ESPAÑA: ETA mató a dos trabajadores, uno simpatizante del grupo

La organización ilegal ETA mató hoy a dos trabajadores en la ciudad vasca de Ordizia, en España, uno de ellos afiliado a su propia rama política, y dejó malheridas a otras cuatro personas.

El atentado, programado contra el concejal socialista del municipio de Ordizia, Iñaki Dubreuil Churruca, fue ejecutado mediante el estallido de una carga explosiva colocada en un automóvil estacionado cerca de una fábrica de artículos eléctricos, activada con un mando electrónico a distancia.

Dubreuil Churruca descendió del tren local que lo llevó hasta Ordizia, acompañado de su escolta, junto con otros pasajeros, entre los que se encontraban trabajadores de la empresa eléctrica y un grupo de estudiantes.

Todos ellos salieron de la estación, ubicada a escasos metros del lugar del atentado, cruzaron la calle y pasaron al lado del automóvil que contenía el explosivo, momento en que fue activada la carga.

Los trabajadores de la empresa eléctrica que caminaban delante del concejal socialista, José Angel Santos Larrañaga y Josu Leonet Azkona, murieron en el acto.

Azkona estaba afiliado a Euskal Herritarrok, la coalición que apoya a Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad en lengua vasca).

Por su parte, Santos Larrañaga era afiliado al sindicato nacionalista ELA, mayoritario en el País Vasco y bajo la influencia del gobernante y moderado Partido Nacionalista Vasco.

El concejal socialista y otros tres trabajadores fueron heridos de gravedad y trasladados al hospital de San Sebastián, capital de la provincia de Guipúzcoa, a la que pertenece el ayuntamiento de Ordizia.

Los compañeros de trabajo de los fallecidos fueron los primeros en llegar al lugar del atentado y ayudaron a los heridos, para luego congregarse frente a la fábrica protestando por lo ocurrido.

El atentado no fue producto de un error, pues quien «apretó el botón» (control remoto) estaba viendo lo que ocurría», señaló fuertemente conmocionado Daniel Guiray, director de finanzas de la empresa eléctrica a la que pertenecían Larrañaga y Azkona..

No es la primera vez que ETA comete atentados indiscriminados y tampoco repara en los daños materiales y personales que ocasiona a personas ajenas a la política, a sindicalistas, a operarios de una fábrica o, incluso como el de este jueves, a simpatizantes del grupo.

Un comando de ETA mató a comienzos de este año a Ramón Díaz García, de 51 años, cocinero en la ciudad vasca de San Sebastián, cosechando una fuerte repulsa dentro y fuera del País Vasco.

García residía desde los 11 años en esa ciudad, ubicada a 400 kilómetros al noreste de Madrid, y trabajaba en la cocina de la comandancia de la Marina de guerra, pero como empleado civil, y era afiliado a Comisiones Obreras, una de las dos centrales sindicales mayoritarias y de orientación comunista.

Este trabajador fue muerto el 26 de enero por una carga de explosivos que estalló al subir a su automóvil para dirigirse al empleo.

Los dos hijos de García son «abertzales», simpatizantes del nacionalismo vasco, según declaró su cuñado.

Vecinos del barrio donde vivía lo definieron como una persona solidaria, que trabajaba en la organización vecinal ayudando a niños y a adolescentes a aprender el tradicional juego de la pelota vasca, en el frontón.

ELA, Comisiones Obreras, la Unión General de Trabajadores, la otra central sindical mayoritaria y de tendencia socialista, el Movimiento contra la Impunidad y otros grupos no gubernamentales convocaron para este viernes a marchas de protesta frente a los ayuntamientos (municipalidades) de España.

Las organizaciones sindicales y sociales expresarán así su rechazo a los atentados de ETA y exigirán una vez más que cese la violencia.

ETA, nacida en los años 60 durante la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975), continuó activa tras la recuperación de la democracia y pese a sufrir varias escisiones y ser beneficiada con la amnistía decretada en 1977, que permitió recuperar la libertad de todos sus presos.

Además, desde 1975 dispuso tres treguas o cese del fuego.

La última tregua de carácter unilateral, fue impuesta el 28 de diciembre de 1998 y la dio por terminada a fines de diciembre de 1999. Durante ese período, una delegación del gobierno español se reunió con la dirigencia de la organización sin ningún resultado.

Desde el fin de esta última tregua, ETA asesinó a 27 personas, entre ellas un fontanero (plomero), un cocinero y un vendedor de golosinas, además de políticos del gobernante y centroderechista Partido Popular, y de los opositores Partido Socialista Obrero Español y Partido Comunista. (FIN/IPS/af/dm/ip/01

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