MEXICO: Matanza de estudiantes en 1968 será exorcizada

La matanza de decenas de estudiantes a manos de la policía y del ejército en 1968 en México, de la que hoy se cumple un nuevo aniversario, será finalmente aclarada, si presidente electo Vicente Fox cumple su promesa de investigar responsabilidades del pasado.

El rito anual de marchas, homenajes y declaraciones sobre la masacre del 2 de octubre, que para los observadores marcó un antes y un después en la política mexicana, tiene de telón de fondo el compromiso del presidente electo de investigar lo que ocurrió.

Fox, quien jurará la Presidencia el 1 de diciembre, prometió abrir archivos e integrar una comisión para investigar matanzas, desapariciones y otros hechos violentos del pasado, como el caso de los estudiantes asesinados en la plaza capitalina de Tlatelolco o Tres Culturas.

Hace 32 años, 5.000 soldados rodearon esa plaza con tanquetas y dispararon a mansalva contra los estudiantes allí reunidos, que exigían cambios políticos. En el lugar murieron 400 personas, según cálculos extraoficiales, aunque la información oficial fue de 30 víctimas.

Los reportes de la época hablan de que unos 2.000 jóvenes fueron desnudados y golpeados en cárceles públicas y militares. En la plaza, en tanto, los militares habrían borrado todas las evidencias.

Diez días después de la matanza, que marcarían a toda una generación en México y en otros países, el gobierno inauguraba los XIX Juegos Olímpicos.

El entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) acusó de los hechos violentos del día 2 a «agitadores profesionales» y a quienes profesaban ideas «comunistas» y querían «acabar con México».

Los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que se sucedieron ininterrumpidamente desde 1929 a la fecha, se negaron a abrir los archivos secretos de 1968 aduciendo cuestiones legales, y no reconocieron la presunta responsabilidad del ejército en la masacre de la plaza de Tlatelolco.

«No cabe duda de que tenemos que dar señales muy claras sobre el combate a la impunidad y en contra la de la corrupción, pero estas señales no se agotan sólo en investigar lo que ocurrió en Tlatelolco», dijo Fox, el primer opositor que llegará a la Presidencia de México en 71 años.

«Tenemos que valorar qué lección nos deja (el crimen de Tlatelolco) y garantizar que jamás se persiga a alguien por su forma de pensar», advirtió.

Según el mandatario electo, es necesario terminar con la impunidad, garantizar el derecho a la información y actuar bajo la premisa de que «el que la hace la paga».

«Tengo la convicción de que el culpable de esa masacre (de Tlatelolco) fue el gobierno» y que «la falta de democracia y actitudes dictatoriales fueron las que gestaron ese movimiento (estudiantil)», escribió Fox en su libro 'A los Pinos' (la casa presidencial), publicado cuando era candidato.

«Ojalá México aclare por fin su oscuro pasado de represión, matanzas y desapariciones», señaló Pablo Gómez, ex dirigente estudiantil de 1968 y dirigente ahora del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática.

«Llegó la hora de que los sucesos del 2 de octubre de 1968 se aclaren, se identifique a los culpables y si es del caso se los castigue», declaró por su parte el historiador Carlos Montemayor.

Ante organizaciones humanitarias, familiares de los estudiantes muertos en Tlatelolco y representantes de grupos que denuncian la desaparición de 500 activistas políticos en los años 60 y 70, Fox prometió integrar una Comisión de Tranparencia que investigue esos casos.

La comisión estará integrada por representantes de toda la sociedad y no tendrá ninguna limitación para llegar a la verdad o al menos acercarse a ella, aseguró.

Aclaró, no obstante, que el país tiene muchos desafíos por delante y que su interés no es «gastar energías y tiempo lastimando heridas o mirando el pasado».

Si Fox no aclara las muertes y desapariciones, pasará a la historia como cómplice de los crímenes del PRI y de sus gobiernos, dijo Rosario Ibarra, portavoz de Eureka, un grupo no gubernamental que pretende la aclaración del destino de 500 activistas políticos desaparecidos.

Aunque los dirigentes políticos consideran que la matanza de 1968 no se olvidará jamás, encuestas y estudios indican que la mayoría de los jóvenes mexicanos desconocen o no tienen ningún interés en el caso. (FIN/IPS/dc/ff/hd/00

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