Chile dejó atrás la crisis económica, al completar seis meses sucesivos de crecimiento, con una fortaleza que, según los expertos, lo puso a salvo de las últimas turbulencias bursátiles internacionales.
El alza que insinuó el dólar el lunes, al cotizarse en el mercado libre a 515 pesos, fue controlada este martes, con un retroceso de la divisa a 510 pesos, mientras el índice selectivo de acciones registraba un aumento de 0,16 por ciento.
Pero más allá de indicadores cambiarios y bursátiles coyunturales, la noticia económica fundamental fue el crecimiento de 5,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) en febrero, el más alto de los últimos 22 meses.
El crecimiento promedio del PIB en los 12 meses transcurridos hasta febrero fue de 0,3 por ciento, de acuerdo con las estadísticas del Banco Central, con lo cual queda atrás la caída de 1,1 por ciento del producto registrada en 1999
El instituto emisor dio a entender la semana pasada que la economía chilena está entrando en una fase sostenida de expansión, al corregir al alza, de 5,5 a seis por ciento, su estimación de crecimiento del PIB para el presente año.
Se confirmaron así los informes de varios organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, que identifican a Chile como el segundo país latinoamericano de mayor crecimiento este año, detrás de República Dominicana.
El "viernes negro" de la semana pasada, con la caída bursátil en Wall Street, que arrastró a la mayoría de las bolsas del mundo y cuyos efectos se prolongaron hasta el lunes, golpeó muy marginalmente la economía chilena.
Como consecuencia de las turbulencias en las bolsas, el precio internacional del cobre, principal exportación chilena, retrocedió el lunes a 72,8 centavos de dólar la libra, pero la cotización se recuperó este martes, para situarse en 74,7 centavos de dólar.
Valentín Carril, jefe de investigaciones para América Latina del banco Santander Investment, dijo que Chile es el país latinoamericano más resguardado ante la actual inestabilidad de la economía internacional.
Carril señaló que la posible desaceleración de la economía de Estados Unidos, sugerida por la caída bursátil, dejaría a México y Argentina como los países más afectados en la región.
El comercio con Estados Unidos no es porcentualmente tan importante para Chile como para México y Argentina. El mercado bursátil chileno es el único de la región que no ha caído este año, indicó el analista.
Expertos de consultoras privadas y universidades coincidieron en estimar para marzo un incremento del PIB del orden de seis por ciento, con lo cual se completaría una expansión en el primer trimestre de 5,5 por ciento.
Para el segundo trimestre, el promedio de crecimiento estimado es de siete por ciento, con proyecciones máximas en torno de ocho por ciento, como la planteada por el economista Guillermo Patillo, de la estatal Universidad de Santiago.
Los analistas enfatizaron que el remezón bursátil de Wall Street no marca propiamente el inicio de una crisis, sino que fue básicamente una "corrección" del "recalentamiento" de la economía de los Estados Unidos, cuyas acciones estaban sobrevaluadas.
La economía de Chile fue la de mayor crecimiento en América Latina en los años 90, con un promedio anual de siete por ciento.
Pero esa tendencia se interrumpió parcialmente a mediados de 1998, cuando se hicieron evidentes los efectos de la llamada crisis asiática, que gatilló un incremento sin precedentes del precio del dólar, que superó la barrera de los 550 pesos.
El Banco Central contrarrestó las repercusiones de la crisis a través de un riguroso ajuste, regulado por incrementos de las tasas de interés, lo cual incidió en una caída general de la actividad en 1999, con un retroceso del PIB de 1,1 por ciento.
El ajuste tuvo como otro de sus costos el incremento de la desocupación, que superó 11 por ciento en agosto. Pero, en cambio, permitió reducir la inflación de 1999 a sólo 2,3 por ciento, la tasa más baja en 60 años.
La actual recuperación de la economía permitió bajar el desempleo a cerca de ocho por ciento, aunque la inflación aumentó, para llegar en marzo a una tasa anualizada de 3,4 por ciento. (FIN/IPS/ggr/ff/if/00
