/BOLETIN-INTEGRACION/ MERCOSUR: Meta comercial brasileña amenaza estabilidad de socios

El superávit comercial de 11.000 millones de dólares este año, incluido en el acuerdo de Brasil con el Fondo Monetario Internacional (FMI), parece poco factible, pero da una idea del terremoto que puede ocurrir en el Mercosur.

No se trata de una meta, sino de una proyección de lo que pasará en el comercio brasileño, tras la depreciación del real, precisó Amaury Bier, secretario de Política Económica del Ministerio de Hacienda, que encabezó las negociaciones con el FMI en Washington las dos últimas semanas.

Si se cumple la previsión, habrá un viraje de 17.400 millones de dólares en la balanza comercial brasileña, pasando de un déficit de 6.430 millones de dólares en 1998 al saldo favorable incluido en el memorando firmado con el FMI.

Argentina perderá su única fuente importante de superávit y empresarios y economistas expertos en comercio exterior prevén que su intercambio con Brasil pase a ser negativo.

En los cuatro últimos años, según datos oficiales brasileños, Argentina exportó un promedio de 1.400 millones de dólares más de lo que importó de Brasil cada año. Esto no impidió que su déficit comercial total alcanzara unos 5.500 millones de dólares en 1998, sobrepasando la meta acordada con el FMI.

Es improbable que Brasil consiga el vuelco previsto por el gobierno junto con el FMI, evaluó Marcus Pratini de Moraes, presidente de la Asociación de Comercio Exterior, que reúne a los exportadores del país.

Un superávit de 11.000 millones de dólares sería factible sólo si se considera un año a partir de este mes y si las exportaciones contasen con líneas de crédito similares a los 40.000 millones de dólares de 1998, comentó Pratini de Moraes, quien fue ministro de Industria y Comercio en los años 70.

"Sin financiación no se alcanza meta ninguna", sentenció. En los dos últimos meses, las exportaciones brasileñas cayeron 12 por ciento, pese a la devaluación de más de 60 por ciento, en gran parte por ausencia de crédito.

El dirigente de los exportadores estimó que este año, con la actual depreciación del real, Brasil podrá exportar 10 por ciento más que en 1998 y que las importaciones caerán entre 14 y 15 por ciento. Esto permitiría un superávit de poco más de 6.000 millones de dólares.

Una previsión algo superior, de 7.000 millones de dólares, hizo el Lloyds Bank en Brasil, en nota que prevé una reducción más fuerte de las importaciones, cerca de 20 por ciento, pero dificultades para ampliar las ventas en más de cuatro por ciento.

Los principales productos brasileños de exportación, agrícolas y materias primas, perdieron precio en el mercado internacional, tendencia agravada por la misma depreciación del real, argumentó Odair Abate, economista jefe del banco.

La experiencia pasada comprueba la capacidad brasileña de obtener saldos elevados con un cambio devaluado, llegando a obtener un superávit anual de 16.000 millones de dólares antes que la apertura del mercado y la sobrevaluación del real invirtiera la balanza a partir de 1994.

Con Argentina, el intercambio acumuló un saldo favorable de 2.700 millones de dólares entre 1992 y 1994. En los cuatro años siguientes se convirtió en negativo, sumando casi 6.000 millones de dólares.

La inversión puede ahora ser tan brusca como la anterior. Las pérdidas argentinas pueden ser atenuadas por el hecho de que sus principales productos importados por Brasil, petróleo y trigo, mantendrán su desempeño, por ser indispensables al país vecino.

El problema consiste en que una economía brasileña en recesión de 3,5 a cuatro por ciento, prevista en el mismo documento firmado con el FMI, puede reducir sus importaciones de petróleo.

Por otra parte, el real devaluado está estimulando una expansión de la siembra de trigo y otros granos importados del Mercosur, como arroz y frijoles.

El Mercosur representó 16,8 por ciento del comercio exterior brasileño. Si su aporte al superávit brasileño se hace en la misma proporción, los socios perderán de 2.200 a 2.800 millones de dólares, sumando reducción de exportaciones y aumento de importaciones, según las distintas proyecciones.

Pero además, es en los mercados vecinos donde Brasil coloca más productos manufacturados, 28 por ciento del total exportado, contra sólo 16 por ciento en la Unión Europea.

En el flujo inverso, la mayor participación es de productos primarios, como petróleo y agrícolas, o agroindustriales. La depreciación del real y de las materias primas tiende a agravar el desequilibrio. (FIN/IPS/mo/ag/if/99

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