MERCOSUR: Brasil prohíbe carne argentina por fiebre aftosa

Brasil suspendió la importación de productos ganaderos de Argentina, debido a la sospecha de fiebre aftosa, anunció hoy el ministro de Agricultura, Marcus Pratini de Moraes.

La medida afecta el ingreso de vacunos vivos, de carne con hueso y de material de reproducción, aunque se mantendrá la compra de carnes sin hueso y productos procesados a una temperatura superior a 72 grados.

El gobierno de Fernando Henrique Cardoso también decidió fortalecer el control de sanidad animal en la frontera entre los dos países.

Pratini de Moraes recordó que ya estaba prohibido desde el año pasado importar animales y carne con hueso de algunas provincias del norte argentino.

La resolución se tomó luego de que autoridades brasileñas se reunieran este miércoles en Brasilia con el director del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentar (Senasa) argentino, Víctor Machinea.

Brasil había enviado una misión técnica para evaluar en el terreno, entre fines de enero y comienzos de este mes, las condiciones del ganado en las provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes y Formosa.

Las conclusiones de los técnicos brasileños discrepaban de las evaluaciones divulgadas por el gobierno argentino, que no admitía la existencia de focos de la enfermedad. Pero los argumentos de Machinea no convencieron a las autoridades sanitarias de Brasil.

Las mismas autoridades de Argentina anunciaron una nueva evaluación del ganado y la reanudación de las vacunaciones en las áreas afectadas, observó Pratini de Moraes.

Las medidas anunciadas se debieron «unicamente a razones sanitarias» y tendrán vigencia hasta que una nueva evaluación de la Organización Internacional de Epizootías (OIE) concluya que ya no existe peligro de contagio de fiebre aftosa a través de la frontera, añadió el ministro.

Sin embargo, el Senasa sostuvo que la vacunación es solamente una medida preventiva, ante la presencia del virus de la fiebre aftosa en los países fronterizos.

Pero vacunar es considerada una admisión de la enfermedad y puede llevar a que Argentina pierda la condición de zona libre de fiebre aftosa sin necesidad de inoculación, reconocida por la OIE desde mayo pasado.

Esa condición abre mercados ricos y exigentes del Norte industrializado.

Estados Unidos suspendió el año pasado las importaciones de carne argentina luego de rumores sobre rebrote de fiebre aftosa en las provincias del norte de ese país, pero las reanudó en diciembre por una autorización especial que caduca a fines de este mes.

La prohibición brasileña no produce un grave daño directo, pero apunta problemas sanitarios que pueden bloquear mercados más importantes, que representan centenares de millones de dólares muy necesarios a la balanza de pagos de Argentina.

Lo mismo le ocurrió a Brasil con la decisión canadiense del 2 de este mes de importar carne de vacuno brasileña por temor al contagio del llamado mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina.

La medida de Ottawa provocó la veda inmediata de Estados Unidos y México, socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Más que Canadá, que importó sólo 5,6 millones de dólares el año pasado, los exportadores brasileños lamentaron la pérdida del mercado estadounidense, de 82 millones de dólares, y temían una reacción en cadena de Europa y de Asia, ante el pánico provocado en el mundo por la nueva enfermedad.

Además, los ganaderos perdieron mucho más. La incertidumbre generada en el mercado interno redujo las compras de la industria de carnes y, por ende, los precios, depreciando el valor del ganado nacional en cerca de 2.000 millones de dólares, estimó Luiz Hafers, presidente de la Sociedad Rural Brasileña.

Con la decisión de este miércoles, Brasil pasa de víctima de Canadá a verdugo de su principal socio en el Mercosur (Mercado Común del Sur), que también integran Paraguay y Uruguay.

Eso puede afectar las relaciones entre los dos países, ya afectadas por varias disputas comerciales involucrando los lácteos, el arroz, azúcar, aceros y calzados.

Argentina y Brasil son competidores en el mercado mundial de la carne. La desgracia de uno favorece el otro, lo cual estimula acusaciones recíprocas.

Funcionarios brasileños se molestaron, por ejemplo, por la falta de solidaridad argentina en el conflicto con Canadá.

El interés en presentar un Mercosur cohesionado en las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas, que prosiguen en reuniones ministeriales y en la cumbre continental en abril, no impidió que Brasil adoptara la medida, que puede tener repercusiones en el mercado mundial de carne y en el Mercosur.

La sospecha levantada por Canadá, de que es posible la existencia de vacas locas en Brasil, deberá tener fin en los próximos días, con la suspensión de la prohibición, según esperan Brasilia, ganaderos y exportadores.

Pero el caso sirvió de lección al país, sobre la necesidad de profundizar el control de la sanidad animal, para conquistar el mercado externo. Eso, probablemente, estimuló la adopción de la medida contra Argentina, sin más dilaciones. (FIN/IPS/mo/dm/if/01

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