/REPETICION/ ECUADOR: Concesiones de Mahuad confirman poder de los indígenas

El movimiento indígena de Ecuador es, como quedó en evidencia en las últimas semanas, el único sector popular capaz de obtener logros concretos a través de la protesta en un país donde los sindicatos carecen de representatividad.

Nadie imaginaba que el gobierno de Jamil Mahuad accedería en puntos que una semana antes descartaba, como el congelamiento por un año del precio de los combustibles y el gas, pero se vio obligado a ello por el levantamiento organizado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

La marcha de miles de nativos hacia Quito entre el jueves y viernes pasados hizo cambiar la posición al parecer inflexible del gobierno, que tras reprimirla violentamente con más de 1.500 soldados terminó cediendo a los reclamos.

Un levantamiento indígena fue en 1990 el punto de partida para esta nueva etapa en la que el movimiento aborigen considerado el mejor organizado de América pasó de actor social a actor político.

Luis Macas, uno de los fundadores e ideólogos de la Conaie, tuvo importancia fundamental en este proceso. Para este dirigente, los gobiernos parecen no haber entendido el salto cualitativo de estos años.

"Abdalá Bucaram (1996-1997) quiso dividir al movimiento, Sixto Durán Ballén (1992-1996) y Fabián Alarcón (1997-1998) prefirieron neutralizarlo, mientras que Mahuad ha intentado cooptar su dirigencia", comentó Macas a IPS.

En Ecuador, 3,5 millones de los 11,5 millones de habitantes son indígenas, repartidos en 11 nacionalidades, la principal de las cuales es la quechua. La mayoría viven en áreas rurales, en especial en la Sierra y el oriente.

Los awa, chachi, epera y tsachila residen en la costa del océano Pacífico, los cofán, siona, secoya, huaorani, achuar, shuar y quechua, en la Amazonia u oriente.

El elemento étnico y la reivindicación del Ecuador como país plurinacional fueron, en principio, los factores de unión de las distintas nacionalidades, pero la Conaie decidió ir más allá y buscó alianzas con otras organizaciones sociales y sindicatos independientes para crear en 1995 el Movimiento Pachakutik.

"La importancia de Pachakutik está en que nace como una representación de los movimientos sociales, sin el tutelaje de ningún partido político. Ese factor sirvió para unir a los pueblos indios y no indios del país alrededor de un proyecto político alternativo", dijo Macas.

La fuerza inicial pareció entrar en crisis con las diferencias surgidas en los últimos meses entre dirigentes indígenas.

Unos apostaron a acuerdos con el oficialismo para lograr la vicepresidencia del Congreso legislativo o dirigir el Consejo de Desarrollo para las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador, organismo autónomo pero adscripto al Poder Ejecutivo y cuya dependencia del gobierno pareció aumentar en los últimos meses.

Mientras, Ecuarunari, organización integrante de la Conaie que agrupa a los pueblos de la nacionalidad quechua de la Sierra, los de mayor población, propuso marcar distancia con el gobierno, cuestionando la política económica.

Ecurunari también exigió la renuncia de la diputada indígena Nina Pacari a la vicepresidencia del Congreso, considerando que el cargo se había logrado gracias "al acuerdo con el bloque parlamentario de un gobierno con el que discrepan totalmente".

La Asamblea Nacional de la Conaie aceptó en junio las propuestas de Ecuarunari y el levantamiento, anunciado para el comienzo del debate de la nueva ley de privatizaciones, comenzó el 6 de julio, precipitado por el alza del combustible decretada el día 1 y la huelga general de taxistas convocada el día 5.

Mientras, los indígenas de la Sierra tomaron ciudades, procesadoras de agua potable, centrales eléctricas, y repetidoras de radio y televisión para exigir la rebaja del combustible y el archivo de la ley de privatizaciones, los de la Amazonia creyeron que obtendrían más réditos no enfrentándose al gobierno.

Entre la noche del jueves y la madrugada del viernes pasado, más de 15.000 indígenas llegaron a Quito en marcha pacífica para tomar simbólicamente la ciudad, pero fueron objeto de dura represión a manos del ejército, que mantenía las calles bloqueadas.

Reagrupados en Quito, los indígenas celebraron una Asamblea donde pidieron a la diputada Pacari que no participara hasta que las comunidades allí reunidas llegaran a un acuerdo con el gobierno.

Además, exigieron a los partidos que no intentaran conseguir réditos políticos con el movimiento.

Ante la negativa de diálogo por parte del Poder Ejecutivo, en la tarde del viernes marcharon hacia la casa de gobierno, en cuyos alrededores fueron interceptados por policías que les hicieron saber que Mahuad recibiría a 20 dirigentes y enviaría un vehículo a recogerlos.

Todos gritaron que debían ir representantes de las comunidades presentes, que sumaban unos 500, o que, de lo contrario, Mahuad debería ir donde estaban ellos.

Al final, fueron 70 indígenas entre dirigentes de la Conaie, Ecuarunari y representantes de las provincias, quienes, después de nueve horas de conversación, llegaron en la madrugada del sábado a un acuerdo con el gobierno y levantaron la protesta.

Mahuad, se comprometió a congelar el precio de los combustibles y gas por un año al precio que regía antes del alza decretada el día 1 e instalar en 15 días una mesa de concertación con el movimiento Indígena y otros sectores sociales.

En esta instancia se considerará la posibilidad de modernizar el país sin necesidad de nuevas privatizaciones, la renegociación de la deuda externa y la posible negativa a la instalación de bases militares de Estados Unidos en territorio ecuatoriano.

El gobierno aceptó no enviar ningún proyecto de ley ni emitir decretos relacionados con esos asuntos antes de que se discutan en la mesa de concertación.

También se acordó un subsidio al consumo eléctrico en zonas indígenas, exoneración del pago del impuesto al valor agregado a vendedores ambulantes, indemnizaciones a heridos y familiares de muertos en las protestas y la creación del Fondo de Desarrollo Indígena.

Mahuad aceptó descongelar las cuentas bancarias de organizaciones sociales y organismos no gubernamentales sin fines de lucro. La totalidad de las cuentas bancarias en moneda extranjera de más de 500 dólares y la mitad de las de 200 dólares fueron congeladas en Ecuador el 11 de marzo.

El dirigente indígena Ricardo Ulcuango aseguró a IPS que el acuerdo alcanzado es una victoria de todos los movimientos sociales y destacó la participación directa de las comunidades en las negociaciones con Mahuad.

"Las comunidades fueron pilar fundamental del levantamiento en las calles y en las conversaciones con Mahuad, donde estuvieron representantes de distintas regiones, no sólo los dirigentes. Así quedó demostrada la participación y la unidad indígena", señaló Ulcuango.

Según distintas empresas encuestadoras, la Conaie tenía hasta junio el tercer puesto entre las instituciones con mayor credibilidad en este país con un 14 por ciento, detrás de la Iglesia Católica y las Fuerzas Armadas.

Algunos analistas afirman que los logros obtenidos por los indígenas tras el levantamiento, el apoyo que recibieron de distintos sectores y la represión militar que sufrieron podrían determinar que ahora la Conaie tenga mayor credibilidad que las Fuerzas Armadas. (FIN/IPS/mj/ip pr/99

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