Un etarra condenado por dos asesinatos fue elegido diputado regional el 13 de junio, pero no podrá actuar en el Parlamento Foral de la Comunidad Autónoma de Navarra, una de las 17 que integran España, que sesiona en su capital, Pamplona.
José Luis Barrios, de 26 años y miembro de la organización ilegal vasca ETA, fue condenado a 60 años de prisión por el asesinato de Alberto Jiménez Becerril, concejal en Sevilla del gobernante Partido Popular (PP, centroderechista), y de su esposa.
El preso fue incluido en la lista de Euskal Herritarrok (EH), coalición apoyada por ETA, y resultó elegido.
En un principio pareció que Barrios podría participar en todas las reuniones del Parlamento navarro, constituido el viernes, para lo cual sería en cada caso trasladado desde la cárcel en la que está cumpliendo su condena.
La ley establece que un condenado puede "asumir" el cargo para el que sea elegido, y una primera interpretación permitió que Barrios fuese autorizado a concurrir al Parlamento. Luego le cerró la puerta un auto del juez Baltasar Garzón, al que se sumaron otros jueces a cargo de causas que involucran a Barrios.
Garzón interpretó que la autorización es concedida para salir de la cárcel "a los solos efectos, el 2 de julio de 1999, de jurar o prometer el cargo de parlamentario foral, debiendo reingresar sin solución de continuidad en el centro penitenciario correspondiente".
De esa manera se cumple al pie de la letra con la legislación, ya que el condenado asume su cargo, pero no se le permite desempeñarlo.
Barrios permaneció en el Parlamento menos de diez minutos, los necesarios para jurar el acatamiento de la Constitución española y el Estatuto de Autonomía de Navarra, aunque aclaró que lo hizo "por imperativo legal" y no porque esté de acuerdo con esos textos que rigen la vida democrática del país.
La mayoría de los diputados de todos los partidos, con excepción de EH, expresaron su repudio a la presencia de Barrios luciendo insignias con manos blancas, un símbolo de quienes rechazan activamente la violencia etarra.
Barrios fue uno de los primeros en asumir su cargo, al seguirse una lista por orden alfabético, tras lo cual se suspendió por un breve lapso la sesión y el flamante diputado fue obligado a retirarse.
Los otros siete parlamentarios de EH se retiraron de la Cámara en señal de protesta, y se leyó un documento firmado por los parlamentarios de todos los demás partidos, rechazando la presencia del condenado.
En el documento se lamentó que EH haya incluido a Barrios en su lista de candidatos, y se expresó la convicción de que "ese no es el camino que puede conducir a la desaparición de la violencia".
Además se afirmó que "el deseado final del terrorismo y la necesaria transformación del alto el fuego de ETA en paz definitiva, en ninguna medida puede suponer impasibilidad ni insensibilidad por las víctimas del terrorismo".
Juan María Atutxa, un político de mucho peso que fue ministro del Interior del País Vasco y preside actualmente su parlamento, opinó que hay que resolver el problema desde su raíz, que está en lo dispuesto en la legislación vigente.
Atutxa señaló que casos como el de Barrios se vienen repitiendo desde hace muchos años y que las personas que tienen capacidad para cambiar las leyes "no han hecho absolutamente nada".
Esa reflexión vale para los sucesivos gobiernos elegidos desde la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978 y para todos los partidos con representación parlamentaria, incluyendo al moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), al que pertenece Atutxa.
ETA no ha realizado acciones violentas desde el 16 de septiembre, cuando declaró una tregua unilateral y por tiempo indefinido. Representantes directos del jefe del gobierno, José María Aznar, se han reunido con los dirigentes etarras, buscando una fórmula para que el abandono de la violencia sea definitivo. (FIN/IPS/td/mp/ip/99)
