/REPETICION CORREGIDA/ ESPAÑA: Aparato partidario intenta controlar renovación del PSOE

El aparato político que conduce al opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) intenta controlar el proceso de renovación interna que se discutirá en el congreso general, del 21 al 23 de julio.

La comisión gestora del PSOE comenzó este martes a enviar a las organizaciones de base el proyecto de programa aprobado en la víspera por el Comité Federal, máximo órgano de dirección entre congresos, y las enmiendas propuestas por varias corrientes internas.

El Comité Federal nombró una comisión gestora para dirigir el partido hasta el congreso, obligado por la renuncia del secretario general, Joaquín Almunia, producida a causa de la aplastante derrota del PSOE ante el gobernante Partido Popular en las elecciones del 12 de marzo.

Aunque el principal cometido del congreso de julio será elegir un nuevo secretario general y una Comisión Ejecutiva para dirigirlo en los próximos cuatro años, la polémica interna se refiere también a temas ideológicos y políticos.

Al mismo tiempo, una decena de afiliados se postularon como candidatos a la Secretaría General. Algunos son de renombre, como Rosa Díez, quien encabezó la lista de aspirantes del partido al Parlamento Europeo.

Pero otros son desconocidos militantes de base, como José Manuel Alvarez, de la agrupación socialista de Castellar de Santiago, un pequeño pueblo de la Comunidad Autónoma de Castilla- La Mancha.

El presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura y secretario general del PSOE de esa región, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, calificó de espectáculo circense la proliferación de candidaturas a la Secretaría General.

Se trata de personas "dispuestas a liderar lo que sea, sin importarles el proyecto", dijo Rodríguez Ibarra, quien se negó a presentarse como aspirante al cargo.

"Debemos superar nuestro déficit ideológico y propugnar soluciones que conjuguen la defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos con la lucha por la igualdad, la solidaridad y la justicia social", agregó.

Con mayor dureza se pronunció el profesor de filosofía política y ex diputado Ramón Vargas-Machuca, quien tampoco es candidato. "En el PSOE manda una coalición nucleada en torno del poder de los jerarcas territoriales", observó.

"Ese poder sustenta su solidez en relaciones de patronazgo y, en consecuencia, la mayoría de los que concurren hoy a tomar las decisiones en ejecutivas, comités y grupos parlamentarios obtiene y asegura su posición gracias a un intercambio de naturaleza clientelar, por el que se permuta lealtad a lo que disponga el patrón", afirmó Vargas-Machuca.

"Sólo si se libera de la estructura de decisión y entramado organizativo actuales podrá el PSOE recomponer los equilibrios en las arenas políticas", advirtió.

En opinión de José Manuel 5lvarez, el PSOE deberá "depurar las responsabilidades de la guerra sucia". Se trata de cuatro decenas de atentados y 28 muertes, hechos atribuidos al Ministerio del Interior durante los tres primeros años del gobierno del socialista Felipe González (1983-1996).

Para este candidato, otros dos aspirantes, Díez y José Bono, presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, "representan la oficialidad del partido. Nunca les he oído discrepar, política o ideológicamente, de esa oficialidad".

Mientras comienza el proceso de discusión en las bases de los documentos, el Comité Federal exigió a cada candidato a la Secretaría General el aval de 22 firmas de miembros del mismo comité, integrado por 220 personas, para poder utilizar medios partidarios para dirigirse a los afiliados.

El ex ministro Juan Alberto Belloch reclamó mecanismos de participación directa de los militantes, criticó esa exigencia y afirmó que si no se introducen esos mecanismos no será candidato.

Díez, por su parte, dijo que es necesario pasar páginas y que "los que estaban detrás estén dispuestos a asumir responsabilidades por delante, y los que estaban delante estén dispuestos a seguir formando parte del equipo detrás".

Entre los que "estaban delante" y no se resignan a dar un paso al costado se cuenta Felipe González.

"Yo sí estuve en Suresnes", expresó González en la reunión del Comité Federal del lunes, en alusión a Díez, quien, para subrayar la necesidad de un cambio generacional, señaló que ella no estuvo en esa ciudad francesa, en la que en 1974, el ahora ex presidente del gobierno fue elegido secretario general por primera vez.

Muchos de los presentes en el Comité Federal entendieron que las palabras de González fueron en respuesta a Díez y a todos aquellos que hablan del fin de "la era felipista". Pero el ex secretario general y ex presidente del gobierno sigue teniendo un peso indudable y decisivo en el aparato partidario.

Todavía es temprano para evaluar el peso de cada candidato, y habrá tiempo hasta el 25 de junio, cuando estarán elegidos los casi 1.000 delegados al Congreso, para hacer cálculos sobre los votos que podrá tener cada uno y las posibles alianzas.

En todo caso, el "felipismo", por su peso decisivo en el aparato, tendrá todavía mucho que decir sobre la elección del secretario general, como lo tuvo a la hora de empujar a la renuncia a José Borrell, quien había ganado el cargo en elecciones primarias, derrotando a Almunia. (FIN/IPS/td/ff/ip/00

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