CACHEMIRA: Reacciones encontradas a extensión de cese del fuego

El gobierno de India decidió hoy extender hasta fines de mayo el cese del fuego de sus fuerzas de seguridad contra insurgentes independendistas de Cachemira, pero comentaristas políticos opinaron que la medida es insuficiente.

El cese del fuego, dispuesto en forma unilateral por el primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee a fines de noviembre, para el mes sagrado musulmán del Ramadán, y prolongado a fines de diciembre y de enero, habría llegado a su fin este lunes.

La coalición gobernante consultó el martes a todos los partidos opositores y recibió su respaldo a la prolongación del cese del fuego en el territorio cachemiro, disputado por India y Pakistán desde hace 50 años.

«Que esta oportunidad no sea desaprovechada por quienes desean la paz, porque nuestra paciencia no es infinita. Deseo establecer con gran claridad que el proceso de paz sólo incluirá a quienes participen en él», enfatizó Vajpayee en un mensaje a ambas cámaras parlamentarias.

«Se engañan quienes piensen que nuestras fuerzas de seguridad están hoy menos decididas a poner fin al terrorismo» aseveró.

«Aún espero que Pakistán renuncie a la violencia, cese su continua propaganda contra India, deje de promover y auxiliar acciones terroristas (en Cachemira) lanzadas desde su territorio, y recorra el sendero de la paz mediante conversaciones bilaterales», añadió.

El anuncio del primer ministro fue recibido con escepticismo por los insurgentes, como era esperable, y dirigentes de algunos grupos independentistas cachemiros con sede en Pakistán comentaron que continuarán sus actividades.

Sin embargo, expresaron su alivio habitantes de aldeas cercanas a la Línea de Control, que divide Cachemira entre India y Pakistán, ya que una de las consecuencias más notorias del cese del fuego ha sido la disminución a niveles mínimos del intercambio de disparos de artillería a través de la frontera.

Desde que Vajpayee anunció la tregua del Ramadán, Pakistán ordenó a sus tropas desplegadas a lo largo de la Línea de Control que se comportaran con «extrema prudencia».

«Pedimos a Dios que el cese del fuego se vuelva permanente. Por primera vez en 10 años, podemos dormir en nuestras casas sin temor a la artillería paquistaní» dijeron residentes en aldeas fronterizas según la agencia estatal de noticias india UNI.

El conflicto cachemiro ha causado la muerte de más de 35.000 personas en la última década. Nueva Delhi acusa a Islamabad de proporcionar entrenamiento y armas a los insurgentes, y Pakistán acusa a las fuerzas de seguridad indias de violar los derechos humanos en Cachemira.

Ambos países se han enfrentado en dos guerras desde 1947, cuando la dominación colonial británica en la región terminó con la creación de India y Pakistán, con la intención de separar a hindúes y musulmanes.

Poco después, las autoridades de Cachemira decidieron incorporarse a India, pese a que la mayoría de la población que gobernaban era musulmana.

En la actualidad, Islamabad administra un tercio del teritorio cachemiro, y tanto India como Pakistán disponen de armas nucleares, lo cual aumenta la preocupación internacional en relación con su prolongado conflicto.

Residentes en Srinagar, capital del estado indio de Jammu y Cachemira, afirmaron este jueves que la prolongación del cese del fuego no basta, y que las autoridades deben adoptar medidas para que no continúen los abusos de sus fuerzas de seguridad.

A mediados de este mes, tropas indias dispararon contra una multitud de opositores cachemiros que se manifestaban, y mataron a siete personas.

Comentaristas políticos también opinaron que Vajapayee debió haber hecho más para impulsar un proceso de paz.

Un factor clave para las negociaciones es la Conferencia Multipartidaria Hurriyat, integrada por 22 grupos separatistas de Jammu y Cachemira, y se esperaba que la extensión del cese del fuego fuera acompañada por la concesión de permiso a dirigentes de la Hurriyat para viajar a Pakistán.

La intención de quienes solicitaron ese permiso es reunirse en Pakistán con dirigentes de grupos insurgentes y con el gobernante militar paquistaní, Pervez Musharraf, para discutir las perspectivas de la cuestión cachemira.

Luego de que Vajpayee anunciara el 1 de enero su disposición a «explorar» nuevas vías de solución para el conflicto, su gobierno autorizó por primera vez el viaje de dirigentes de la Hurriyat a Islamabad, pero el ministro del Interior, L.K. Advani, negó el permiso a dos de ellos que proponen la integración de Cachemira a Pakistán.

«Hemos señalado varias veces con claridad que la extensión del cese del fuego no resolverá por sí sola la irritante cuestión de Cachemira, que ya ha durado 53 años, aunque puede ser el comienzo del avance hacia nuestra meta, si emplea en forma adecuada y se profundiza», dijo el presidente de la Hurriyat, Abdul Gani Bhat.

Nueva Delhi debe demostrar su sinceridad mediante la autorización sin exclusiones del viaje a Pakistán de los dirigentes de la Hurriyat, necesario para convencer a los insurgentes de que se sumen al cese del fuego, agregó.

Syed Ali Shah Geelani, dirigente de la fracción más combativa de la Hurriyat, había declarado el miércoles que la cuestión cachemira no puede resolverse sin una «total retirada de Jammu y Cachemira de las fuerzas de seguridad indias».

Un protavoz del grupo insurgente Tehreek-ul-Mujahideen, con sede en Pakistán, afirmó a su vez que el cese del fuego es parte de «una cnspiración contra la lucha por la libertad del pueblo cachemiro».

«Aumenta el escepticismo acerca de lo que se puede lograr con la prolongación del cese del fuego, más allá de una ventaja diplomática coyuntural en relación con Pakistán» comentó este jueves el periódico indio The Indian Express. (FIN/IPS/tra- eng/mu/mp/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe