigos, sino también amigos que votaron por excluir a Estados Unidos», dijo Joanna Weschler, representante ante la ONU de la organización de derechos humano Human Rights Watch.
La exclusión fue un golpe para el gobierno de George W. Bush, integrado por conservadores de derecha que minimizan la importancia de la ONU y que, en el Congreso legislativo, no autorizan el pago de deudas contraidas por Estados Unidos con el organismo mundial.
Paradójicamente, Sierra Leona, Sudán, Togo y Uganda fueron elegidos a la comisión, aunque Estados Unidos y otros países industrializados consideran que tienen «malos antecedentes en materia de derechos humanos».
Los recién elegidos tendrán un mandato de tres años, junto con Arabia Saudita, Argelia, Libia, Siria y Vietnam, entre otros que ya integran la Comisión.
Weschler consideró al grupo como una «galería de violadores de derechos humanos». «El respeto por los derechos humanos debe ser el factor más importante a la hora de incluir o excluir a un país de la Comisión. Un país que los viole no puede juzgar a otros países violadores», opinó.
Sin embargo, la representante de HRW también criticó a Estados Unidos.
«En los últimos años, Washington no apoyó importantes iniciativas de derechos humanos en la Comisión, o votó aislado, en el lado equivocado», dijo.
Invariablemente, siempre que Israel es condenado por violar los derechos humanos, Estados Unidos es el único país que vota en contra de la condena, aparte de Israel.
Estados Unidos e Iraq son los únicos países que no ratificaron la Convención sobre los Derechos del Niño, de 1989. Washington tampoco ha ratificado el tratado para prohibir las minas terrestres o para crear el Tribunal Penal Internacional.
«No es de sorprender que Estados Unidos haya sido excluido. Pero castigar a Estados Unidos y recompensar a Sudán es evidentemente absurdo», afirmó Weschler.
Washington también es culpado de la crisis financiera que amenaza a la ONU (Organización de las Naciones Unidas), ya que no cumplió la promesa de pagar sus deudas con el foro mundial.
El embajador de Irán, Bagher Asadi, presidente del Grupo de los 77 integrado por 133 países en desarrollo y China, declaró en marzo que la Asamblea General había modificado la escala de evaluación de los aportes de los estados miembros a la ONU para permitir la reducción de la contribución estadounidense.
«Fue algo muy difícil para nuestro Grupo. Sin embargo, se hicieron muchos sacrificios en aras de la responsabilidad colectiva de todos los estados miembros para asegurar la salud financiera de la ONU», dijo.
No obstante, el Grupo de los 77 se lamenta de que, hasta la fecha, la ONU no haya recibido el pago esperado de Estados Unidos.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo comprender la desilusión de Estados Unidos al no ser reelegido a la Comisión.
«Estados Unidos desempeñó un rol de liderazgo al redactar documentos importantes como la Declaración Universal de Derechos Humanos, y a sido un miembro clave de la Comisión», declaró.
Annan también señaló que Estados Unidos hizo un aporte importante en el campo de los derechos humanos. «Espero que siga comprometido en este ámbito de nuestra labor», agregó. (FIN/IPS/tra-en/td/da/aq/ip hd/01
