El gobierno de Argentina invocó hoy el acuerdo de Brasil y Estados Unidos con el asilo concedido al general paraguayo Lino Oviedo para justificar esa decisión, que está orientada a la pacificación de Paraguay, según las autoridades.
Oviedo, protagonista de la crisis institucional de Paraguay, obtuvo asilo en Argentina el lunes, menos de 24 horas después de que llegara con su esposa y tres hijos al pequeño aeropuerto de la localidad de San Fernando, al norte de Buenos Aires.
El militar retirado se encuentra en la residencia de un empresario argentino amigo del presidente Carlos Menem, cercana al aeródromo de San Fernando y fuertemente custodiada. Cada tres meses deberá revalidar su condición de asilado ante las autoridades migratorias.
Menem, que se hallaba en Italia, autorizó el asilo político solicitado por Oviedo, que es reclamado por la justicia paraguaya, y ofreció alojamiento al exiliado en "La Madrugada", la residencia del empresario Arnaldo Martinenghi.
Antes de esa decisión, la cancilleria y la Secretaría General de la presidencia consultaron a Brasil, Paraguay y Uruguay, los socios de Argentina en el Mercado Común del Sur (Mercosur) y a la oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado de Estados Unidos.
De acuerdo con la versión oficial, todos los interlocutores coincidieron en que el asilo a Oviedo en Argentina representaría un alivio a la tensión política que vive Paraguay, un argumento que fue compartido por el predecesor de Menem en la presidencia, Raúl Allfonsín (1983-1989).
El asilo fue criticado en general por la oposición argentina y por funcionarios del gobierno instalado en Paraguay tras la renuncia el domingo de Raúl Cubas. Este también dejó Paraguay, el lunes, y obtuvo refugio en Brasil.
El secretario general de la presidencia de Paraguay, Juan Villamayor, expresó "preocupación" por el asilo a Oviedo y negó enfáticamente que haya habido acuerdo previo entre los gobiernos del Mercosur para tender un "puente de plata" a Oviedo.
Villamayor aclaró que "lo mejor para la pacificación" de Paraguay habría sido que el militar retirado cumpliera su condena a 10 años de prisión, y no la colaboración con él para que eludiera la justicia.
Un tribunal militar extraordinario condenó a Oviedo a 10 años de cárcel por una tentativa de golpe de Estado en 1996 contra el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy.
Pero Cubas, que ganó las elecciones de mayo de 1998 representando al sector "oviedista" del Partido Colorado, lo puso en libertad el 18 de agosto, tres días después de hacerse cargo del gobierno.
La Corte Suprema de Justicia anuló en diciembre el decreto de Cubas que conmutó por tres meses de arresto la condena a Oviedo, un término cumplido sobradamente por el acusado, y ordenó el regreso de éste a prisión.
El presidente no acató la resolución de la Corte Suprema y estalló una crisis institucional, agravada el 23 de este mes con el asesinato en las calles de Asunción del vicepresidente Luis Maria Argaña, un dirigente del gobernante Partido Colorado enemistado con Cubas y Oviedo.
Menem señaló este martes que Oviedo no había sido requerido por el gobierno paraguayo y que el asilo al ex militar se basó en tratados internacionales y tiene el propósito de contribuir a la pacificación de Paraguay.
Villamayor reconoció que su país aún no había tramitado la solicitud de extradición, pero dijo que lo hará en las próximas horas, una vez que el nuevo gobierno designe a su canciller. El nombramiento recayó este martes en Abdón Saguier, del Partido Liberal Radical Auténtico.
Mientras, el ministro del Interior de Argentina, Carlos Corach, justificó la decisión de ofrecer asilo a Oviedo como "una medida política dispuesta con el consenso de los principales actores de la vida nacional e internacional" , incluido al opositor Alfonsín.
Alfonsín, dirigente de la Alianza de oposición, dijo que la decisión de conceder el asilo es "un servicio al Paraguay", y la misma opinión expresó el analista político Rosendo Fraga, del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría.
Fraga señaló que devolver a Oviedo a Paraguay habría sido "crear un problema" a la "precaria democracia paraguaya". En cambio, su asilo en Argentina y el de Cubas en Brasil permitirían "evitar una tensión política mayor" en Paraguay.
En cuanto al Mercosur, Fraga consideró que sigue mostrándose sólido ante los embates.
"En enero pasó la prueba de la devaluación en Brasil y en marzo la de la crisis en Paraguay", dijo. "Creo que ahora habrá que perfeccionar los mecanismos político-institucionales y la coordinación macroeconómica" del bloque, agregó. (FIN/IPS/mv/ff/ip/99
