El Consejo Europeo, integrado por jefes de Estado y de gobierno de los 15 Estados miembros de la Unión Europea (UE), jerarquizó asuntos sociales y económicos durante la reunión realizada el fin de semana en Estocolmo.
El Consejo se propuso lograr que en 2005 la tasa de empleo de varones sea 67 por ciento y la de mujeres 57 por ciento, y que en 2010 se haya elevado a por lo menos 50 por ciento la tasa de empleo para personas mayores de 55 años de edad, que es en la actualidad 38 por ciento.
También se comprometió a intensificar los esfuerzos para poner en marcha una nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), bloqueada tras el fracaso de la conferencia de esa organización realizada a fines de 1999 en la ciudad noroccidental estadounidense de Seattle.
Suecia ocupa en la actualidad la presidencia rotativa de la UE, que transferirá a Bégica el 1 de julio, y antes de esa fecha espera lograr progresos en la implementación de la agenda de cinco puntos que fijó al asumir el cargo.
Los objetivos de esa agenda son avanzar hacia la igualdad de varones y mujeres, aumentar los derechos de los consumidores, modernizar el trabajo administrativo de la UE, dotar al bloque de mayor transparencia y apertura, e incrementar la cooperación con Rusia.
La cumbre comenzó con una intensa discusión acerca de la difícil coyuntura que atraviesa el sector agropecuario del bloque a causa de la difusión de focos de fiebre aftosa, que afecta al ganado.
«El Consejo Europeo considera grave la situación de los productores agropecuarios y de los consumidores», dijo Lars Danielsson, el ministro sueco responsable de asuntos de la UE.
«Esta cumbre fue la primera de una serie en la cual avanzaremos hacia la meta fijada (el año pasado por el Consejo) en Lisboa: transformar a la UE en la región del mundo con economía más competitiva», dijo el sábado el primer ministro sueco y portavoz de la UE, Goran Persson.
«En Lisboa pusimos los cimientos, y en Estocolmo construimos el primero de 10 pisos», agregó.
La cumbre de Lisboa se llevó a cabo durante el período de seis meses en el cual Portugal ocupó la presidencia rotativa del bloque, de enero a junio de 2000, antes de ser reemplazado por Francia.
La UE pidió al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el urgente inicio de un diálogo sobre la reducción de la emisión de gases que producen el efecto invernadero, una de las causas del recalentamiento del planeta.
La decisión del bloque europeo se enmarca en el propósito de adoptar posiciones más firmes sobre asuntos internacionales, y se adoptó tras crecientes críticas de quienes piensan que la UE no hace lo suificiente para transformarse en una superpotencia.
Persson y Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, organismo ejecutivo del bloque, enviaron el viernes una carta a Bush en la cual pidieron «un diálogo entre Estados Unidos y la UE sobre el modo de facilitar el éxito de COP-6», la sexta Conferencia de Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se realizará en julio en Bonn.
La UE quiere «iniciar ese diálogo en el más alto nivel y el más breve plazo que sean posibles».
«Deseamos enfatizar que la UE asigna la mayor importancia al logro de un acuerdo en el COP 6, sobre la base del Protocolo de Kioto (aprobado en diciembre de 1997), que apunte a reales reducciones de la emisión de gases invernadero», apuntaron.
«La importancia mundial y de largo plazo del cambio climático y la necesidad de un esfuerzo conjunto de todos los países industrializados en ese terreno determinan la importancia del asunto para las relaciones entre Estados Unidos y la UE», añadieron.
Esta semana, durante la prevista reunión de Bush con el canciller (jefe de gobierno) de Alemania, Gerhard Schroeder, se verá en qué medida ese duro lenguaje impresionó a Bush, quien anunció la semana pasada que no cumpliría su compromiso electoral de reducir la emisión de gases invernadero en Estados Unidos.
El influyente diario Dagens Nyheter, de Estocolmo, expresó el domingo sus dudas sobre la posibilidad de que la UE aumente su influencia en asuntos internacionales.
«La cumbre muestra que la UE carece de las herramientas necesarias para convertirse en una auténtica superpotencia», y cabe preguntarse si la cooperación entre sus Estados miembros es suficiente para alcanzar ese objetivo, opinó.
El informe de 16 páginas sobre resultados de la cumbre elaborado por Suecia no jerarquizó asuntos de política exterior, pero el Consejo encomendó al alto representante de la UE, Javier Solana, realizar «un informe sobre el modo en que la UE podría desempeñar un papel más definido en el impulso al desarrollo pacífico en Medio Oriente».
Por otra parte, Persson realizará en nombre del bloque visitas a Pyongyang y Seúl para expresar el apoyo de la UE al proceso de reconciliación entre Corea del Norte y Corea del Sur.
El Consejo manifestó su resplado al presidente de Macedonia, Boris Trajkoski, en el combate contra insurgentes de origen étnico albanés, pero advirtió sobre los riesgos de una escalada militar para expulsar a los guerrilleros de la región montañosa macedonia fronteriza con la provincia serbia de Kosovo.
También discutió las reformas económicas impulsadas en la actualidad por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reiteró sus críticas a la represión militar de Moscú contra insurgentes separatistas de la provincia rusa de Chechenia, y se comprometió a apoyar los esfuerzos de Rusia para integrarse a la OMC.
La UE decidió que el Banco Europeo de Inversiones esté listo para financiar, en parte y con determinadas condiciones, proyectos de protección del ambiente en Rusia, mediante préstamos por valor de unos 100 millones de dólares.
Representantes del bloque europeo participarán en las celebraciones de los 300 años de la fundación de la ciudad noroccidental rusa de San Petersburgo, para subrayar los vínculos históricos entre Europa y Rusia. (FIN/IPS/tra-eng/rt/mn/mp/dv ip/01
