/BOLETIN-DD HH/ SIERRA LEONA: Gobierno se niega a liberar a líder rebelde

El gobierno de Sierra Leona se niega a liberar al líder rebelde Foday Sankoh, detenido y en espera de su juicio por masacres, a pesar de que los insurgentes lo exigen como condición para negociaciar la paz.

El representante de Sierra Leona ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Allieu Kanu, declaró el martes a la BBC (British Broadcasting Corporation) que su gobierno «no piensa liberar a Sankoh».

La única preocupación de las autoridades respecto del jefe del Frente Unido Revolucionario (RUF) es «cómo y cuándo juzgarlo por sus crímenes», dijo Kanu.

Sankoh fue arrestado el año pasado, poco después de que combatientes del RUF dieran muerte a 22 manifestantes desarmados, y permanece detenido junto a decenas de integrantes de su movimiento en una prisión de máxima seguridad de Freetown.

Unos 10.000 manifestantes marcharon el 8 de mayo de 2000 en protesta por el lento avance del proceso de paz y reclamando al RUF la liberación de 500 integrantes de la misión de manteniemiento de la paz de la ONU (Unamsil), secuestrados por el movimiento.

Una delegación del RUF reunida la semana pasada en Nigeria con delegados del gobierno de Sierra Leona para discutir los términos del cese del fuego exigió la libertad de Sankoh.

El RUF, encabezado en las conversaciones de Nigeria por el consejero político Omrie Gelley, pidió la liberación de los guerrilleros detenidos, «por la necesidad de contar con medidas que creen confianza».

Golley dijo a la prensa que «Sankoh sigue siendo un jefe esencial para nuestro movimiento político y debemos contar con él y con los demás combatientes para avanzar en el proceso de paz».

La delegación gubernamental anunció su intención de considerar el pedido, pero el martes, Kanu expuso un cambio radical de Freetown y puso fin a las especulaciones sobre el futuro inmediato del líder rebelde.

«La cuestión no es liberar o no a Foday Sankoh. Esa no es la prioridad del gobierno», explicó Kanu.

La inquietud del gobierno sólo se refiere a cómo y cuándo se establecerá una Corte Penal Especial para juzgar a Sankoh y a otros insurgentes por su responsabilidad en los crímenes cometidos durante los diez años de conflicto del país, agregó.

El RUF aún no reaccionó públicamente ante esta postura del gobierno.

El proceso de paz se resintió a partir del violento incidente de mayo de 2000. Los rebeldes permitieron a las tropas de la ONU desplegarse en algunas áreas del territorio que controlaban, pero se negaron a desarmarse y a desmovilizarse.

El miércoles, en una entrevista realizada por la BBC, el representante especial del Secretario General de la ONU, Oluyemi Adeniji, afirmó que «es necesario liberar a más de 100 combatientes del RUF».

Adeniji agregó que «incluso el gobierno de Sierra Leona, ante el interés por lograr la paz, quizá no desee mantener las detenciones permanentemente».

Los comentarios del representante especial no fueron bien recibidos por la población ni por el gobierno de Sierra Leona, para quienes la liberación de los miembros más duros del RUF acabaría con el ya complicado proceso de paz.

Un empleado público, Isata Bockarie, dijo que «sería un triste error liberar a Foday Sankoh y a su banda de asesinos. Creo que el embajador Adeniji está equivocado. Podemos concretar el proceso de paz sin Sankoh».

Otro residente de Freetown, Jonathan Sandy, sostuvo que «Sankoh ya no es un factor importante, pues fue reemplazado hace meses por el general Issa Sesay. ¿No era Sankoh el obstáculo para lograr la paz? El fue responsable de los asesinatos de manifestantes pacíficos y debe permanecer en la cárcel».

Si bien el cuestionado líder permanece recluido en una prisión de máxima seguridad, los rebeldes sostienen que está en manos de las tropas británicas destacadas en Sierra Leona, que su salud no es buena y que no se le permiten visitas, ni siquiera de sus familiares.

Sankoh, un cabo dado de baja del ejército, saltó a la notoriedad en marzo de 1991, al dirigir una rebelión armada desde la frontera con Liberia y al frente del RUF. Su guerra se basó en el terror y en la intimidación de civiles.

En el conflicto fueron asesinadas más de 50.000 personas, y el mismo el RUF realizó una macabra campaña de amputaciones a civiles, incluyendo mujeres y niños pequeños.

Actualmente hay más de 3.000 sobrevivientes de guerra con amputaciones de manos, piernas, lengua y orejas, cercenadas con machetes por los guerrilleros del RUF.

La guerra también empujó al exilio a unas 750.000 personas, sobre un total de 4,5 millones de habitantes, que viven en los países vecinos como refugiados.

Autoridades y rebeldes tienen aún previsto un encuentro a este mes en Freetown, con el auspicio de Unamsil y en procura de hallar mecanismos para acelerar el desarme. (FIN/IPS/tra- en/lf/mn/dc/aq/ip/01

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