PERU: Fujimori pierde mayoría y puede ser destituido

La elección del opositor Valentín Paniagua como presidente del Congreso en Perú, refleja la pérdida de la mayoría parlamentaria del mandatario Alberto Fujimori, quien ahora podría ser destituido de su cargo.

La Constitución vigente, promulgada por el propio Fujimori en 1993, establece la facultad del Congreso de destituir al Presidente de la República por mayoría simple en los casos de traición a la patria o por «incapacidad moral» manifiesta.

Paniagua, quien sustituye en la Presidencia del Congreso unicameral a Martha Hildebrand, una de las más cercanas colaboradoras de Fujimori, censurada el lunes, fue designado este jueves por 64 votos contra 51.

Paniagua aseguró que no tiene la intención previa de destituir a Fujimori, «porque esa decisión no puede formar parte de un programa o plan de gobierno de ninguna directiva del Congreso».

Pero no descartó totalmente esa posibilidad, al puntualizar que «en todo caso su aplicación es una cuestión que el Congreso puede discutir y decidir en cualquier momento, si le parece conveniente, pues es una de sus atribuciones».

Hildebranct fue censurada por «conducta arrogante» cuando el bloque oficialista perdió el apoyo de los 16 parlamentarios autodenominados independientes, pero que estarían bajo control del ex asesor de Inteligencia de Fujimori Vladimiro Montesinos, ahora su opositor.

Mientras en Perú se debate su posible destitución, Fujimori se encuentra en Japón, tras asistir a la Octava Cumbre de Líderes del Foro Economico Asia-Pacífico, que se realizó en el Sultanato de Brunei.

El miércoles circularon en Lima versiones según las cuales Fujimori no pensaba volver al país y había solicitado asilo en Malasia.

Los ministros de Justicia, Alberto Bustamante, y de Agricultura, José Chlimper, desmintieron el rumor y reiteraron que Fujimori arribaría a Lima el domingo, tras asistir a la Conferencia Iberoamericana que se realizará esta semana en Panamá.

En tanto, el gobierno de Malasia informó que Fujimori no había iniciado ninguna gestión para solicitar asilo, una figura que el país asiático no reconoce ni practica.

Sin embargo, otros dos ministros, el jefe del gabinete, Federico Salas, y el ministro de Economía, Carlos Boloña, admitieron que Fujimori podría verse obligado a renunciar al no contar ya con mayoría parlamentaria, pero reiteraron que se propone permanecer en el cargo hasta el 28 de julio próximo.

Fujimori está sometido a fuertes críticas desde que ganó en segunda vuelta en mayo pasado la segunda reelección consecutiva en comicios cuestionados por la oposición.

Estas críticas, sumadas al descubrimiento de que Montesinos había sobornado al menos a un parlamentario opositor para que se pasara al oficialismo, forzaron a Fujimori a destituir a su asesor de inteligencia y recortar su mandato de cinco años a uno, y a convocar elecciones anticipadas el 8 de abril del 2001.

Los sectores más radicales de la oposición piden su renuncia inmediata y el partido Perú Posible, que lidera su principal adversario, el ex candidato presidencial Alejandro Toledo, promueve la aplicación del dispositivo constitucional que faculta al Congreso a destituir al presidente por incapacidad moral.

«La incapacidad moral es de difícil probanza porque es una calificación subjetiva de terceros sobre la conducta o la personalidad de una persona, su aplicación es peligrosa porque no se refiere a un hecho demostrable jurídicamente», opinó el ex parlamentario Javier Valle Riestra.

El analista Raúl Serrano opinó que «esta posibilidad encierra una grave indefinición de la estructura política de Perú, país que supuestamente tiene un régimen presidencial pero cuyos gobiernos están obligados, salvo una contundente victoria electoral en primera vuelta, a basarse en alianzas para tener mayoría parlamentaria».

El parlamentario Rafael Rey aclaró que no todos los opositores están de acuerdo con destituir a Fujimori, «salvo que se le demuestre responsabilidad personal y directa en una felonía».

«Aplicar este concepto constitucional crearía un grave precedente de amenaza contra cualquier gobierno futuro que no alcanzara o que perdiera el respaldo de la mayoría parlamentaria», señaló el parlamentario, quien votó la destitución de Hildebrand y respaldó a Paniagua.

La destitución de Fujimori por presunta incapacidad moral ya fue esgrimida por el sector más radical de la oposición antes de que asumiera el 28 de julio, cuando parecía que no lograría los 61 escaños necesarios para contar con mayoría parlamentaria.

Fujimori tenía entonces 52 votos en el Congreso, aunque había obtenido el 49 por ciento de los votos en segunda ronda, pero antes de que asumiera el mando, 16 parlamentarios elegidos en listas opositoras se pasaron al oficialismo presuntamente estimulados ilegalmente por Montesinos.

«Los mismos congresistas tránsfugas que lo salvaron en julio de ser destituido por una mayoría parlamentaria hostil, aliados ahora con la oposición, pueden hundir a Fujimori en el infierno histórico de una destitución ignominiosa», opinó Serrano. (FIN/IPS/al/ag/ip/00

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