Los campos petroleros de Venezuela operaron hoy con normalidad tras la anulación a último minuto de un temido paro laboral, desactivado por el gobierno cuando cedió parcialmente a las demandas sindicales.
"En atención a la problemática de los trabajadores venezolanos", el Gobiernó instruyó a la estatal Petroleos de Venezuela (PDVSA) para que de marcha atrás en su decisión de congelar los incrementos salariales por mérito.
La suspensión del paro que debía comenzar este lunes a las 05:00 hora local (09:00 GMT) fue anunciada por el sindicato Fedepetrol, cuyo líder Carlos Ortega se manifestó "contento pero no satisfecho" por la medida.
El gobierno dispuso un incremento de salarios por mérito entre 3 y 6 por ciento "a aquellos trabajadores que, de acuerdo con su desempeño individual registrado en su última evaluación de actuación, se hagan merecedores de este ajuste".
Ortega destacó la consolidación del principio de la "meritocracia", aunque reconoció que ahora será necesario conversar sobre el número de trabajadores que serán beneficiados.
En la práctica, resultó evidente que la respuesta del gobierno tiende a delimitar el tema de la meritocracia. Fuentes de PDVSA indicaron que la aplicación del beneficio estaba "desvirtuada", pues se otorgaba sin considerar la productividad.
El gobierno precisó que ahora serán beneficiarios unos 18 mil de los 20 mil obreros de PDVSA, mientras que otros 2.000 estarían descartados pues su productividad es considerada "mejorable".
La cifra es lejana de los 60 mil trabajadores que, según las primeras estimaciones de los sindicatos, estaban dispuestos a paralizarse, e incluso por debajo de los 32 mil que calculaba PDVSA como número máximo, incluyendo obreros de contratistas.
Pese a que el acuerdo fue logrado a última hora de este domingo, el lunes en la mañana las instalaciones petroleras funcionaban con normalidad y con un ausentismo mínimo, atribuido a resabios de desinformación en torno a la anulación del paro.
El aumento salarial por mérito, que en los últimos años benefició a todos los obreros de PDVSA, contempla una asignación basada en el desempeño individual del trabajador.
PDVSA había anunciado la congelación de esos aumentos por mérito, justo cuando la industria petrolera venezolana atraviesa una crisis detonada por la fuerte caída de los precios petroleros en 1998.
Al mismo tiempo que anunciaba la reposición del aumento por mérito, el gobierno destacó la caída en los ingresos de PDVSA, y recordó que las escalas salariales de los trabajadores petroleos son 25 por ciento superiores a "las mejores remuneraciones en el mercado laboral".
Venezuela es el tercer productor de petróleo del mundo, y la caída de los precios sumada a la reducción en las cuotas de producción ha tenido como secuela miles de despidos e incluso el cierre de numerosas empresas contratistas del sector.
En ese escenario, la desactivación de la huelga prevista para este lunes no significa el final de los conflictos, y de hecho estuvo matizada por protestas y tomas realizadas por trabajadores de contratistas privadas de PDVSA.
El presidente Hugo Chávez, en el poder desde febrero, ha gozado de paz social pese a la fuerte crisis económica del país, y había asegurado que haría lo posible por desactivar el paro petrolero.
"Estoy seguro que con mi liderazgo lograré convencer a los trabajadores", había anticipado Chávez, al destacar que los gremios debían convencerse de "la necesidad que tenemos todos de colaborar para sacar al país de la crisis".
Pero la señal de amenaza a la paz laboral que significó el anuncio de huelga petrolera podría repetirse en los próximos días si prosperan los reclamos de los empleados públicos, quienes demandan el pago de un aumento salarial.
El aumento de 20 por ciento para los empleados públicos fue decretado por Chávez apenas asumió la presidencia y se aplica desde mayo.
Pero según los gremios aún no ha sido aplicado a nivel municipal, pues las alcaldías no tienen recursos suficientes para pagar el aumento. (Fin/IPS/lc/eg/if la/99
