El proyecto político impulsado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, conduciría al país hacia una dictadura, advirtió hoy uno de sus principales antagonistas, el ex mandatario Carlos Andrés Pérez.
«Creo que este gobierno nos va a llevar, ineluctablemente, a la dictadura», dijo Pérez en una entrevista con el matutino «El Universal» de Caracas, donde también denunció la existencia de un «profundo descontento» entre las Fuerzas Armadas.
Los comentarios del Pérez se produjeron dos días después que Chávez comentara en un acto público que «yo pudiera dar un golpe de Estado, de verdad pudiera hacerlo, yo pudiera hacer lo que hizo el presidente Alberto Fujimori en Perú…».
«Pero créanme que yo no quiero llegar a eso», aseguró el presidente, quien este domingo viajó a Río de Janeiro para participar en la cumbre de mandatarios de América Latina y la Unión Europea.
Chávez vincula la posibilidad de desarrollar un cambio pacífico en Venezuela al éxito de una Asamblea Constituyente que será elegida el 25 de julio, con la misión de tener redactada una nueva Constitución antes de marzo.
Sin embargo Pérez consideró que el objetivo de Chávez es lograr una Asamblea Constituyente «que lo investiría de todos los poderes».
«No puedo estar al lado de quien nos lleva, con mucha precisión y habilidad, hacia una dictadura plena y abierta», dijo el ex mandatario al recordar que «él y yo estamos en posiciones antagónicas».
Chávez es un teniente coronel retirado que el 4 de febrero de 1992 lideró un intento de golpe de Estado contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), y apareció como principal inspirador de una segunda revuelta el 27 de noviembre de ese mismo año.
Tras pasar un tiempo en la cárcel, Chávez fue indultado por su predecesor, Rafael Caldera, y terminó por convertirse en candidato a la presidencia, logrando una clara victoria en las elecciones de diciembre de 1998.
Desde la presidencia, Chávez se puso como meta cumplir con su principal promesa de la campaña, la de generar un proceso constituyente que reemplazara la Constitución vigente desde 1961, a la cual calificó desde el día de su juramento como «moribunda».
Poco antes de su partida a Brasil este domingo, Chávez insistió en que la Constituyente es esencial y alertó contra la posibilidad de diferir los comicios pues «sería un golpe de Estado contra el pueblo que podría generar cualquier cosa».
En un acto con los candidatos a constituyentes de las fuerzas políticas que lo apoyan, calificó el proceso actual de Venezuela como «una guerra», aunque aseguró que «no necesitará más plomo (balas)».
Pero les comentó que si no ganan esta guerra «vendrá la otra, la que no queremos».
Pérez, quien es candidato a la Asamblea Constituyente, consideró que el resultado del proceso será una «representación equilibrada de diversos sectores» con «un núcleo importante de chavistas, pero no la mayoría».
Las declaraciones de Pérez fueron difundidas en una semana en la cual el sector militar tiene gran protagonismo, ante la inminencia de los ascensos previstos para el aniversario de la independencia, el 5 de julio.
El ex presidente dijo que en apariencia no hay descontento militar con Chávez pues «no se ha sentido ninguna voz disonante», pero aseguró que «esto no es verdad» y en realidad «hay un profundo descontento».
Chávez presentó una lista de 267 ascensos, considerada la más abultada en una década, lo cual según sus críticos supera el número de plazas vacantes.
«Tendrán que colocar a generales y almirantes en cargos de coroneles y tenientes coroneles», dijo Pérez, quien dijo que este hecho causa «distorsión».
Y consideró que otro elemento perturbador es que Chávez use su uniforme de teniente coronel obligando a los generales a ponerse firmes delante de él y a pedirle instrucciones.
«Si él va como civil no habría problemas» dado el rango de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas que tiene el presidente en este país, añadió Pérez. (Fin/IPS/lc/eg/ip la/99
