Cuba se mantiene entre los países que más aplican la pena de muerte, aseguró un grupo opositor que pide al gobierno de Fidel Castro la eliminación de ese castigo extremo de la ley penal nacional.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) consideró "inquietante" que los casos de aplicación de la pena capital en Cuba sean, en términos relativos, más del doble que en China y cinco veces más que en Estados Unidos".
Las ejecuciones sumaron el año pasado 2,6 casos por millón de habitantes en Irán, 2,1 en la República Democrática del Congo, 1,9 en Cuba, 0,9 en China, y 0,4 en Estados Unidos, según la información de la Ccdhrn, un grupo sin reconocimiento legal.
"Estimamos que entre 20 y 30 personas fueron ejecutadas en 1999 por pelotones de fusilamiento" en Cuba, se consignó en el informe, firmado por Elizardo Sánchez, presidente de la Ccdhrn.
En Estados Unidos, con 267,8 millones de habitantes, fueron ejecutadas 98 personas en 1999, mientras que en Cuba, con una población de 11,2 millones, las ejecuciones pueden haber llegado a 30, señaló la organización opositora.
La organización humanitaria Amnistía Internacional asegura que la cantidad de ejecuciones en China, un país de 1.200 millones de habitantes, es la más alta del mundo. Pero en otras naciones es mayor la relación entre ejecutados y población total.
En el caso de Cuba, la Ccdhrn pudo identificar sólo a 21 personas ejecutadas en 1999 y a 24 condenados que, recluídos en los "pabellones de la muerte", aguardan la fecha de su fusilamiento.
Entre los sentenciados a muerte se cuentan dos salvadoreños culpados de atentados terroristas contra la industria turística cubana en 1997 que causaron la muerte a un empresario italiano.
En ausencia de información oficial disponible, la Ccdhrn confecciona sus listas parciales a partir del contacto directo con las familias de los condenados a muerte y de indagaciones en todo el país.
El grupo, que espera su registro legal desde 1987, es la única organización no gubernamental en la isla que publica sistemáticamente información detallada sobre presos de conciencia y condenados a muerte y ejecuciones.
La información manejada por la comisión opositora supera las estadísticas que en abril divulgó Amnistía Internacional, una organización radicada en Londres, que sólo registró el año pasado 13 ejecutados y nueve sentencias adicionales en Cuba.
Según Amnistía Internacional, 85 por ciento de las sentencias a muerte ejecutadas en 1999 correspondieron a China, República Democrática de Congo, Irán, Arabia Saudita y Estados Unidos.
La cantidad de personas ejecutadas disminuyó de 2.258 a 1.813 entre 1998 y 1999, aunque aumentó en Arabia Saudita, Estados Unidos e Irán. Otras 3.857 personas fueron condenadas a muerte en 63 países, en el mismo período.
"En el anterior cambio de siglo, sólo tres países habían abolido la pena capital en forma permanente. Hoy, al comienzo del siglo XXI, 108 países la abolieron de hecho o de derecho, en reflejo de una tendencia mundial", destacó la Ccdhrn.
Sánchez solicitó al gobierno de Castro "que se una a la gran corriente mundial a favor de la abolición de la pena de muerte y disponga de inmediato una moratoria" de las sentencias ya dictadas.
Asimismo, pidió a la comunidad internacional que continúe exhortando a La Habana a detener su "maquinaria para el exterminio de los seres humanos, con los agravantes de premeditación y ceremonia con que suelen matar los Estados que aún aplican esta pena tan incivilizada".
Las autoridades cubanas aseguran que la pena de muerte es "una medida excepcional, que se aplica para delitos muy horrendos", y que no será excluida de la legislación mientras "Cuba siga siendo un país agredido" por Estados Unidos.
Una reforma aprobada en febrero de 1999 incorporó al código penal la pena de prisión perpetua y amplió la aplicación de la pena capital a delitos agravados de narcotráfico, robo con violencia y corrupción de menores.
La legislación impide la imposición de la pena de muerte a los menores de 20 años y a las mujeres embarazadas. Fuentes oficiales indican que durante el gobierno de Castro esa sentencia no fue aplicada a ninguna mujer.
De acuerdo con la Ccdhrn, "en todos los casos conocidos de fusilamiento durante 1999 aparece el asesinato como principal motivo para las condenas".
Los delitos comunes cometidos por los condenados a muerte entran en contradicción con la tendencia oficial a vincular la pena de muerte con el mal estado de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, indicó Sánchez. (FIN/IPS/da/ff-ag/hd/00