Mujeres de 14 etnias de América Latina reunidas en México se declararon hoy decepcionadas por el congelamiento del proyecto de declaración de derechos de los pueblos indígenas promovido hace más de una década en la OEA.
Entrampado en discuciones periódicas, correcciones, objeciones de gobiernos y escasa participación indígena, el documento de OEA (Organización de Estados Americanos) debe regresar a escena, reformularse y sumar temas de género, dijeron las participantes en el Foro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas.
La cita, a la que asistieron dirigentes de Argentina, Brasil, Bolivia, Canadá, Costa Rica, Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela, se desarrolló entre el martes y este viernes en la ciudad de Pátzcuaro, a unos 300 kilómetros al oeste de la capital.
El documento de la OEA debe ser sometido a una consulta regional, pues tal como aparece hoy redactado ya no representa las aspiraciones de todos los indígenas, dijo Mauricia Castro, de Honduras.
Para la mexicana Soledad Ortiz, es necesario que el Instituto Indigenista Interamericano (III), entidad dependiente de la OEA que organizó la cita de Pátzcuaro, reformule sus estrategias sobre la declaración y permita que los indígenas tengan mayor participación en su redacción.
La indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, dijo en una entrevista con IPS sentirse defraudada pues la declaración de la OEA y otra similar que se discute también hace más de una década en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se mantienen "en un limbo".
Los indígenas tenían esperanzas de que los dos documentos, que garantizan niveles de autonomía a las etnias y compromete a los gobiernos a promover el desarrollo de las culturas vernáculas, se aprueben en breve gracias a la declaración del decencio de los pueblos indígenas adoptada por la ONU en 1993.
Sin embargo, hasta el momento no existen mayores avances.
El mes próximo, delegados de varios países discutirán en Guatemala, otra vez, el proyecto de declaración de la OEA. Las asistentes a la reunión de México se comprometieron a presionar a sus gobiernos para que envíen a esa cita a indígenas y a diplomáticos que conozcan el asunto.
Según varias investigaciones, en América viven entre 36 y 55 millones de indígenas, y su situación en la mayoría de los casos es de extrema pobreza. Sólo en un país de la región, Uruguay, no existe población nativa o que se reconozca como tal.
Estudios del III, cuya sede regional está en México, señalan que los países donde la población indígena representa más de 40 por ciento del total son Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú, cuatro de los países más pobres de América Latina.
Los borradores de la declaración de la OEA indican que los Estados tienen la responsabilidad de garantizar que los pueblos indígenas gocen de sus derechos, y demandan que las lenguas nativas principales alcancen carácter de idiomas oficiales.
Además, solicitan devolver a los indígenas parte de las tierras que se les ha despojado y llaman a los gobiernos a compartir con las comunidades étnicas la riqueza derivada de la explotación de los recursos del subsuelo.
Los indígenas de la región ganaron espacios políticos importantes los últimos años, pero otros apenas son "virtuales", pues no funcionan, como el Parlamento Indígena Latinoamericano, señaló Myrna Cunningham, de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa del Caribe Nicaragüense.
Varios estudios, entre ellos uno del Banco Mundial, sostienen que los indígenas son los más pobres entre los pobres de América Latina. En la región, el orígen étnico de las personas determina la calidad de su vida, dicen las investigaciones.
A pesar de que organizaciones y líderes indígenas han logrado mantener firmes sus demandas, los gobiernos continúan resistiéndose a reconocer ciertos derechos de autonomía y autodeterminación, pues temen una división del Estado, opinó el antropólogo mexicano Rodolfo Stavenhagen. (FIN/IPS/dc/mj/hd pr/99
