Brasil se sumará a los pocos países que prohiben la venta de armas, si el Congreso aprueba un proyecto de ley que el gobierno presentará antes del 1 de junio, informó hoy el secretario nacional de Derechos Humanos, José Gregori.
La propuesta, elaborada por el Ministerio de Justicia, cancela la autorización legal de porte de armas a los civiles, manteniéndola sólo para militares, policías y agentes de empresas de seguridad debidamente controladas.
La ley reúne todas las condiciones para ser cumplida, porque refleja "la voluntad del gobierno y de la sociedad", pronosticó Gregori.
Su importancia es reconocida especialmente como forma de reducir los asesinatos de jóvenes, principales víctimas de la violencia en Brasil, el país donde más mueren adolescentes y jóvenes a tiros, observó el secretario.
Con la aplicación de la ley, el ciudadano que devuelva su arma obtendrá una indemnización de 150 reales (88 dólares). El gobierno estima que hay alrededor de tres millones de armas legalmente registradas, y el doble en situación ilegal.
El proyecto deberá tramitarse en el Congreso Nacional con carácter de urgencia. Las cinco empresas que producen armas de uso personal en el país y los comerciantes ya se manifestaron en contra, arguyendo que sólo desarmará a ciudadanos honestos, no a los delincuentes que las obtienen por vías ilegales.
El desempleo en la industria será muy limitado, porque la mayor parte de su producción es exportada, sostuvo Gregori. Un estudio del Ministerio de Justicia reveló que 90 por ciento de las ventas de las cinco empresas se destinan al exterior. El problema mayor ocurrirá en el comercio.
Pero las encuestas revelan un gran apoyo de la sociedad a la ley. En Río de Janeiro, una de las ciudades más violentas de Brasil, 60,1 por ciento de la población defiende la prohibición y 70,7 por ciento cree que la medida reduciría la violencia, según un sondeo hecho por el diario O Globo y el Instituto GPP.
La presión social por el desarme se manifiesta también en las numerosas campañas en curso. Hace algunos años estudiantes y el gobierno estadual de Sao Paulo promueve la entrega de armas por sus poseedores.
En Río de Janeiro, el gobierno local y la organización no gubernamental Viva Río iniciaron hace dos semanas la campaña "baje esa arma", que busca recoger un millón de firmas en favor de la ley que prohiba el comercio interno de armas.
El futbolista Romario, integrante del seleccionado campeón del mundo en 1994, adhirió al movimiento. Además de hablar a favor del desarme, suele mostrar una camiseta con la consigna de la campaña, cada vez que marca un gol con su equipo actual, Flamengo.
El gobernador estadual, Anthony Garotinho, anunció en abril que propondría una ley local con ese objetivo, provocando reacciones de comerciantes y una polémica sobre la constitucionalidad de la medida, ya que existe una ley nacional que reglamenta ese comercio.
Aún así, el gobernador del Distrito Federal, Joaquim Roriz, se adelantó y aprobó el día 13 una ley determinando el fin de la venta de armas en las 11 tiendas de la capital brasileña que se dedicaban a esa actividad.
Esa presión, la repercusión de asesinatos de estudiantes por sus propios colegas y la aparición de niños armados en escuelas de Sao Paulo contribuyeron a la decisión del presidente Fernando Henrique Cardoso de impulsar esa causa.
El argumento de que los asesinos adquieren armas importadas o en el mercado negro es desmentido por el subsecretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, el sociólogo Luiz Eduardo Soares, investigador de la violencia.
"Comprobamos que 60 por ciento de las armas en poder de criminales son hechas en Brasil", afirmó.
Además, muchas de las armas compradas legalmente terminan en manos de delincuentes, expresó Rubem Cesar Fernandes, coordinador de Viva Río.
La intensificación del movimiento en las últimas semanas representa una fuerte presión sobre los parlamentarios para que aprueben la ley, que incorporaría a Brasil al pequeño grupo de países donde está prohibida la venta de armas, del que forman parte Gran Bretaña y Australia. (FIN/IPS/mo/ag/ip/99
