La situación de Augusto Pinochet generó un nuevo conflicto político y diplomático en Chile en la víspera del último mensaje del presidente Eduardo Frei al parlamento, mientras se teme un deterioro en la salud del ex dictador arrestado en Londres.
Senadores y diputados de la derecha amenazan con hacer este viernes manifestaciones contra la embajadora de Gran Bretaña, Glynne Evans, y del embajador de España, Juan Manuel Egea, en la sede del Poder Legislativo en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.
Evans y Egea están invitados, como todo el cuerpo diplomático, a la sesión solemne en que Frei inaugurará el período ordinario del Parlamento y leerá su último Mensaje a la Nación antes de entregar el cargo en marzo del 2000.
Parlamentarios de derecha y senadores designados en representación de las Fuerzas Armadas pidieron que no se invitara a los dos diplomáticos para protestar por la forzada ausencia a la sesión de Pinochet.
El anciano general retirado, que desde marzo de 1998 es senador vitalicio, está arrestado desde el 16 de octubre en Londres y enfrenta un proceso de extradición a España, donde se le quiere juzgar por crímenes contra la humanidad.
El presidente del Senado, Andrés Zaldívar, rechazó la idea de retirar las invitaciones a Evans y Egea, en tanto el canciller José Miguel Insulza advirtió que un desaire a los dos diplomáticos dañará la imagen internacional de Chile.
Fuentes de las embajadas de España y Gran Bretaña se abstuvieron de comentar esta situación y tampoco confirmaron si los diplomáticos se harán presentes en la sesión plenaria del Congreso legislativo en Valparaíso.
Trascendió que Frei hará en su mensaje una alusión breve al caso Pinochet, limitándose a ratificar la posición de su gobierno de agotar vías judiciales para traer de regreso a Chile al ex dictador invocando principios de soberanía y territorialidad de la justicia.
La intención del mandatario es concentrar su último mensaje al Congreso en las tareas estratégicas de su administración y en responder críticas por la respuesta del gobierno a la crisis económica, el conflicto mapuche y las protestas universitarias.
Pese al propósito oficial de impedir que el caso Pinochet continúe en el centro de las preocupaciones políticas, la situación del ex dictador volvió a acaparar el interés desde la semana pasada.
El dictamen de un juez de que hubo "falsificación ideológica" en el pasaporte oficial con que Pinochet viajó a Londres en septiembre e 1998 introdujo un elemento inesperado que complica tanto a la cancillería como al propio senador vitalicio.
La "falsificación ideológica", según el juez Carlos Escobar, consistió en que en el pasaporte extendido a nombre del ex dictador se le atribuyó una misión especial en Londres que no correspondía a la realidad.
El canciller Insulza negó el cargo y reiteró que Pinochet viajó a Gran Bretaña con una invitación de la empresa fabricante de armamentos Royal Ordenance para conocer equipos que podrían interesar a las Fuerzas Armadas chilenas.
Sin embargo, fuentes de la empresa habrían admitido este miércoles en Londres que no existió tal invitación formal previa al viaje del ex dictador y que ésta fue enviada a Chile cuando Pinochet ya se encontraba en la capital británica.
Mientras surgían estas nuevas complicaciones para Pinochet, el anciano senador vitalicio fue hospitalizado este mismo miércoles en Londres para ser sometido a exámenes médicos ante un posible deterioro de salud.
Según el corresponsal del diario El Mercurio, Pinochet pasa por "severos problemas" de salud, con una decaída en los últimos meses tanto en su estado físico como anímico debido a las tensiones a que ha estado sometido.
El ex dictador, operado de una hernia lumbar en Londres días antes de su arresto, sufre además de diabetes y de otros problemas de salud propios de la vejez, incluyendo una arritmia cardíaca que controla con un marcapasos.
En los últimos días Pinochet experimentó un mal funcionamiento de las vías urinarias, relacionado al parecer con infecciones a la próstata, a lo cual se sumaría una posible isquemia, dolencia que consiste en falta de irrigación al tejido cerebral.
El traslado del ex dictador al hospital volvió a poner en el escenario la posibilidad de que el gobierno de Frei solicite a España y Gran Bretaña la liberación del anciano general retirado invocando razones humanitarias. (FIN/IPS/ggr/mj/hd ip/99
