/Integración y Desarrollo/ COMERCIO-ARGENTINA: Aftosa amplifica

La reanudación en Argentina de la vacunación generalizada del ganado bovino contra la fiebre aftosa, interrumpida en 1999, fue propuesta como una opción adecuada por un experto en comercio exterior.

Alberto de las Carreras, ex secretario de Comercio del gobierno argentino y actual miembro de la Cámara de Exportadores, dijo a IPS que también sería necesario negociar con los mercados compradores externos para que no suspendan las compras en la nueva etapa de vacunación.

De las Carreras había considerado prematuro dejar en 1999 de inocular el ganado, un paso que le abrió nuevos mercados a Argentina al permitir la entrega en mayo de 2000 de la certificación de país libre de aftosa sin vacunación por parte de la Organización Internacional de Epizootias.

Las autoridades sanitarias argentinas aseguran ahora que el ganado de este país no sufre aftosa, pero decidieron reanudar la vacunación en 12 de sus 23 provincias ante las sospechas crecientes sobre focos del mal y las versiones de vacunaciones clandestinas en algunas regiones.

Con la irrupción de este problema, que parecía superado, se frena la expectativa de aumentar las exportaciones de carne una vez pasada la psicosis que generó en el mercado mundial la reaparición del mal de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina.

Argentina es el cuarto exportador mundial de carne.

Brasil, que tiene controlada la aftosa en el sur de su territorio, dejará de comprar a Argentina ganado en pie y otras piezas, una decisión que parece destinada a desacreditar a un competidor más que a cuidar su hacienda, según De las Carreras.

La determinación de aplicar la vacuna a 16 por ciento del rodeo total nacional a partir de marzo provocó un cambio en el estatus del país ante la Organización Internacional de Epizootias, que aceptó este miércoles el principio de regionalización.

De acuerdo con este principio, la certificación sólo se perderá en las zonas en que las autoridades sanitarias prevén vacunar: en la frontera con Bolivia, Brasil y Paraguay, y en provincias donde se concentra la producción ganadera, explicó el director general de la Organización, Bernard Vallat.

A pesar de la inmediata declaración de Vallat, la nueva certificación se extenderá formalmente a mediados de año.

La difusión el miércoles de la decisión de suspender parte de las ventas de Argentina a Brasil originó un conflicto bilateral, y ahora se teme una posible interrupción de las compras por parte de Canadá y Estados Unidos, que representan en conjunto el segundo comprador mundial de carne argentina después de Alemania.

Las autoridades sanitarias de Argentina y Brasil acordaron el miércoles la suspensión de los envíos argentinos de ganado en pie, de carne con hueso y de menudencias al mercado brasileño.

La interrupción representa para Argentina una pérdida de poco más de un millón de dólares frente a ventas totales por 32 millones al mercado brasileño.

Pero en sus anuncios, el Ministerio de Agricultura de Brasil se refirió a una «prohibición» del ingreso de carne argentina y las autoridades de Argentina a una «autolimitación» preventiva. La diferencia de términos causó malestar en Argentina, socio principal de Brasil en el Mercosur junto con Uruguay y Paraguay.

De las Carreras, autor del libro «La aftosa en Argentina, un desafío competitivo», sostuvo que «el panorama se está complicando fuertemente», y que «quizás sería prudente adoptar un plan de contingencia por el cual se vuelva a vacunar todo el ganado del país».

A juicio del experto, Argentina se apresuró a abandonar la vacunación sin haber dispuesto un programa de control epidemiológico muy efectivo en las fronteras. Los países limítrofes de Argentina son Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

Diversos productores criticaron la interrupción de la vacunación, pero, entusiasmados por las promesas de aumentar las ventas, se despreocuparon.

En un cuestionario formulado en el sitio en Internet MegaAgro.com (en http://www.megaagro.com/encuesta/encuesta_includes.asp?estado=3),18

7 usuarios afirmaron que existe aftosa en Argentina, 80 respondieron que no y 110 señalaron la opción «mejor callémonos».

La aftosa, una enfermedad que afecta la calidad de la carne pero no se transmite a las personas que la consumen, se conoce desde mediados del siglo XIX, pero los avances de la industria frigorífica controlaron el problema a fines de ese siglo, pues en cortes sin hueso, el virus —en un medio ácido— se muere.

No obstante, en la década del 30, Estados Unidos suspendió las compras de carne a 15 países por un brote de aftosa en sus rodeos. Argentina no contó con ese mercado hasta 1997, cuando la erradicación de la fiebre estaba asegurada, aunque se continuó vacunando dos años más.

Este problema sabitario, unido al desarrollo de la producción de carne en Australia, Estados Unidos y Nueva Zelanda, originó la caída de Argentina del primero al cuarto lugar entre los exportadores mundiales de carnes desde 1971 y hasta ahora, cuando se proponía recuperar su sitial.

Sin embargo, en 2000, apenas tres meses después de celebrar la certificación que preanunciaba el comienzo de negociaciones para colocar carne en los exigentes mercados de Japón, Corea del Sur y México, se registró un brote de aftosa en la frontera con Paraguay, atribuido a la falta de controles limítrofes.

El descubrimiento provocó la inmediata decisión de Estados Unidos y Canadá de suspender las compras hasta diciembre último, cuando se reanudaron.

El gobierno de Argentina anunció que la semana próxima enviará a Estados Unidos una delegación de altos funcionarios sanitarios que intentará explicar por qué este país volverá a vacunar y solicitará que no se suspendan las compras.

Para De las Carreras, a estas alturas, lo mejor sería vacunar a todas las reses en lugar de hacerlo por zonas, y negociar para que los compradores continúen importando la carne aceptando que la medida sanitaria es solo una prevención ante la posibilidad de contacto del ganado con rodeos de otros países.

En este sentido, advirtió que la suspensión de algunas compras por parte de Brasil no tiene impacto económico sino político.

«Brasil, que compite con Argentina en la producción de carnes, está tratando de eliminar a su socio comercial de terceros mercados, y esta crisis es parte de esa estrategia», aseguró el experto. (FIN/IPS/mv/mj/if/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe