Cuatro indígenas zapatistas del sureño estado de Chiapas llegaron a la capital de México para exigir la desmilitarización de la zona de conflicto, un punto soslayado en el plan de paz lanzado por el gobierno la semana pasada.
Los zapatistas Gabriel, Marín, Luisa y Verónica denunciarán en la Cámara de Diputados las consecuncias de la presencia del ejército en la zona de conflicto, informaron a su llegada a la capital.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no acusó aún recibo de la convoctoria del gobierno al diálogo, cinco días después de lanzada.
Desarmados y con los rostros cubiertos por pañuelos, los representantes del EZLN llegaron a la capital la noche del domingo procedentes de la comunidad Amador Hernández, epicentro del último brote de tensión en el convulsionado estado.
Esa localidad, corazón del área que es bastión del zapatismo, fue escenario de enfrentamientos que dejaron a siete soldados y dos indígenas heridos hace unas semanas.
El gobierno debió suspender hace 15 días la construcción de una carretera que atravesaría Amador Hernández, ante la resistencia de indígenas afines al grupo insurgente que acusan al gobierno de abrir caminos para incrementar el avance militar en la zona.
Sin el despliegue publicitario que ha caracterizado anteriores visitas de zapatistas a la capital del país, los indígenas plantearán en el parlamento cómo afecta a los residentes en la zona la presencia de más de 50.000 efectivos en Chiapas, sostuvo Luisa.
Los legisladores sabrán cómo los niños y mujeres viven atemorizados por los soldados y cómo éstos han contaminado el agua, destruido bosques y tomado posesión ilegal de terrenos que son propiedad de la comunidad, denunció Luisa.
La norirlandesa Mairead Maguire, premio Nobel de la Paz de 1977, consideró el domingo que la salida del ejército de Chiapas constituiría una medida fundamental para alcanzar la paz en la zona.
Al concluir cuatro días de visita por comunidades zapatistas, Maguire declaró que "no se puede construir un camino hacia la paz si la gente tiene miedo".
En Chiapas, como ha ocurrido en el caso de Irlanda del Norte, "no se podrá hacer nada hasta que las armas sean quitadas de ahí".
Maguire aclaró que no viajó a México "a dar lecciones sino humildemente a escuchar, aprender y compartir".
Sin embargo, la activista afirmó que la divergencia entre los puntos de vista del EZLN y del gobierno de Ernesto Zedillo plantea la necesidad de una instancia mediadora internacional.
"Así ocurrió en los conflictos de Irlanda del Norte y de Medio Oriente, por ejemplo", recordó.
Las organizaciones internacionales no participan con el ánimo de imponer estrategias, sino para "demostrar solidaridad y ayudar a descubrir nuevas formas de creatividad y resistencia pacífica", explicó Maguire.
El gobierno rechaza una mediación extranjera con el argumento de que los mexicanos son capaces de resolver sus problemas.
Maguire se reunió con representantes de organizaciones no gubernamentales indígenas y religiosas, pero no fue recibida por el gobierno estatal de Chiapas.
La activista anunció que elaborará un informe sobre Chiapas para entregar a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas y felicitó al gobierno mexicano por la última propuesta de paz que planteó al EZLN.
Tres años después de que los zapatistas abandonaron las negociaciones con las autoridades, la Secretaría (ministerio) de Gobernación llamó al grupo rebelde a reanudar el diálogo.
El EZLN suspendió sus contactos con el gobierno ante el rechazo de las autoridades a aceptar un proyecto de ley sobre derechos y cultura indígena elaborado por una comisión legislativa, sobre la base de los acuerdos de San Andrés firmados previamente por ambas partes.
El gobierno propuso a los zapatistas formar una nueva instancia de intermediación y gestionar la liberación de zapatistas presos no implicados en delitos mayores, entre otras medidas tendientes a una distensión.
Aun sin dar respuesta al nuevo planteo oficial, el EZLN envió a la ciudad de México a la pequeña delegación, que prevé participar en festejos del 189 aniversario de la gesta de la independencia del país.
Los zapatistas emularán este miércoles el "grito" con el que el sacerdote católico Miguel Hidalgo llamó a los mexicanos a luchar contra los conquistadores españoles.
La conmemoración será en el campus de la mayor universidad de México y de América Latina, en huelga hace casi cuatro meses. (FIN/IPS/pf/mj/ip/99
