Organizaciones sociales de Brasil comienzan hoy una virtual ocupación de Brasilia, con manifestaciones en defensa de la enseñanza pública y contra la política económica del gobierno y con la llamada Asamblea de Luchadores del Pueblo.
Miles de profesores y estudiantes participaron este miércoles en la Marcha de Defensa y Promoción de la Enseñanza Pública, promovida por sindicalistas para reclamar aumento de recursos y de salarios en la educación.
Triplicar el presupuesto de la educación en 10 años y fijar un sueldo mínimo de los profesores equivalente a 460 dólares son algunos de los reclamos. Una encuesta indicó que 68 por ciento de la población brasileña consideran que los bajos salarios son el peor problema de la enseñanza.
La Marcha Popular por Brasil, encabezado por el Movimiento de los Sin Tierra (MST), es más ambicioso.
Su acto de este jueves se celebrará frente al Banco Central, porque se trata de rechazar "la política económica de subordinación al Fondo Monetario Internacional y al capital internacional", explicó Joao Pedro Stédile, principal coordinador del MST.
La marcha, iniciada el 26 de julio en Rio de Janeiro, tuvo la adhesión de 1.000 representantes de distintos sectores de la población, como amas de casa, desempleados, organizaciones religiosas, estudiantes e indígenas.
A lo largo de los 1.580 kilómetros recorridos, se hicieron centenares de reuniones y debates en 130 ciudades y se distribuyeron 200.000 folletos sobre la crisis económica y social que vive el país y las soluciones propuestas, dijo Stédile.
El objetivo es dialogar con la población y con los distintos movimientos sociales, partidos, intelectuales y la sociedad organizada en general, para elaborar en conjunto un Proyecto Popular para Brasil, como alternativa a las políticas que condujeron al país a la crisis actual, sostuvo.
Por eso, la caminata entre Rio de Janeiro y Brasilia fue la principal actividad de "una nueva manera de hacer política". La manifestación en Brasilia es un "cierre simbólico".
Al acto se sumarán otros 5.000 militantes procedentes de todas partes del país y distintas organizaciones populares, para también participar en la Asamblea de Luchadores del Pueblo, que desde este viernes hasta este domingo discutirá salidas para la crisis brasileña.
Un campamento en el área de la Universidad de Brasilia será escenario de esa discusión masiva.
La movilización terminará este martes, cuando se celebre en Brasilia el Grito Latinoamericano de los Excluidos, manifestación que se realiza en trece países de la región, en protesta contra las consecuencias en la región de las políticas del FMI y de Estados Unidos.
Stédile explicó, en rueda de prensa con corresponsales extranjeros, que el MST sigue siendo un movimiento con la "misión de organizar los pobres del campo", para impulsar la reforma agraria.
Pero la experiencia de 15 años de lucha, especialmente de ocupaciones de predios improductivos, y el actual modelo económico, que "hace inviable la agricultura familiar", llevaron el MST a juntarse a otros movimientos para presionar por cambios en la política, señaló.
El gobierno de Fernando Henrique Cardoso, al favorecer a los grandes agricultores que producen para la exportación, expulsa del campo más familias que las que viene asentando, según comprueba el censo agrario oficial realizado el año pasado, destacó.
"Solo hay reforma agraria exitosa si la política económica fomenta la agricultura familiar, cosa que solo será posible con el cambio del modelo económico", sentenció Stédile.
El MST, que cuenta cerca de 5.000 militantes, no se convertirá en partido, porque "seria su muerte". Pero tratará de "estimular la organización de otros sectores de la población con su ejemplo", porque cree que "solo el pueblo organizado podrá cambiar el país", concluyó.
El gobierno, sin embargo, sostiene que reforma agraria y agricultura familiar cuentan con atención especial. "La pequeña unidad productiva" es la prioridad, dijo el presidente Cardoso, al crear este miércoles el Consejo Nacional de Desarrollo Rural, un órgano interministerial.
La agricultura familiar mantiene a 21 millones de personas y responde por 70 por ciento de los empleos en el campo, destacó el ministro de Política Agraria, Raúl Jungmann.
El Consejo, que también se organizará a nivel estadual y municipal, abre camino para la convergencia de esfuerzos de los gobiernos y el sector privado para el desarrollo rural, que no se limita a la actividad agrícola, dijo el ministro.
Un ejemplo fue el acuerdo firmado con la Asociación Brasileña de Supermercados, que permitirá a los asentados por la reforma agraria vender su producción a través de las grandes redes de comercio minorista. (FIN/IPS/mo/mj/ip/99
