ENERGIA-VENEZUELA: China seducida por la orimulsión

Venezuela logró incluir a China en su programa de ampliación de los mercados para la orimulsión, un combustible autóctono promovido como generador de electricidad cuyo principal relacionista público es el presidente Hugo Chávez.

La empresa estatal productora de orimulsión, Bitúmenes del Orinoco (Bitor), confirmó este lunes a IPS que China recibirá el 2000 unas dos millones de toneladas del combustible, el doble que en 1999.

"Ese país tiene un renovado interés por este producto", comentó el gerente de asuntos públicos de la empresa, Marco Angeli.

Para esta semana estaba prevista la llegada de uno de los más grandes buques tanque que hayan atracado en Venezuela, que partirá hacia China con 200.000 toneladas del combustible.

Chávez informó el domingo, en su habitual programa de radio "Aló, presidente" que es inminente la materialización de un acuerdo para que China participe en inversiones destinadas a aumentar la capacidad de producción venezolana en al menos unas dos millones de toneladas.

Bitor ha confirmado que ya se realizan estudios de factibilidad para estudiar esa posibilidad, lo cual convertiría a China en uno de los principales clientes de orimulsión en el mundo.

El propio Chávez impulsó el acuerdo de suministro a China en octubre, en una maratónica gira por una decena de naciones asiáticas en cuya agenda la orimulsión fue clave. Venezuela decidió apuntar hacia esos mercados porque tienen proyectos energéticos importantes que abren posibilidades de negocios.

Pero la materialización de nuevos negocios en Asia también representa una oportunidad para la realización definitiva del proyecto de producción y exportación de este combustible, que tras ser presentado como una alternativa altamente competitiva tropezó con realizades de mercado e inclusive con serios problemas de imagen.

Algunos grupos ambientalistas cuestionan las condiciones de combustión de la orimulsión, lo cual frustró negocios en Estados Unidos y Gran Bretaña. Venezuela tiene una capacidad de producción de más de seis millones de toneladas, pero en 1998 no alcanzó a vender ni siquiera cuatro millones.

Las autoridades venezolanas dijeron que, en algunos casos, la falta de medidas anticontaminantes de sus clientes generó problemas de contaminación. Y también han sugerido que las campañas contra este combustible tenían el respaldo del sector carbonífero, amenazada por un nuevo tipo de competencia.

La respuesta de la industria petrolera de este país incluyó un mejoramiento en la calidad de la orimulsión para reducir su potencial contaminador, y el producto ya va por su cuarta generación. Medios de prensa locales han informado que ya está en desarrollo una versión aún más "verde".

Expertos de Bitor se reunieron con grupos ambientalistas y representantes de empresas eléctricas el año pasado, en la sede de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.

Ese organismo decidió considerar el apoyo a proyectos que usen orimulsión, y mejoraron las relaciones con los grupos que luchan contra la contaminación.

El plan maestro para la orimulsión, firmemente impulsado por Chávez, considera cuadruplicar la capacidad de producción para 2006 hasta 22 millones de toneladas, con una cartera más diversificada de clientes.

El secreto del éxito del combustible son las grandes reservas de crudos extrapesados y bitúmenes, especialmente en la Faja Petrolífera del Orinoco, en la parte central del país, combinadas con el esfuerzo por aprovechar mejor su potencial económico.

A comienzos de los años 80, investigadores de la industria petrolera venezolana elaboraron la orimulsión cuando exploraban las posibilidades de facilitar la manipulación de bitúmenes con el uso de agua, para lo cual recurrieron al diseño de una emulsión que permitiera combinar sus efectos.

En la segunda mitad de la década del 80 se realizaron pruebas en diversas partes del mundo, y en 1988 la orimulsión comenzó a comercializarse a Canadá.

En la actualidad, se vende a Italia, su principal comprador, Dinamarca, Canadá, Lituania y Japón. En el futuro, Bitor también espera conseguir clientes en América Latina. Mientras, consolida la frontera de Asia, donde hay visible interés por el producto.

Fuera de ofrecer la orimulsión a China, Chávez abrió el camino para aumentar las ventas a Japón, que pasarían de 300.000 toneladas en 1999, a 750.000 toneladas en 2000, y hasta a cuatro millones de toneladas entre 2005 y 2006, si se concreta un importante proyecto eléctrico.

La gira presidencial también ayudó a consolidar iniciativas de venta de orimulsión a Corea del Sur y a Filipinas. Autoridades de Bitor han planteado que para 2002 ya se espera una producción de 13 millones de toneladas.

La proyección hacia los mercados de Asia también incluye a India, donde ya se han adelantado conversaciones para materializar la venta del combustible.

"El Ministerio de Finanzas ya autorizó la libre importación de orimulsión", aseguró a fines de 1999 el embajador venezolano en ese país, Walter Márquez.

Bitor también negocia un proyecto en Irlanda del Norte, y no descarta la posibilidad de competir en el mercado estadounidense, lo que podría lograrse si se materializa la orimulsión "verde".

Al final, la compañía estatal deberá demostrar su capacidad para generar ganancias. En 1999 la empresa produjo un ingreso por exportaciones de 200 millones de dólares, que le habrían dejado una utilidad neta de 10 a 12 millones de dólares, según cifras preliminares. (FIN/IPS/lc/mj/en if/00

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