La decisión adoptada por el ministro británico del Interior, Jack Straw, de dar curso al proceso de extradición a España del ex dictador Augusto Pinochet, indignó a la derecha en Chile, que pidió una acción más dura del gobierno, como romper relaciones con Londres.
Straw dio a conocer su veredicto el miércoles a las 8:30 horas de Londres (3:30 en Chile) y si bien los partidarios del ex dictador (1973-90) estaban pesimistas, cuestionaron al ministro británico por adoptar una decisión "política y no jurídica".
Muy distinta fue la reacción en la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD), cuya vicepresidenta, Viviana Díaz, señal ó que ahora se abre una posibilidad cierta de hacer justicia en los crímenes de Pinochet contra los derechos humanos si es finalmente extraditado a España.
El general retirado y actual senador vitalicio, de 83 años, cumplió el viernes seis meses de arresto en Londres y podría permanecer en la capital británica unos dos años más, ya que los juicios de extradición pueden prolongarse en un ejercicio permanente de apelaciones.
La defensa del ex dictador y la fiscalía británica acordaron ya fijar para el 30 de este mes la primera audiencia del proceso, pero los abogados de Pinochet presentarán simultáneamente un recurso de revisión judicial del fallo emitido este jueves por Straw.
En su dictamen, el ministro acogió los nuevos antecedentes enviados por el juez español Baltasar Garzón sobre casos de tortura cometidos en Chile a partir de diciembre de 1988, únicos delitos en los cuales puede basarse la extradición, según el fallo que la Cámara de los Lores emitiera el 24 de marzo.
El máximo tribunal británico estableció en esa ocasión que los delitos de tortura, conspiración para torturar y conspiración para cometer crímen es en España, son los únicos respaldados por convenios internacionales en la larga lista de crímenes con que Garzón acusó a Pinochet.
La decisión de Straw se produjo en momentos en que el presidente de Chile, Eduardo Frei, aterrizaba en Berlín, donde inició una breve gira por Europa que incluyó su presencia en la inauguración de la Feria de Hannover y una visita a Varsovia.
El gobierno chileno reclamó su mejor derecho para juzgar a Pinochet, sobre la base de 19 querellas presentadas en el país contra el ex dictador, pero Straw advirtió en su decisión que Frei no hizo efectivo tal planteamiento pidiendo la extradición del senador vitalicio a Santiago.
Juan Antonio Coloma, vicepresidente de la derechista Unión Demócrata Inependiente (UDI), calificó desde Londres como "absurdo" ese argumento de Straw. "La extradición se pide cuando alguien huye, y el general Pinochet lo único que quiere es regresar a Chile", comentó.
No obstante, en medios políticos chilenos comenzó de inmediato a circular el recurso del pedido de extradición como la fórmula tal vez más viable para traer de vuelta al país al anciano ex gobernante, bajo cuyo régimen se cometieron 3.190 crímenes represivos.
El socialista Carlos Montes, presidente de la Cámara de Diputados, reiteró que Pinochet debe ser juzgado en Chile, pero advirtió que eso será posible sólo si hay avances concretos en las querellas que instruye el juez Juan Guzmán, magistrado de la Corte de Apelaciones.
Montes señaló que el Consejo de Defensa del Estado debe hacerse parte en estas querellas, presentadas por la AFDD, el Partido Comunista, la Juventud Demócrata Cristiana, los colegios profesionales de Profesores y Periodistas y otras organizaciones humanitarias y políticas.
Según el vicepresidente de la UDI, las acciones judiciales no tienen destino, ya que Straw está llevando a cabo un "juicio político" contra Pinochet, alentado por el propósito de llegar a ser primer ministro, "para lo cual necesita congraciarse con los socialistas".
El diputado derechista sostuvo que el ministro británico ignoró las presentaciones del gobierno chileno y la defensa de Pinochet, lo cual es una muestra, "de este nuevo orden, en que los países grandes atropellan a los más pequeños. Nos tienen en la ignominia", dijo.
La UDI, el partido más cercano al ex dictador, reclamó "una acción más enérgica" del gobierno de Frei, con pasos progresivos, a través de los cuales "se puede llegar" a la ruptura de relaciones con Gran Bretaña.
El general retirado Luis Cortés Villa, secretario general de la Fundación Pinochet, planteó igualmente una acción más enérgica. "No podemos decir que el gobierno ha fracasado, porque uno fracasa cuando hace cosas, y aquí el gobierno no ha hecho nada", afirmó.
Desde las primeras horas de la mañana del miércoles, apenas conocida la noticia desde Londres, partidarios de Pinochet se dirigieron a las cercanías de las embajadas de España y Gran Bretaña, en el sector oriental de Santiago, para protestar por la probable extradición de su líder.
La decisión de Straw fue recibida con júblilo por unas 50 integrantes de la AFDD, que parmanecieron en vigilia toda la noche en la sede de la Fundación de Acción Social de las Iglesias Cristianas.
"Tenemos mucha alegría y satisfacción. Hemos esperado tanto tiempo que se haga justicia. Este fallo (de Straw) es muy importante, no sólo para los familiares de detenidos- desaparecidos, sino para el mundo entero, porque permite el fin de la impunidad", señaló Viviana Díaz.
La vicepresidenta de la AFDD agregó que su organización aportará nuevos antecedentes a la causa contra el ex dictador en España a través de los abogados Manuel Murillo y Joan Garcés, quien inició en junio de 1997 en Madrid la acción penal contra el entonces comandante en jefe del Ejércit o chileno.
Díaz indicó que la AFDD tiene información de que los 1.198 casos de detenidos-desaparecidos registrados bajo la dictadura serán incorporados al proceso de extradición, en tanto el secuestro y la desaparición forzada constituyen una forma de tortura tanto para la víctima como para sus familiares. (FIN/IPS/ggr(hd-ip/99
