MERCOSUR: Gobiernos afrontan protestas de empresarios

Los gobiernos del Mercosur afrontan una ola de reclamos y protestas de empresarios del transporte, industriales y agropecuarios, que exigen una reducción de la carga que impone el Estado a los costos de producción.

Miles de transportistas de Brasil y Uruguay iniciaron el lunes, sin coordinación previa, una huelga que amenaza con desestabilizar el abstecimiento interno en ambos países, así como las importaciones y exportaciones.

La coincidencia de las medidas en el mayor y en el menor de los países del Mercosur pusieron en evidencia el riesgo de un futuro colapso en el eje vial del bloque, también integrado por Argentina y Paraguay, ante la falta de vías de transporte comercial alternativas a las carreteras.

El transporte por ferrocarril no es eficiente y la proyectada Hidrovía Paraguay-Paraná es aún un embrión como alternativa para el transporte de mercadería.

En Brasil, los camioneros reclaman al gobierno que mejore el estado de las carreteras y que reduzca el costo de combustibles y peajes, el cual conspira contra la rentabilidad del sector.

También exigen mejorar la seguridad contra los crecientes asaltos, que se sancione a los inspectores corruptos y que el gobierno cambie el régimen de multas que merman el ingreso de los conductores profesionales.

En Uruguay, los camioneros han paralizado su actividad en todas las rutas del país y realizan concentraciones en diversos puntos de las fronteras con Argentina y Brasil para exigir rebajas tributarias.

El directivo de los camioneros Ney Ramirez dijo a IPS que el pago del impuesto a la circulación de vehículos, el elevado costo de los seguros y el endeudamiento de varias empresas ante la banca privada y estatal son "insoportables" e impiden la rentabilidad.

El ministro de Transporte de Brasil, Eliseu Padilha, advirtió a los transportistas que no tolerará "excesos", como el bloqueo de carreteras. La huelga se extenderá por lo menos una semana, si las autoridades no aceptan una negociación.

Mientras, los transportistas de Uruguay preveían que la huelga concluiría el miércoles, pero los directivos advirtieron que "puede extenderse" aun más ya que afrontan la mayor crisis de los últimos 25 años.

En medio de la campaña para la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 31 de octubre, la protesta de los transportistas logró el respaldo del cogobernante Partido Nacional y del opositor Nuevo Espacio, contendores del Partido Colorado al que pertenece el presidente Julio María Sanguinetti.

El gobierno, a través del ministro de Transporte, el colorado Lucio Cáceres, dijo que no tiene nuevas propuestas y que ya tomó las medidas que le fue posible.

"Se trata de una crisis regional que nadie quiso, que rebotó en nuestro comercio, en nuestra poroducción y también en el transporte de cargas", dijo Cáceres.

A diferencia de las huelgas de trabajadores, en los que la solidaridad sindical es la constante, en este caso el mecanismo es de difícil aplicación por los intereses en juego y por la cadena productiva que integran los sectores.

Así, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Gualberto Rocco, protestó contra la medida porque los transportistas no permiten descargar mercadería perecedera de los barcos y tampoco cargar productos de exportación.

Rocco exigió distribuir los productos industriales y señaló que existe "la libertad de trabajo, tanto como la libertad de parar" las actividades.

Setenta y dos horas antes, la CIU había embestido contra el gobierno en forma solitaria al señalar el "estado de emergencia absoluta" en que se encuentra la industria y denunciar el peso de los impuestos como causa fundamental de sus problemas.

"La industria se reconvirtió y el Estado no", dijo Rocco, en referencia al sobredimensionamiento del sector público.

El sector agropecuario fue otro de los que embistió contra los gobiernos del Mercosur, en este caso los de Argentina y de Uruguay.

El miércoles 21, en Argentina, con el marco de la campaña rumbo a las elecciones nacionales del 24 de octubre, más de 2.500 vehículos de productores agropecuarios marcharon en Buenos Aires hacia la céntrica casa de gobierno en reclamo de "medidas urgentes" para aliviar la situación del sector.

La crisis agropecuaria argentina, según los expertos, se origina en la fuerte rebaja de los precios de los productos del campo y su desequilibro respecto de los costos de producción, que se mantuvierone estables o han aumentado.

Por esa razón exigen una rebaja de impuestos, del precio de los combustibles y de los peajes, así como una refinanciación de las deudas.

Pero el reclamo dificilmente tenga un eco positivo. Según el diario El Cronista Comercial, el campo sembró "lamentos y solo cosechó apoyo de los políticos y no del gobierno".

Una medida similar había sido convocada en Uruguay el 13 de abril, cuando diversas caravanas de productores agropecuarios de todo el país convergieron sobre Montevideo.

La manifestación, una de las mayores del sector en las últimas décadas, tuvo el propósito de reclamar al gobierno la búsqueda de soluciones al fuerte endeudamiento del sector.

El gobierno respondió que no tiene medidas "mágicas" para solucionar los reclamos, pero anunció que estudiaría diversas propuestas.

Antes de este fin de semana, el gobierno anunciará un paquete de medidas a las organizaciones de productores, las cuales no descartan nuevas huelgas si no ven satisfechos sus reclamos. (FIN/IPS/rr/mj/ip if tr/99

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